Cada que Osamu despertaba su vida se iluminaba al ver a la persona que más amaba en el mundo junto a él en la misma cama, pero algunas veces se sentía mal al saber que la persona con la que despertaba todos los días era alguien con un rostro exactamente igual al de el.
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Ambos hermanos llevaban una relación romántica desde hace 2 años, para todo el mundo eso sería algo totalmente repugnante y por eso no podían permitir que alguien lo supiera. Así que mantenían su relación en secreto, había días en los que dolía esa decisión pero había otros en los que recordaban por qué era la mejor que habían tomado desde que tenían conciencia. Su amor prohibido era llevado acabó desde la intimidad de su hogar, cuando estaban en casa se podían permitir las caricias, unas caricias discretas e inocentes ante los ojos de sus padres, pero cuando llegaba la noche y con ello la tan esperada hora para dormir era que el gran amor que se tenían por el otro podía salir y se entregado en su totalidad hacia su amado. Esos momentos eran los más preciados para ambos, sentir los labios del contario besarlo con tanto amor era hermoso, posar sus brazos en las caderas de su hermano hacerlas viajar y recorrer cada centímetro de ese cuerpo que conocía a la perfección y que a pesar de eso cada día de su vida esperaba el momento de hacerlo suyo era lo único que quería en su vida.Desde que ambos se confesaron y comenzaron una relación poco convencional vivían la increíble dicha del amor, de amar y de ser amado en la misma magnitud al igual que todo lo que esté relacionado con ellos y aunque eso era un sueño también había días dónde se volvía pesadilla. Tener que esconder su amor del mundo y no poder demostrarlo como las demás personas a su alrededor era el precio que ambos decidieron pagar a cambio de la dicha que le entregaba poder sentir el cuerpo y amor de la persona que llevaba toda su vida junto a él.
El día presente no sería la excepción, osamu como casi todos los días despertó primero, miró a su hermano y con una increíble dulcera lo arropó para que durmiera un poco más, el por su parte se sentó en la orilla de la cama después de abrir las cortinas de la ventana de su habitación. Después de unos 10 minutos se dispuso a levantarse y tomar un baño, pero en el momento que quiso levantarse unos brazos totalmente conocidos lo rodearon por la espalda posando se en su cintura para comenzar a subir poco a poco hasta llegar a su cuello y sentir el aliento y labios de Atsumu en su cuello, luego en su oreja y al último en la zona donde habitaba una pequeña marca hecha la noche anterior. Antes de poder voltear y ver a la persona que le daba los buenos días sintió como su cuerpo caía hacia atrás de nuevo a la cama y luego un cuerpo de posaba sobre el suyo, era atsumu, con su cabello totalmente revuelto y solo con una camiseta que pertenecía al teñido de gris.
- ¿Planeabas dejarme solo Samu? Sabes que mis padres no estarán el fin de semana así que podemos aprovechar estos días para nosotros dos ¿No crees?
- Primera son "nuestros" padres Tsumu y segunda, no te iba a dejar solo me iba a dar un baño para luego bajar a preparar el desayuno, tenemos que comer.
- Está bien pero y yo ¿que haré? Esperarte aquí en nuestro lindo "nidito de amor" para comer y después repetir lo de anoche?
- Claro que no idiota, te vas a bañar y ayudarme a limpiar la casa. Luego podemos regresar a ver una película o salir a comprar cosas no todo se trata de sexo ¿sabes?.
- Sabes que te gusta.
- Te odio.
- Si, si yo también te amo Samu.
Osamu tal vez podía llegar a odiar los días en que no podía demostrar el amor que tenía por el idiota que tenía por hermano, pero días como esos en donde solo eran ellos dos eran los que le gritaban a todo su ser "Esto es lo correcto, amar a Atsumu es lo mejor que pasó"
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Relación poco Convencional
Fanfic💥ADVERTENCIA💥 Está historia si trata de los gemelos Miya, pero no de la manera Convencional. Si no te gusta solo ignorarlo y evita hacer comentarios. •Mini historias. (La mayoría de tres capítulos) Si estás interesado solo ingresa y disfruta.