8. El antiguo Steven.

2.9K 194 54
                                    

Flashback, 12 de Abril.

Desde el primer día que la vio en el aula para presentar exámenes, le gustó; ver aquella chica tan inocente y a la vez con clase hizo que su mujeriego, egocéntrico y playboy corazón se interesase en ella. «Ella será mía, sea como sea», pensó Steve. Cuando el pelinegro se ponía como objetivo conseguir una chica nadie le quitaba de la cabeza aquella idea por nada en el mundo, ya que sería un trofeo más en su lista y obviamente su reputación aumentaría.

Sin saber nada de ella comenzó a hacer sus propias suposiciones; creía que ella era un hueso duro y que nunca le haría caso, que era una matadita, una nerd, una come libros y que solo le interesan sus calificaciones o que era todo lo contrario de las dos primeras suposiciones.

— ¡Maxwell! —gritó alguien.

Reaccionó y se encontró a su mejor amigo. Se encontraban en descanso mientras que el coach regañaba a otros jugadores por no haber hecho el entrenamiento.

— ¿Qué?

—Deja de mirar a esa vieja que está buenísima.

Steven sintió algo de molestia al escuchar las palabras de Patrick.

—Ella será mía —dijo Steven.

Quería que ella solo fuera de su propiedad y no de Patrick. A menos que... hicieran una apuesta y qué ganara el mejor.

— ¿Estás bromeando?

—Yo nunca bromeo.

Patrick sonrió.

—Qué lástima, porque también quiero que sea mía.

Steven soltó unas carcajadas, luego se calló y miró con seriedad a su mejor amigo.

—Dos meses.

—Un mes —dijo Patrick.

Steven se quedó pensativo.

—Hecho.

Estrecharon sus manos y cerraron la apuesta. Steven sonrió triunfante, sabía que ganaría otra vez, siempre ganaba contra Patrick pero a pesar que siempre hacía apuestas ninguna mujer intervenía entre su amistad, sin embargo Patrick no pensaba eso, porque haría todo lo posible para ganar esta vez, sin importar las consecuencias y es que en verdad quería que aquella chica fuera solo de su propiedad. «Que comience el juego», pensaron ambos.

Steven caminó hacia donde se encontraba la chica y sin preguntarle se sentó a su lado.

— ¿Alguna vez has pensando en participar en algún concurso para modelaje?

La chica quien miraba las acrobacias de las porristas volteó al escuchar aquella pregunta tan estúpida.

— ¿Alguna vez has pensando en participar en algún concurso para idiotas?

«Segunda y tercera suposición, descartadas. Era un hueso duro», pensó Steven. El pelinegro suspiró rendido, tendría que empezar desde cero con tácticas menos utilizadas o simplemente ir despacio.

—Esa fue buena.

—Y la tuya un asco.

Chica 2, Steven -1. «Un mes no me bastará», se lamentó Maxwell y en seguida se arrepintió.

—Cuando nos conocimos el día del examen pensé que eras una buena chica

—Es bueno saber que no fui la única que pensó algo acerca del otro.

GirasolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora