Cuando Felix abrió sus ojos, el sol le incomodaba mucho más que otras mañanas, tenía calor y sentía algo extraño en su cuerpo, se percató inmediatamente del aroma de Chan entre las sábanas y entonces recordó lo que había pasado anoche.
La sangre se le subió repentinamente al rostro por la vergüenza que lo atacó, se levantó de un salto de la cama y miró a su alrededor. Se encontró con que Chan estaba de pie a la orilla de la cama, mirándolo con los brazos cruzados. Entonces todo dentro de Felix tembló.
Felix rápidamente se sintió invadido por un sentimiento de miedo mucho más fuerte, algo como su vergüenza y su temor mezclados, provocándole una amarga sensación, al momento de que sus ojos se cruzaron. Incapaz de reaccionar de otra forma, lo único que pudo hacer fue levantarse y correr fuera de la habitación hasta el baño para encerrarse, la única solución que había encontrado era huir. Chan intentó alcanzarlo, pero cuando lo hizo ya tenía la puerta del baño estampada en la cara.
- ¡Felix! sal de ahí... - Chan intentó abrir la puerta, pero Felix le había puesto seguro.
- ¡No Chan!... ¡lo siento, lo siento, lo siento! - Felix se había refugiado en el suelo, lo más alejado de la puerta, sintiendo su pulso acelerado, estaba asustado, no podía dejar de pensar en lo que hizo, en la manera que echó a perder todo, además no se suponía que Chan estuviera en casa a la mañana, se supone que debería estar en su trabajo, se supone también que él debería estar con él, y se suponía que no volvería a arruinar las cosas con él.
-Felix, está bien... - Chan media sus palabras, porque con el paso del tiempo había aprendido a cómo obtener algo de Felix. Pero esa ocasión no era parecida a las demás.
- ¡Lo lamento Chan! ¡no sé qué pasó conmigo!... - Felix estaba limpiando sus lágrimas. Sentía que de todos los problemas que le había causado a Chan, ese era el peor, y que no había duda alguna de que Chan lo echaría de su lado. Estaba seguro de eso, esta vez sí lo haría, y le dolía porque no quería irse, ni que Chan lo odiara.
Él pensaba que cualquier persona se desharía de un gato sucio y grosero, que resultara una amenaza. Así se sentía, un gato malo, y los gatos malos son abandonados.
-Felix, abre la puerta por favor... - Chan insistió, sonaba calmado y Felix no podía sentir ningún rastro de enojo, lo cual lo hizo detener su llanto para escuchar curioso.
- ¿No estas enojado?... - Chan había escuchado los sollozos de Felix a través de la puerta, e irremediablemente sintió el deseo de consolarlo. Sí algo había cambiado en él, era el hecho de que Felix había encontrado la manera de tocar su corazón, o por lo menos de tentarlo un poco, y los efectos solo daban resultado si se trataba de Felix.
-No Felix... - dijo sincero. Estaba seguro de que Felix pensaba que lo echaría de su casa porque se había enojado por su comportamiento, era lo que siempre pensaba, y la verdad era que Chan no sería capas de correrlo, o de devolverlo, ya no, otra verdad era que lo que pasó anoche, de ninguna manera lo molestó.
- ¿No vas a echarme?... - Felix se había levantado del suelo, para recargarse en la puerta y escuchar cualquier reacción de parte de Chan.
-No Felix, no estoy enojado, no te haré nada, por favor abre la puerta... - Chan estaba intentando dar lo mejor de sí para hacer sentir mejor a Felix. No por nada había pasado su madrugada leyendo todas las revistas de gatos, y además buscado información en internet para saber qué hacer, y aunque no había encontrado respuestas claras, había sacado conclusiones por su cuenta.
Felix se mantuvo callado durante un rato, analizando las palabras de Chan, sintiendo la confianza con la que le hablaba.
- ¿Puedes abrazarme?... - tenía su mano puesta en el pomo de la puerta, listo para salir y ser recibido por los brazos de Chan.
-Lo haré... - Felix entonces no necesitó de más para salir del baño y dejarse envolver por los brazos tibios de Chan. Cerró sus ojos con fuerza y repitió constantemente "lo siento" con voz entrecortada, su rostro estaba rojo de vergüenza y de calor y no quería levantar la mirada para encontrarse con la mirada de Chan. -ya no te disculpes Felix, está bien... - Chan había comenzado a acariciar las orejas de Felix.
-No sé qué pasó, yo... no sé porque, Chan...
-Ya, deja de lamentarte, lo que pasó fue normal - Felix suspiró sobre el pecho de Chan. El veterinario había dicho lo mismo, que todo lo que pasaría, todo lo que sentiría sería normal, pero para él no podía ser normal sí se sentía tan sensible, con miedo a equivocarse, a hacer algo mal.
-Pero...
- ¿Te gustó? - Chan había dejado de lado las orejas de Felix para tomar su cabeza y levantarla, haciendo que lo mirara. - ¿lo qué hicimos anoche te gustó?
Felix talló sus ojos frente a Chan, frunció sus labios y se sintió muy avergonzado, porque no había otra respuesta para esa pregunta, la sabía. Pero decirla mirando a los ojos de Chan, le aceleraba el corazón, porque claro que le había gustado, porque le gustaba Chan, porque se había percatado de que cualquier cosa que hiciera o viniera de Chan le gustaba, y eso era demasiado vergonzoso.
-Sí... - Felix había dejado caer unas lagrimas, porque estaba sintiendo muchas cosas dentro de su pecho, y podía saber que no eran por su condición actual, era algo más, algo que sólo provocaba Chan... - ¡sí me gustó Chan, tu me gustas mucho!
Chan tuvo que abrazar a Felix para dejar que siguiera llorando en su pecho porque no podía dejar de hacerlo, sonrió divertido, porque nadie podía ser tan tierno como Felix, y porque nadie jamás había llorado por gustar de él.
Hola, espero que hayan disfrutado del capítulo, gracias por leer<3
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gato malo › chanlix
Fanfiction100% Demon made in hell. ⌯ bangchan top, felix bottom. ⌯ híbridos, comedia, romance. ⌯ historia original de ﹫daeguyz. ⌯ gráficos realizados por etternaly.