PSYCHO IN LOVE

Olvidarte

Zhan después de mucho por fin abre las puertas de Neverland, no quería sus pacientes dejaran a un lado sus terapias.

Un día como cualquier otro se alista para irse al trabajo con su amigo, Zhan decidió que Dylan podría estudiar dentro de Neverland para que aprendiese un poco más a su lado.

— Chicos hay que irnos o se les hará tarde — mira de su reloj
— No me lo creo, trabajaré en tu hospital ¡Esto es increíble! — sonríe de oreja a oreja
— Claro que sí, después de todo tu me ayudaste a enfrentar mi depresión y ahora se que estás más que listo para trabajar en Neverland — ríe suave
— No fue nada Zhan, yo solo quería que no estuvieses encerrando en un cuarto sufriendo porque ese no es al gran Xiao Zhan que conozco — sonríe
— Bueno, bueno ya, los cumplidos serán para después Zhan, Dylan suban al auto — interrumpe y ambos ríen

Al llegar todo marchaba como antes, Zhan se encontraba en su oficina arreglando pendientes del hospital, Darren estaba con sus pacientes y Dylan solo miraba a su lado.

Zhan paso de asuntos del Hospital a revisar las correspondencia, miraba cada una de las cartas cuando una de ellas llamo su atención.

— ¿Familia Kim?¿Serán pacientes extranjeros? — abre el sobre

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Saludos Neverland:

La familia Kim les da una gran invitación por parte de nuestro hijo menor que se casara este sábado, será llevada a cabo en Corea, todos ustedes están invitados.
Mi hijo, el joven Kim Hongjoong se casará con mi nuevo empresario Wang Yibo.
Esperaremos de su presencia.

Kim Jaejoong.
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— ¡¿Que?! ¿Hace dos semanas que se casó?... No, no es posible, él no puede casarse, él... — tira la carta cubriéndose el rostro con las manos llorando en silencio. Ahora entendía por qué quería marcharse sin él, Yibo estaba comprometido y solo lo uso para que lo curará y por fin sea feliz con su ahora esposo — Soy un estúpido, como no pude fijarme en su plan, soy un idiota por haber confiado en un mafioso como él, claro, el contrato a alguien para golpearme y atarme solo como una excusa más para poder irse - solloza.

No escucho el momento que abrieran su puerta o que tenía alguien a su lado, pero no le interesaba, el seguiría llorando hasta más no poder.

— Zhan no saques tus conclusiones tan a prisa, ¿Que tal que no es así? — acaricia su cabello
— Tu que sabes, déjame en paz Darren — entierra su rostro en la almohada
— No soy Darren — lo mira

Zhan se levanta volteando a ver a la persona que tenía a su lado, efectivamente no era Darren, era Dylan.

— Lo siendo Dylan, pero es que hablas como si fueras Darren — baja la cabeza
— Si me han dicho, no te preocupes, pero es cierto lo que digo, quizá no se casó porque haya querido — sonríe
— Dylan, Yibo no es de las personas que se casan porque si, en verdad dudo mucho que lo hiciera por obligación — suspira
— Bueno si es así ya no lo busques, ni le llames, ni sufras por él, porque lo único que ganarias es lastimarte a ti y eso no quiero — lo abraza

Y eso fue lo que hizo, lo fue borrando de su vida lentamente.

Decidió entregarse a su trabajo por completo, ahora no solo era conocido en China sino que ahora lo conocen varios países extranjeros como uno de los mejores psiquiatras, ganando así grandes sumas de dinero, al igual que su Hospital, la mayoría de las personas desean internar a sus familiares allí porque saben que estarán en manos de los mejores Psiquiatras tanto que tuvo que mandar a construir tres pisos más al edificio, pues ya no había cupo para más.

Y así pasaron los años, cuatro para ser exactos, Dylan al fin pudo graduarse y ahora trabaja para Neverland siendo uno de los psiquiatras más aclamados entre el Hospital al igual que su hermano mayor Darren, también decidió seguir el camino a la psiquiatría aún que de vez en cuando le gusta visitar las clases de cocina.

Zhan y Dylan se volvieron mas cercanos como si fueran hermanos, ahora los tres eran inseparables, se mudaron en una casa más grande un poco lejos de la ciudad.

Yibo pudo ser jefe de las grandes empresas del Señor Kim siendo ahora su mano derecha junto a su esposo Hongjoong, su único detalle fue que a veces arruinaba muy buenos tratos con empresas poderosas solo por pequeños detalles que no le parecían, Yibo estaba harto de él pero no le quedaba otra opción.

No paso un día que no le ordenará a Haoxuan investigar sobre el paradero de Zhan o al menos en si estaba vivo, claro que eso siempre lo hacía siempre que no estaba el menor cerca de él.

Yibo y Hongjoong estaban a punto de cerrar un trato cuando de pronto el pelirrojo estalla de furia.

— ¡Señor no voy a permitir que me trate de esa manera, mi esposo ya no firmara sus estúpidos papeles por faltarle al respeto a un Kim! — toma de la mano a Yibo sacándolo de aquella oficina. Yibo no soporto más poniéndolo contra el muro acercandose bruscamente a él hasta tocarse sus narices .

— ¿Que crees que estás haciendo Hongjoong? Acabas de echar a perder un muy jugoso trato solo por tu orgullo — frunce el entrecejo
— ¿Prefieres que me falte al respeto que romper un trato con él? Su estúpido dinero no me interesa, podemos encontrar a alguien muchisimo mejor que ese tipo — responde
— Entonces a la próxima recuérdame de no traert-...

El sonido de su teléfono hace presencia en aquel momento interrumpiendo el pleito entre ambos, sin embargo el no tenía planes para revisar su celular hasta acabar con la discusión pero luego observó atrás del menor en las escaleras dónde estaba Haoxuan que lo observaba haciendo una seña en que debía revisar su celular. Yibo saco el celular de sus saco mirando el mensaje que él le había mandado.

Ahora
[Haoxuan]
Ya encontré la ubicación del Doctor Zhan 😉👍

Yibo estaba tan feliz que sonrió de oreja a oreja olvidándose que estaba el menor al frente desvaneciendo poco a poco su sonrisa transformando la en un rostro inexpresivo, luego de eso Yibo no dijo nada más dejandolo ahí y retirarse con su amigo. Hongjoong se quedó confundido mirando a Yibo marcharse, quería detenerlo pero no quiso causar que de enojara más así que decidió no seguirle.

— Llévame con él — sonríe, Haoxuan asiente bajando las escaleras dirigiéndose a la salida.
— Me tome la pequeña libertad de comprar los boletos antes de decirle — comenta
— Perfecto ese es mi amigo — le mira de lado sonriendo