diez.

5.1K 623 87
                                    

A la mañana siguiente, Bang Chan había despertado porque algo estaba dándole comezón en su nariz, algo peludo y con olor a alguna fruta que no reconoció

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A la mañana siguiente, Bang Chan había despertado porque algo estaba dándole comezón en su nariz, algo peludo y con olor a alguna fruta que no reconoció.

―¿Qué?... ―Bang Chan abrió sus ojos lentamente, presa aún del sueño, frunció el ceño al ver que tenía al chico gato abrazado a su torso, con su cabeza recostada en su pecho y sus orejas picándole la cara―. Aléjate de mi, peludo... ―Bang Chan talló sus ojos, moviéndose un poco para lograr que el gato se moviera de sobre él, pero no se movió ni un centímetro, al contrario, se acurrucó más a él, dejando sus molestas orejas más cerca de su rostro, y emitiendo un cálido ronroneo―. ¡Que te muevas cosa fea! ―Bang Chan exclamó, asustando a Felix porque había gritado muy cerca de sus orejas.

El recién despertado se sentó en la cama, bostezando y estirándose con comodidad. Había dormido muy bien, después de mucho tiempo había de nuevo abrazado a alguien al dormir, y no a los peluches que tenía en casa de Jeongin.

―Buenos días Bang Chan hyung... ―dijo con una sonrisa, después de darse la vuelta sobre el colchón para ver a su dueño.

―Tus orejas feas me picaban la nariz ―gruñó. Felix tocó sus orejas, acicalándose, un poco avergonzado, bajo el regaño de Bang Chan.

―Lo siento... ―se disculpó sincero. Bang Chan bufó.

―Además me abrazaste, eres muy extraño... ―agregó sentándose en la cama, después de haberse desenvuelto de las sábana.

Felix lo miró curioso. Para él los abrazos no eran extraños, a veces no podía comprender porque para otro sí. Entendía eso del espacio personal, pero él no puede evitar querer abrazar, le gusta la cercanía, no es un gato huraño, y disfruta del contacto.

―¿No te gustan los abrazos?

―No, además me acabas de conocer ayer y ya dormiste conmigo y me abrazaste mientras estaba desnudo. ―Felix movió su cabello, rascándose un poco, él no miraba nada de eso malo.

―Bueno, disculpa si te incomodé mucho... ―Felix sentía que disculparse era lo único que podía hacer, nunca había convivido con una persona que se molestara por convivir.

―Ya, da igual... ―habló Bang Chan para salir del tema. Se levantó de su cama y sintió frío en todo su cuerpo desnudo y sólo cubierto por un bóxer. Se dirigió a buscar ropa en un mueble frente a la cama, siendo consiente de que todos sus movimientos eran atentamente seguidos por la mirada curiosa de Felix―. Bueno, ¿y qué tú no haces algo más que mirarme? ―habló, cortando con el silencio que se había extendido. Felix se sobresaltó, sin saber qué contestar―. Voy a bañarme, tu ve por ahí, a hacer cosas de gatos, qué se yo...

Felix asintió, se levantó y siguió a Bang Chan hasta la puerta. El mayor se detuvo haciendo que chocara con su espalda. Se dio media vuelta y lo miró serio.

―No rompas nada, ni andes mordisqueando algo por ahí, ni hagas pipí en el suelo ―le ordenó señalándolo con su dedo índice larguirucho.

Felix asintió varias veces ante cada orden, preguntándose quién creería Bang Chan que era, ¿quién se haría pipí en el suelo a su edad? Él ya pasó esa etapa.

Bang Chan caminó hasta encerrarse en el baño, y Felix salió de la habitación. Se dirigió a la cocina, pensando en que si hacía algo de comer para Bang Chan no le molestaría. Se sintió suertudo de que Jeongin fuese un dueño atento que se tomó el tiempo de enseñarle muchas cosas qué hacer en casa, como limpiar y cocinar. Sólo le enseñó lo básico, podía hacer un desayuno simple para Bang Chan, Jeongin nunca lo dejaba usar aceite o cuchillos, así que sería algo bastante sencillo.

Mientras que Felix se entretenía en la cocina, Bang Chan había salido del baño silenciosamente de regreso a su habitación, tomó su celular y marcó rápidamente a Changbin.

―Buenos días Bang Chan. ―Bang Chan negó, conteniendo las ganas de gritarle hasta de lo que moriría.

―¿Y qué se supone que tienen de buenos, mocoso? ―Bang Chan escuchó una risa de parte de Changbin, y eso solo le causó más ganas de asesinarlo―, ¿por qué has traído un feo chico gato a mi casa, estúpido?

―¡Felix no es un gato feo! Es muy bonito.

―Si es tan bonito por qué no te lo quedaste tu, ¿eh?

―Es que tu lo necesitas más, yo solo quería ayudarte... ―Bang Chan suspiró, conocía todo el sarcasmo que Changbin estaba usando.

―Tu querías burlarte de mi, eso querías narizón.

―Bueno, dime quién tiene más para burlarse, ¿yo o el que quería invocar a un demonio?

―¡Solo era una broma! creí que me detendrías a tiempo. Ya superé lo de mi ex.

―Y así lo hice, hyung. Ahora tienes a un lindo y dulce gatito, evité que te poseyera algún ente por ser virgen.

―Ay, no soy virgen, ya cállate ¿si?... ―Bang Chan bufó y cerró sus ojos. Changbin había soltado una risa del otro lado de la línea―. sólo ven en un rato. ―pidió, para después colgar y arrojar el celular a la cama.

Felix había escuchado toda la conversación, y cuando escuchó los pasos de Bang Chan acercarse a la puerta salió corriendo silenciosamente de regreso a la cocina.

Felix había escuchado toda la conversación, y cuando escuchó los pasos de Bang Chan acercarse a la puerta salió corriendo silenciosamente de regreso a la cocina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

gracias por leer ♥

gato malo › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora