Hechizo II

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"Lo inesperado puede ser preocupante"

Corría a toda prisa, la orden había sido que llamara al rey cuanto antes y que se dirigiera a la habitación del pequeño príncipe, pues había sucedido algo que nadie esperaba y era de suma importancia que el monarca lo viera con sus propios ojos.

Llegó al estudio real, la sirvienta sabía que generalmente allí se mantenía el rey, ya que tenía que estar planificando las defensas del reino, por si las brujas decidían atacar otra vez. Dudo por unos momentos antes de ingresar ya que todos tenían prohibido hacerlo, al menos de que sea algo muy importante, pero rápido recobro el coraje, después de todo, esto podría ser la más grande noticia luego de tantos años.

Justó cuando abrió la puerta los guardias la detuvieron en el acto.

— ¡Su Majestad! — gritó un poco fuerte denotando su ansiedad y nerviosismo.

Rápidamente el rey apartó su vista del mapa para fijarse en la persona que había osado entrar sin ningún permiso y le dedicó una mirada severa. La joven tembló ante esa aura imponente y sus piernas empezaron a temblar sin control. Pero aun con el riesgo de ser castigada volvió a llamar con más fuerza olvidando casi por completo todos los protocolos.

¡Rey Endeavor! venga pronto... el príncipe... la reina.

Esas palabras fueron suficientes para que el hombre se levantara abruptamente y partiera cuanto antes seguido de cerca por sus guardias. Se apresuró hacia la habitación de Shoto, sus manos empezaron a sudar y un miedo embargo su corazón, ya había perdido a sus otros hijos por las brujas, siendo su hijo más pequeño el único que le quedaba, por eso temía de que algo malo hubiera sucedido. Rei ya no podría soportar ese dolor una vez más y él tampoco estaba seguro de poder hacerlo.

Aventó la puerta algo desesperado, pero para su asombro la habitación estaba totalmente tranquila, su esposa, la reina, se hallaba sentada en la silla mientras cargaba a un pequeño niño de ahora cinco años, pero había algo que particularmente captó su atención y eso era las flores que sostenía el infante, eran crisantemos blancos, los favoritos de Rei, pero la diferencia era que estos estaban... congelados.

¿Cómo podía ser posible? nadie en este reino tiene la capacidad de hacer ese tipo de hechizos, pues todos eran humanos y ya no existían los... brujos.

Abrió sus ojos con total sorpresa y se acercó a su esposa.

Rei

— Enji... nuestro hijo... hizo esto — habló un tanto preocupada a la vez que le enseñaba aquella flor, ni siquiera ella creía lo que había dicho, pero era imposible negarlo, pues fue testigo de ello.

Rei no creo...

Te digo la verdad Enji — insistió.

Pero, si eso es cierto, entonces Shoto puede ser un...

Brujo.

El escándalo logró regresarlo a sus sentidos, recuerda haber visto a alguien antes de volver a desmayarse, se sentía tan débil que no pudo evitarlo, sinceramente odiaba que no pudiera mantenerse despierto más tiempo.

El ruido que lo había despertado parecía ser de una pelea, podía escuchar de fondo la risa insoportable de la bruja y el sonido de una espada, quería saber qué pasaba, pero estaba realmente agotado que ni siquiera podía abrir los ojos aún cuando ya estaba consciente. Intentó moverse, pero también falló en hacerlo.

De repente algo estalló a su lado, sintió como su mano derecha ahora estaba libre y con la poca fuerza que reunió por fin abrió sus ojos y fue cuando vio como un joven vestido de negro, luchaba contra la bruja, lo preocupante fue que él no parecía tener la ventaja. Las brujas siempre han sido despiadadas, él lo ha vivido incontable veces a lo largo de su vida.

Corazón de Brujo [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora