La sensación era desagradable, el dolor era insoportable y mientras el fuerte sabor de la sangre se mezclaba con el dulce aroma de las Sakuras que desprendían de su boca, la vida de Izuku se consumia cual vela encendida.
--Por que...¿por que no pue...
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NARRADOR
—¿Eh? Deku-kun... ¿Que dice allí? —me señalo tratando de descubrir lo que escribí.
—B-Bueno, e-esto solo es...
—¿Aja? —repitió ella mientras seguía mirándome.
—Una... Una nota, a-anote un pendiente para el día de hoy, l-lo anote para que no se me vaya a olvidar.
—Oh, ya veo, es bueno que tú si seas organizado Deku-kun. —respondió la Omega sin dejar de sonreír.
Cuando estuve a punto de responderle, Aizawa sensei entro nuevamente al salón, exigiendo que todos se callaran.
—Muy bien, tengo algo importante que notificarles.
—¿De qué se trata? —preguntó Mina.
—Debido a que todos ustedes no conocen al 100% los poderes y represalias que sus cuerpos poseen, el director Nezu decidió implementar una clase más para su educación como héroes.
—Aaaahhh ¿otra más? —se quejo Kaminari con enojo.
—Aizawa-sensei.
—Dime Iida.
—¿Podría decirnos cuál será esa otra clase?
—Salud y supervisión de Quirks. —respondió Aizawa-sensei.
—¿Y esa clase la impartirá usted? —intervino Momo.
—No, tendrán un nuevo profesor que se encargara de ella, de hecho mi clase con ustedes ha finalizado y continúa su nueva clase con él.
—¿Y dónde está el nuevo profesor? —pregunto Shoji.
—Él está afuera esperando a que yo salga, así que debo apresurarme para salir —expresó Aizawa-sensei recogiendo los libros del escritorio y caminando hacia la salida—, comportense y demuestren educación, entendido.
—¡SI SENSEI! —contestamos todos al unísono.
Aizawa-sensei salió del salón y todos mantuvimos silencio para escuchar lo que hablaba con nuestro nuevo profesor.
Un momento después alguien abrió con mucho sigilo la puerta del salón y con un miedo enorme al no conocer nada del nuevo profesor, decidí agachar la mirada hacia la libreta para no encararlo. Debido al silencio que todos guardaron pude escuchar a la perfección unos cuantos pasos, los cuales de un momento a otro se silenciaron.
—Buenos días, chicos —expresó una suave y tranquila voz que de un momento a otro mi yo interno aseguraba reconocer—. Mi nombre es Miyamoto Hinode y seré su nuevo profesor
Al escuchar aquel nombre mi corazón sintió una nostalgia dentro de sí y comencé a cuestionarme si podría ser posible que se tratase de él.
"Será posible que..." —pensé alzando la mirada para comprobar si estaba o no en lo correcto.