cuarenta y cuatro.

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-Chan, ya dije que te perdoné

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-Chan, ya dije que te perdoné... - Felix hizo un gran esfuerzo para que sus palabras no salieran en forma de suspiros o de esos sonidos que él consideraba raros y vergonzosos, y es que Chan besando su sensible cuello recostado sobre él, no lo ayudaba mucho.

-Pero yo no me siento perdonado, Lixie... - Chan sonrió ante la reacción de Felix, cuando le mordió levemente su piel, pues había encogido sus hombros y soltado un gemido que le pareció gracioso. Felix levantó sus manos y tomó el rostro de Chan para apartarlo de su cuello, era su única defensa, Chan no lo dejaba moverse más porque estaba encima de él. Se burló un poco de Felix y sus "no me muerdas ahí porque se siente rarito" que le parecían infantiles, además él lo mordería dónde y cuando quisiera.

-Pero ya lo estás, hyung... - se quejó mirándolo con sus cejas un poco fruncidas. A Chan no le parecía de ninguna manera intimidante, como quería parecer, más bien le resultaba gracioso (como siempre, la verdad es que Chan siempre se burla de Felix) y hasta tierno, le gustaba verlo intentar poner un poco de resistencia y mostrar su lado de gatito malo -además quiero decirte algo importante...

Chan soltó un suspiro largo, para después dar vuelta a su cuerpo y dejarse caer a su lado en la cama. Felix se sentó en cuanto quedó libre, para así acomodar su ropa, que estaba un poco fuera de su lugar a causa de las manos insistentes de Chan que lo habían toqueteado. Finalizó acomodando un poco su cabello, que olía a frutas a causa de su baño reciente, y poniéndose además su gorro, para cubrir sus orejas. Una vez que se vio listo para dormir, se inclinó hasta Chan y le dio un beso en la mejilla, recostándose junto a él, cubriéndolos a ambos con las cobijas.

-Listo - Felix sonrió satisfecho, una vez que los dos estaban acurrucados en la cama. Aunque Chan no se había movido ni un poco, él incluso tenía que taparlo, era toda una hazaña, pero le gustaba quedar bien envuelto bajo las cobijas en compañía de Chan; lo miraba, con sólo su cabeza sobresaliendo en la almohada y no podía evitar reírse porque le parecía un rollo gruñón -nos vemos tan tiernos, hyung - Felix río, porque Chan lo miraba serio, y eso lo hacia más gracioso a su parecer -pareces un sushi que da indigestión.

-No mames Felix - Chan rodó los ojos y se desenvolvió un poco, lo suficiente como para sacar sus brazos y poder rodear a Felix sushi con ellos, en un abrazo que hizo a Felix sonreír, aunque también se quejó un poco porque él había acomodado la cama muy bien - ¿qué querías decirme? - Chan recargó su cabeza en el pecho de Felix, cerrando sus ojos para disfrutar de lo cálido que estaba.

-Ah, sí... - Felix sacó una de sus manos de las cobijas también, para poder ponerla sobre la cabeza de Chan y jugar con su cabello rubio, despeinándolo más de lo que ya estaba -es que recordé que dijiste que podía trabajar contigo, ¿te acuerdas? lo dijiste antes de todo lo que pasó...

Chan asintió, estaba casi quedándose dormido debido a lo agradable que se sentían las manos de Felix acariciándolo, quizá podía quedarse dormido y fingir escuchar a Felix. Lo recordaba bien, fue después de eso que Felix había empezado a actuar muy extraño, todo por su culpa.

De cualquier forma, ese asunto ya había quedado solucionado, o mejor dicho vengado en cuanto a Chan constaba, puesto que en el parque Felix se vengó de él con la ayuda de Jisung; lo convenció de que jugara con él en el sube y baja (que por cierto estaba bastante helado según su trasero) y como buen y responsable novio-dueño-niñero de Felix que era, aceptó a regañadientes, sólo para que Felix lo traicionara y lo dejara trepado sin poder bajar debido a su peso y al de Jisung puesto al mismo tiempo en su contra; casi fueron detenidos por un oficial debido al escándalo que hacía Chan, gritando que lo bajaran antes de que muriera congelado allá arriba, recibiendo sólo las carcajadas de Felix. Además también de que se había caído al intentar detener a Felix cuando se subió a un juego mortal en forma de esfera que daba vueltas a velocidad luz, y otra caída fue cuando lo cegó la competitividad y aceptó el reto de Jisung de cruzar el pasamanos, cayó porque Felix le había hecho cosquillas. En realidad había perdido el número de caídas en su paseo al parque provocadas por Felix.

-Sí, sí, me acuerdo... - contestó, volviendo de sus pensamientos acerca de lo trágica que era su vida como novio de un gato.

-Bueno, sí quiero trabajar contigo, por favor - Felix le sonrió a Chan, quien había levantado su cabeza y abierto sus ojos para mirarlo.

- ¿De verdad? porque, no quiero que piensen que te exploto o algo así... - en realidad era que Chan había notado ciertos problemas en el supermercado, esperaba malas noticias, pero prefería guardar la calma.

-Sí, en serio. Leí en mi horóscopo que es un buen momento para trabajar - Felix habló orgulloso, bastante feliz de compartirlo con Chan.

- ¿Sabes leer? - Chan no sabía si debía reírse de la expresión de indignación en el rostro de Felix o de que creyera en los horóscopos.

- ¡Claro que sí, hyung! no soy tan tonto... - Felix hubiese cruzado sus brazos si hubiese podido. No le gustaba que las personas se sorprendieran por enterarse de que supiera hacer ciertas cosas, como leer, escribir, cocinar o usar un teléfono, porque lo hacían sentir como si no fuese capás de hacerlo en absoluto, y es que él sí tiene la capacidad de eso y más. No le gustaba explicar que si ellos podían él también, porque luego lo veían como un tonto, no le parecía complicado de entender, y prefería demostrarlo.

-Bueno, ¿y qué decía?... - Chan pellizcó las mejillas de Felix, para borrar la expresión de molestia que había puesto en su rostro. Terminó haciéndolo sonreír.

-"Estar rodeado de personas que te apoyan en el trabajo es lo mejor que podría pasarte, así sientes que tus sacrificios tienen una recompensa." - citó, tal y como se lo había memorizado.

-Jisung es tu sacrificio... - murmuró después de analizar seriamente la oración.

- ¿Mande?

-Nada.

Changbin le había enviado los horóscopos de la semana en un mensaje, le parecía amable de su parte, porque Changbin siempre le enviaba fotos con frases bonitas o de animalitos bonitos, además de chistes y cualquier cosa que se encontrara por la calle. Una vez le envió la foto de una paloma muerta que se encontró en la calle, y lo bloqueó por una semana.

- ¿Quieres que te diga el tuyo? Changbin me dijo cuál era.

- ¿También te lo aprendiste? - Chan sonrió y asintió, viendo cómo Felix se quedaba un poco pensativo, para recordarlo.

-"No soportas que te digan lo que tienes que hacer sin ayudarte a razonarlo o comprenderlo, hoy tendrás problemas en el trabajo. No te frustres." - Felix terminó de hablar, y entonces se dio cuenta de que eso sonaba mejor en su mente -tus números de la suerte son el 2, 15, 9 y 13... - agregó -y el pronóstico del tiempo anuncia un día despejado y un poco más cálido.

Chan sonrió un poco, sintiendo ya el sueño alcanzarlo. El horóscopo no estaba tan equivocado después de todo, pero aún si eran noticias malas, no le afectaban demasiado si se las decía Felix.

 El horóscopo no estaba tan equivocado después de todo, pero aún si eran noticias malas, no le afectaban demasiado si se las decía Felix

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Muchas gracias por leer<3

gato malo › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora