PÉTALOS DE SANGRE - 🧡Katsudeku💚 [Editando]

Capitulo 9: Diagnóstico

IZUKU
Recobre la conciencia, todo a mi alrededor se veía borroso impidiendo que apreciara el lugar donde me encontraba. Lo último que recordaba era mi entrenamiento y la voz de Kacchan a lo lejos.

—Despertaste... 

Al girar me encontré con Hinode; se veía muy cansado y con ojeras; no entendía lo que estaba sucediendo hasta que fui consciente de mi abdomen descubierto. Un frío recorrió mi espina dorsal, la sensación de ser descubierto me hacía sentir vulnerable; todo, todo se revelaría, todos sabrían lo secreto, todos sentirían lástima, Kacchan... Kacchan sería el principal.

—Hi-Hinode...

—¿Sí?

—¿Piensas decirle a alguien sobre esto? —le pregunté en busca de una respuesta.

Necesitaba escucharlo, y entre más pasaban los minutos más aumentaba mi ansiedad. Su silencio me atormentaba provocando dentro de mí un gran número de pensamientos en los que todo salía mal; tan ensimismado estaba que no me di cuenta de lo que hizo.

Aquella acción me tomo de sorpresa, no lo esperaba y en un rápido movimiento me sujeto para fusionarnos en un cálido abrazo.

En aquel abrazo pude percibir su preocupación, no quería que sufriera por mi culpa y sin poder evitarlo, abracé su cuerpo tratando de encontrar el consuelo que desde hace meses había anhelado.

—Izuku... ¿Cómo puedes pensar eso? Jamás le diría a nadie. Esto será un secreto que guardaré para ti, lo prometo. —finalizó sin dejar de soltarme.

—Gracias Hinode... —susurre sin apartarlo de mi lado.

El silencio y la serenidad de aquel momento me tranquilizaron. La ansiedad y la frustración se desvanecieron como agua sobre de mí, por qué sabía que todo estaría bien.

Separándonos de aquel abrazo, pregunté por la hora, se veía que era muy tarde y me preocupaba el hecho de que Hinode no descansará por mi culpa.

—¿Qué hora es?

—Son las 3:15 am.

—¡Que! P-pero es muy tarde, deberías irte a descansar. —le sugerí.

—No, yo me quedaré a cuidarte, hasta que te encuentres mejor. —respondió con mucha obstinación.

Por más grande que fuera había ocasiones en las que se comportaba con un chiquillo mimado.

—Tienes que descansar.

—No. —objeto mientras cruzaba sus brazos y me miraba con determinación. 

Sabía que por más que le insistiera él no cambiaria de opinión.

—Dejando de lado esto hay algo muy importante que quiero hablar contigo.

—¿Qué sucede? —le pregunté mirándolo fijamente.

Su semblante me daba a entender que esto era algo serio.

—Seré directo contigo... Necesitas ayuda.

—Hinode este no es el momento de...

—Si es el momento Izuku, sabes claramente que no estás bien, debes buscar ayuda respecto a esto. —expreso sujetando mi mano para señalar los brotes que tenía en la piel.

—Tranquilo, yo tengo todo bajo control, nada malo me pasará. —respondí mientras le sonreía con sinceridad.

Muy dentro de mi ser sabía que Kacchan se daría cuenta de lo que sentía por mí y me ayudaría a curarme.

—No, no es así, esto... esto ya está muy avanzado Izuku.

—No es cierto, sé que se solucionará, yo sé qué pasará.

—Que no entiendes lo que trato de decirte, debemos actuar de inmediato, extirparte esto de raíz.

—¡No! ¡Jamás lo permitiré! —grité mirándolo con enojo.

No permitiría que alguien hiciera eso, pues eso llegaba a suceder, mi amor por Kacchan moriría para siempre.

—Izuku... —susurro tomandome de los hombros para zarandearme—, ¡si no te operó de inmediato morirás en 3 meses!

Aquella noticia se incrustó de lleno como bala dentro de mi ser. Todo era tan repentino, la vida se me iba de las manos, los sueños y las esperanzas que había trazado se estaban disolviendo frente de mí, todo, todo lo que estaba viviendo, terminaría dentro de poco. No quería eso, quiero vivir, aferrarme a la vida, pero no puedo aceptarlo si eso implica abandonar mi amor hacia Kacchan.

—Lo sé...

—¡Y si lo sabes por qué no me dejas ayudarte! —me reclamo al borde del llanto.

Sus ojos se veían suplicantes, me imploraban que aceptara su ayuda, pero no podía hacerlo.

—Gracias por la ayuda que me estás ofreciendo Hinode; pero no puedo aceptarla.

—¡POR QUÉ! ¡PORQUE NO PUEDES ACEPTARLA! ¡DÍMELO IZUKU! ¡DÍMELO AHORA!

—Porque no quiero renunciar al amor que le tengo a Kacchan. —musite mientras comenzaba a llorar.

—Pero qué tonterías estás diciendo, ¡que no te das cuenta qué es tu vida la que está en riesgo!, ¡acaso crees que eso le importará a él! 

—Basta...

—¡Que no entiendes que él no te ama!

—Hinode por favor...

—Que nunca podrá sentir algo por ti.

—Detente.

—El ama a Kirishima y por esa misma razón está con él.

—Para por favor.

—¡TODOS ESTOS AÑOS TU AMOR FUE UNILATERAL!

—¡CALLATE! —exclamé dándole una bofetada.

Todo lo que me había dicho hace un momento me hizo sentir estúpido y patético. Estaba harto de eso y que Hinode lo dijera, me hacía sentir mucho peor.

—Vete, por favor; déjame solo. —susurré cubriendo mi cuerpo con las sábanas para que no me viera.

Él no dijo nada y escuché el ruido de la puerta al cerrarse. Estando solo en la oscuridad de la enfermería, lloré tratando de desahogar todo el dolor que consumía a mi triste corazón.

Continuará...