❝ 𝐃éjate seducir por este hechizo de invierno que cautiva hasta el más ardiente de los corazones ❠
❨寒い❩ ⸻ 𝐂𝐎𝐋𝐄𝐂𝐂𝐈𝐎́𝐍 de pequeñas historias y escenarios dedicados a aquellos guerreros que tienen control sobre el frío.
🌨️ :: cold users x (s...
TAGS 𖥻 ✦ ࣪ ˖ krest x gold saint!reader / angst - sad / lugar: grecia, santuario de athena / fecha: siglo xiii / puede contener spoilers / edades de los personajes: krest, 19 años; (reader), 22 años; itia, 26 años.
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—¿Cómo está ella?
A Itia le tomó por sorpresa la presencia del Gold Saint de Aquarius a la salida del templo del Escorpión Celestial. Eran altas horas de la noche, la mayoría de los habitantes del Santuario se hallaban durmiendo, y solo unos pocos soldados montaban guardia alrededor de las Doce Casas.
—Ella ya no se encuentra en peligro de muerte, pero continúa débil —respondió el más alto, sentándose en los escalones que conducía a su templo—. Ya sabes, el Cosmos de nuestra Señora Athena sólo es capaz de aplicar los primeros auxilios. —Masajeó su cuello y suspiró con fatiga—. Sus heridas tardarán en sanar por completo, pero pronto estará de regreso con nosotros.
Krest se quedó enp silencio, analizando las palabras de su camarada, evitando hacer contacto visual.
—Oh, ya veo.
El Saint de Libra lo miró de reojo desde su lugar, con una sonrisa burlona curvada en sus labios.
—Apuesto a que nuestra querida Scorpio se alegrará al saber que estuviste preocupado por ella.
Krest, quien estaba dispuesto a continuar el sendero hacia el templo que le correspondía custodiar, se detuvo en seco.
—No estoy preocupado por ella —dijo a secas, desviando la mirada con disgusto.
—¿Ah, no? —Itia se rió—. Entonces… ¿Me podrías explicar qué haces aquí fuera desde hace más de cuatro horas?
Krest chasqueó la lengua, mientras un rubor se instala en sus mejillas, sabiendo que ningún detalle pasaba por alto ante la mirada de águila del Santo de Libra.
—¡Bah! ¡De acuerdo! ¡Sí estuve preocupado por ella!
El acuariano cruzó sus brazos, simulando un fastidio para ocultar su creciente nerviosismo.
—¡Pero no hay nada de especial en eso! Es algo que haría por cualquiera de mis camaradas.
Itia arqueó una ceja.
—Que yo recuerde... La vez que el Berserker de Ares me hirió de gravedad, el único momento en el que me visitaste mientras estuve convaleciente fue para dejarme en claro que actué como un idiota.
Krest se giró bruscamente hacia él.
—¡Y fue cierto! Sólo a ti se te ocurriría ser un escudo humano para proteger a un niño que no conoces.
Itia levanta las cejas y frunce los labios, ya que era un tema de discusión recurrente con el Santo de Acuario, a quien era imposible convencerlo de lo contrario ante sus argumentos férreos.
