Tanabata (Prólogo)

350 38 6
                                    

[Osamu x Atsumu]
Probablemente sin +18.

7 de julio, el día del Tanabata.
El día más romántico de todo el año, celebrado con una gran festival para honrar a los enamorados. Un día lleno de magia amorosa según las lenguas juveniles, donde todos tus deseos de amor se cumplirán.
En esta época del año, es tradición escribir los deseos del Tanabata (conocidos como tanzaku) en tiras de papel de colores y colgarlos en los árboles de Tanabata, hechos de ramas de bambú. La gente también decora sus casas y espacios públicos.

Motivados por la leyenda de los jóvenes amantes condenados a no poder estar juntos, las personas se reúnen el único día que se les fue permitido verse, para bendecir sus romances, esperando que su amor sirva aunque sea un poco para darle esperanza a aquéllas almas enamoradas.
Esperando que su amor pueda durar para la eternidad, sin importar los obstáculos o adversidades que puedan haber en el camino de las  parejas.
.
.
.
En el distrito de kyoto, todos se preparaban para el anhelado festival. Decoraciones, regalos, sorpresas y preparativos para hacer de ese día uno inolvidable. Para los jóvenes japoneses esos días eran de gozó, todos aquellos enamorados se emocionaban ante la idea de poder "hechizar" su amor para toda la eternidad. Los jóvenes solteros esperaban tener una oportunidad de ser correspondidos y/o tener suerte buscando a su alma gemela. Todos sin duda estaban más campantes y hormonales que en cualquier otra festival, el amor se respiraba y volvía liviano el estrés de la rutina. Pero Miya Atsumu no compartía la misma dicha que todos a su alrededor.

¿La razón?, Bueno si estaba enamorado, pero las normas religiosas y morales construidas por las generaciones, decían que estaba mal.
Llevaba 3 años perdidamente enamorado de su hermano, un retrato tragón de su persona, un ser flojo y medio pesimista que siempre ha estado con él, en las buenas y en las malas. Que ante todo pronóstico se hizo un espacio en su corazón de la manera que se suponía debía ocupar la o el dueño de su vida.
¿Cómo sucedió esto?, ¿Cómo llegaron esos sentimientos?, ¿Por qué demonios no quiere hacer nada para olvidarlos?
...¿Por qué aún tiene una esperanza de estar a su lado?

Cada año se hace esa pregunta, cada día se levanta sintiéndose una basura por los pecaminosos sentimientos que brotan de su corazón, verlo todos los días no le ayuda y saber que su hermano es abiertamente gay le tortura. Porque sabe que no podrá amarlo, que aunque tiene una mínima oportunidad nunca se fijaría en él,  que algún día llegará un chico apuesto para llevárselo lejos sin darle la posibilidad de tocarlo o besarlo mínimo por una vez. Pero no lo juzgaba, ¿Quien más se enamoraría de su hermano y encima de su gemelo?.
Bueno, mientras Atsumu se hacía esa pregunta cada segundo de cada día de la semana todos los años, no se daba cuenta que la respuesta a su pregunta era la persona que compartía genes idénticos, una persona que era un poquito menos idiota que él y que llevaba años frustrado ante la estupidez de su hermano por no hacer nada.
La paciencia de Osamu se estaba acabando y los sentimientos le estaban asesinando, pero aún si no resultaba quería hacer algo, quería intentarlo al menos una vez. Quería confesarse y arriesgarse por algo contra la reglas, quería amar "libremente" al cabeza hueca que duerme en la habitación de a un lado. Sabe que le será difícil, sobre todo porque ya está harto de que no se haya dado cuenta de las mil señales que ha tirado y de las veces que ha intentado seducirlo. Pero bueno, sería su último intento, el Tanabata era perfecto y si de plano no lograba nada entonces estaba dispuesto a enterrar sus sentimientos y avanzar, sin importar el miedo que eso le provocaba.














Buenas a todos, perdón por la ausencia.
Espero que me puedan acompañar a esta nueva mini historia y que la disfruten.

Relación poco ConvencionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora