Hechizo IX

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"El miedo nos hace presos de nosotros mismos"

Su consciencia regresaba como un fuerte golpe que le impedía descansar como quería, sin embargo, lejos de sentir el duro suelo debajo de él, había una superficie suave y cálida, a pesar de la comodidad, eso lo alertó y decidió levantarse de manera rápida, algo que provocó que se mareara al instante.

—Tranquilo, estás a salvo aquí — sonó una voz masculina que no reconocía, subió su vista y se encontró con un hombre alto de pelo oscuro, no obstante, era difícil distinguir cualquier rasgo característico, pues algo que llamó su atención fue que este tenía la mitad del rostro cubierta, sumado a que adentro estaba bastante oscuro como para poder distinguir algo sobre su aspecto.

Pero aun con todas esas alarmas que apuntaban que ese hombre es alguien sospechoso y que no debía confiar en él, prefirió no darle tantas vueltas al asunto y dejarlo pasar, ya que se sentía tan cansado.

Si bien, ese hombre no es una bruja, no puede decir que realmente sea alguien bueno, supone que esta experiencia lo ha vuelto algo paranoico y no era para menos, no tenía ni idea qué tan lejos estaba de lo que alguna vez fue su hogar, por no decir que desconocía por completo que tanto tiempo estuvo inconsciente.

—Debes tener hambre. Ten, todavía está caliente — el hombre extendió un plato que contenía una humeante sopa, el olor por supuesto despertó su apetito y fue inevitable que este rugiera reclamando con urgencia que ingiriera los alimentos.

El repentino ruido provocó cierta vergüenza en él, pero el hombre se limitó únicamente a reírse un poco, para después ponerle la comida al frente.

Shoto sentía cierto temor, si bien estaba deseoso por comer, no sabía si esa sopa tenía algo más, algo perjudicial.

El hombre vio sus dudas.

—No te preocupes, no tiene nada — Le aclaró, pero si bien él lo decía, no significaba que fuera cierto.

—Si eso es verdad, pruébalo tu primero — contestó.

Un suspiró.

—Yo no puedo.

—¿Por qué?

—Mi rostro está cubierto por algo, Shoto.

—¿Sabes mi nombre? — preguntó sorprendido.

—Si — fue una respuesta corta y tajante —Es mejor que comas, te juro que no tiene nada malo, de haberte querido muerto, te hubiera matado allá en el bosque donde te encontré — bueno, lo que decía tenía lógica para el brujo.

Ya no siguió dudando, más porque su estómago volvió a rugir, algo que hizo que tomara con prisa el plato y empezará a comer con cierta desesperación.

No sabía si era por el hambre, o realmente estaba deliciosa esa sopa, pero no pudo parar hasta que no quedo nada. El desconocido al ver que había terminado tomó el plato y fue por más, algo que agradeció Shoto que siguió comiendo con entusiasmo, no obstante, aunque ya había descansado un poco todavía se sentía bastante agotado, por no decir, que el golpe en la cabeza todavía lo incomodaba, entonces se volvió a dormir.

Cuando volvió a despertar, el ambiente era diferente, tenía la sensación de que era el único que estaba allí, sin esperar más se levantó y exploró la pequeña cabaña; los muebles de la sala y comedor lucían antiguos y desgastados, la pequeña cocina no tenía nada exceptuando la pequeña olla donde seguro se había cocinado la sopa, pero que ahora estaba vacía, la habitación donde recién acababa de salir a penas muebles, salvo la cama y una pequeña mesa donde quedaron los platos que había utilizado antes, era evidente que aquí no vivía nadie desde hace años, entonces...

Corazón de Brujo [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora