4. ¿Qué más vendrá?

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Después de haber salido del campo de americano —luego de haber hablado con Steven— al llegar a la puerta notó que Jack la esperaba. Al salir de ahí decidieron ir a caminar al parque para poder charlar y comer helado a gusto, pasados varios minutos se dirigieron a sus casas, durante el transcurso del camino Girasol se mantuvo algo callada y Jack lo notó. Aquella charla que habían tenido la hizo ponerse así, pero no quería que su mejor amigo lo notara; lo cierto era que todavía le seguía doliendo todo aquello que pasó con Steven y el simple hecho de ver a Maxwell le hacía recordar absolutamente todo.

Cuando llegaron a la casa de Girasol, antes que ella se despidiese de su mejor amigo y entrase a su casa, Jack la detuvo.

—No recuerdes lo malo, Gi.

— ¿Por qué dices eso, Jack? —preguntó Girasol, confundida y a la vez tratando de ocultar su estado de ánimo.

—Por qué eres hermosa.

Girasol que veía atenta a su mejor amigo sonrió al escuchar sus palabras y bajó su mirada al sentir como sus mejillas agarraban un color rojizo.

— ¿Y eso que tiene que ver, Jackson?

—No lo sé, simplemente quería decirlo... —se encogió de hombros.

—Siempre sabes qué decir y sabes que te quiero, ¿no?

Jack sonrió satisfecho al escuchar la declaración de su mejor amiga y se despidió. Al llegar a su habitación Girasol se cambió de ropa y se acostó en su cama. No quería seguir recordando, quería hacer algo para que tan siquiera olvidara un poco. O todo. Así que se paró de su cama y comenzó a buscar entre sus estantes algún libro que le llamase la atención y entre los tantos libros que tenía encontró aquella foto; ahí estaban los dos abrazados y se veían tan felices. Sin que lo viera venir, se echó a llorar. Extrañaba pasar tiempo con él pero también lo extrañaba a él. Sí, lo aceptaba, nunca iba a olvidarlo.

—Si tan solo todo aquello no hubiese pasado... —susurró Girasol entre sollozos.


*


En cuanto Steven llegó a su departamento, estacionó su motocicleta y sacó su celular.

—No me creo que estoy haciendo esto.

Desbloqueó su celular y marcó. Primera tonada.

— ¿Sí?

Se mantuvo callado.

— ¿Quién habla?

Y colgó. Suspiró, caminó hacia la puerta de su departamento y se sentó en la pequeña silla que había afuera. Estaba aburrido y a la vez enojado. «Isabella se ha pasado», pensó Steven. Y bueno, era por eso que se mantenía alejado de los demás, porque todos eran unos falsos. Se quedó varios minutos pensando en que hacer, en qué no hacer, que quería y que no, en quienes lo querían todavía a su lado y en quiénes quería él a su lado. Su celular sonó sacándolo de sus pensamientos y leyó el mensaje.

"Alza la mirada".

Frunció el ceño sin embargo hizo lo que el mensaje le decía y ahí estaba la persona que menos esperaba.

— ¿Qué haces aquí, Jack?

—Que te importa.

Steven sonrió.

— ¿A qué viniste?

—Por Girasol.

— ¿La vez por aquí? ¿O qué?

GirasolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora