gato malo › chanlix

veintiséis.

-Chan hyung... ¿puedes acariciarme un poco? - Felix tenía sus manos sujetas a la cobija, tenía los ojos bien abiertos, acoplado a la oscuridad, su cola se removía inquieta a su lado.

Estaba demasiado inquieto, porque no podía dejar de pensar en su medicina, y en lo mal que la pasaría si no la tomaba. El veterinario le había dicho que el medicamento no evitaría su celo, ni lo aminoraría, solo era una pequeña ayuda para su desgaste físico, pero aún así estaba asustado de no tomarla, porque a su mente llegaba el recuerdo de la chica gata que estaba en su celo cuando lo quiso atacar; la idea de que algo así pudiera ocurrirle lo ponía de nervios.

Chan se quedó inmóvil en su lugar, cubierto con la cobija hasta el cuello, y mirando hacia el techo. En realidad no miraba nada porque todo estaba obscuro. Podía sentir a Felix a su lado, removiéndose un poco. Lo había notado inquieto durante el día, y no sabía por qué. Ahora después de lo de su medicina, probablemente le resultaría difícil, en especial para Felix que todo complica.

-Felix duermete ya... - Chan cerro sus ojos y se permitió ignorarlo.

Felix en cambio, no estaba nada bien. Se quedó callado después de la respuesta de Chan, pero cada segundo que pasaba se le dificultaba más todo. No se sentía bien, y sabía la razón. Pero no entendía porqué su malestar era mayor ahora, había tomado su medicina e incluso un poco más de lo que usualmente tomaba, entonces recordó, tal y como el veterinario una vez le dijo... Mucho calor, incomodidad, y cierto deseo por estar cerca de alguien.

-Hyung... - Felix se atrevió a insistir, con voz temblorosa, no quería molestar a Chan, pero necesitaba calmarse un poco, y estaba en verdad controlándose, porque el calor que Chan le transmitía a su lado le parecía increíblemente atrayente, y sobre todo, porque su olor lo estaba atosigando como si se tratase de una droga, lo estaba llenando y aún así quería más -Por favor...

Chan soltó un suspiro, le pareció extraño el tono de voz y la inquietud en Felix, así que no pudo evitar levantar la mano hasta alcanzar la cabeza de Felix y empezar a acariciar sus orejas. Felix sintió algo como la gloria al momento de recibir los finos dedos de su hyung entre sus mechones, y rozando sus orejas. Soltó un suspiro de satisfacción y cerró sus ojos.

-Oye... - Chan había abierto sus ojos para alcanzar a mirar entre la penumbra, el perfil de Felix, le causó curiosidad escuchar más alto de lo normal ese sonido tan usual en él, ese ronroneo de cariño, ahora sonaba diferente, incluso para alguien como Chan que poco sabía de cosas de gatos, podía saberlo con facilidad. - ¿estas bien?

-S-sí hyung... - Felix contestó sin abrir sus ojos, sólo podía concentrarse en la sensación que su cuerpo creaba, los dedos de Chan estaban causándole escalofríos, y no podía concentrarse del todo bien. Pero necesitaba tranquilizarse, estaba comenzando a asustarse de sí mismo.

- ¿No te sientes mal? te escuchas... extraño - Chan insistió, dejando por un momento de lado las acaricias en el cabello de Felix.

- ¿Eh?... - Felix abrió sus ojos al momento en el que Chan apartó su mano, su cuerpo reaccionó rápidamente y buscó el contacto de nuevo, acortando el poco espacio que ya existía pero poco hacía entre Chan y él. -hyung, no dejes de tocarme...