gato malo › chanlix

treinta y cinco.

Chan estaba buscando entre su ropa colgada en el closet, el suéter más grueso que tuviera, porque su jefa lo había llamado justo después de que él se había puesto su pijama, pidiéndole que se reunieran en el restaurante que quedaba a un lado del supermercado donde trabajaba.

-Pero hoy es sábado hyung... - Felix miraba a Chan, estando envuelto desde la cama con demasiadas cobijas, además de un suéter grande, guantes y un gorro. Sí hacía mucho frío, pero Chan había pensado que estaba exagerando, aunque al final le dio igual.

-Ya lo sé, solo me dijo que quiere platicar de algo importante que me beneficiará, o algo así... - Chan estaba ahora abrochando las cintas de sus tenis, deseando que se tratara de un aumento o un ascenso a rey de todos, eso sería bueno.

- ¿Qué crees que sea?

-Ojalá una mansión en Miami, no lo sé Minie, esa señora está llena de sorpresas... - Chan soltó un largo suspiro una vez que su puso de pie, totalmente vestido. Miró a Felix perdido entre las cobijas y sonrió. -hablo en serio, está llena...

-No seas grosero... - Felix había evitado reír, fracasando en el intento porque Chan había extendido sus manos a sus lados y dado pasos lentos, fingiendo ser su jefa -es muy amable con nosotros y tu te burlas de ella...

-Ya, ya, lo siento, soy muy mala persona - Chan caminó hasta la cama y se dejó caer sobre las cobijas, rodeando a Felix entre sus brazos y dejando sus rostros cerca. -no sé cuánto tarde, pero no me enojaré si te quedas dormido.

-No, voy a esperarte, quiero dormir contigo. Miraré televisión - dijo con una sonrisa. Sus planes antes de que la jefa de Chan marcara, eran pasar el resto de la tarde mirando películas, ya que el fin de semana era el único tiempo que tenían totalmente para ellos dos solos a pesar de vivir juntos.

Retomaron sus días, y Felix acompañaba a Chan al supermercado, ahí no resultaba ético ni cómodo para los clientes que estuvieran besándose o demasiado juntos. Cuando llegaban a casa estaban cansados y algunas veces recibían a Changbin o a Hyunjin, tampoco era como si pudiesen hacer mucho frente a ellos, en especial con Changbin que decía que los grabaría y enviaría la evidencia a Jeongin acerca de que Chan pervertía a su bebé.

Aprovechaban sus mañanas, y sobre todo sus noches, Chan podía notar que Felix tenía una pequeña obsesión con abrazarlo durante toda la noche, y despertar mirándolo muy temprano. La respuesta era la misma: "me gusta mucho verte dormir hyung". Chan descartó los posibles pensamientos psicópatas, porque no le molestaba para nada que Felix lo viera dormir, si lo despertaba con besos dulces.

Ahora, los días de descanso en verdad los cuidaban. Alguna vez fueron al parque, Felix conoció otros lugares donde comer, y estaba feliz de que Chan en todo momento lo sostuviera de la mano, aún cuando algunas personas los miraban extraño, aún cuando él alcanzaba a escuchar palabras que Chan no, comentarios prejuiciosos que los juzgaban. Comentarios que al final del día se atrevía a contar a Chan, porque entonces era consolado entre sus brazos.

-Puedes llamarme si algo pasa hyung... - Felix habló. Chan frunció el ceño.

- ¿Qué podría pasar? No seas dramático - la verdad era, que como ahora la mayor parte del tiempo, por no decir siempre, lo pasaba con Chan, le preocupaba un poco que cambiara eso. Aún cuando era solo un momento, estaba siempre presente ese miedo de alejarse de él. Las malas experiencias te enseñan a estar alerta, y Felix no quería seguir siendo abandonado, mucho menos por Chan, ya no podría soportarlo, no por él.

-Bueno, pero... igual puedes llamarme, para cualquiera cosa - insistió encogiéndose de hombros. Chan asintió, miró cómo el gorro de color gris cubría su cabeza hasta la mitad de su frente, y sonrió porque era suyo. Recargó su frente en la de él y se permitió acariciar sus mejillas después de haber cerrado sus ojos. No era el mejor en ser romántico, aún estaba aprendiendo, pero su esfuerzo valía mucho para Felix.

-Vuelvo en un rato - el susurro de Chan le acarició los labios, lo miraba atento porque él no había cerrado sus ojos como Chan, le gustaba demasiado como para perdérselo. -no me extrañes mucho - Chan lo miró con una sonrisa y se separó un poco para examinar su expresión. Felix había recorrido la mirada hasta sus labios, tuvo que sonreír, y dejar un beso tronado en su frente, para levantarse de la cama y caminar hasta la puerta.

-Ya te extraño - Felix se quejó, envolviéndose más entre las cobijas, escuchando cómo la risa de Chan llenaba la habitación, y sobre todo, ignorando el desánimo que le provocó el hecho de que Chan no lo hubiese besado en los labios. Él esperaba un beso en los labios.

Cuando su mente terminó de trabajar, se percató de que ya era tarde como para pedirle a Chan que regresara y le diera un beso en los labios, porque ya había salido por la puerta del departamento.

Muchas gracias por leer<3