cuarenta y uno.

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Chan había intentado hablar con Felix, tal y como Changbin le había aconsejado, pero se lo había encontrado profundamente dormido, envuelto completamente entre las cobijas, con su par de orejas sobresaliendo sobre la almohada

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Chan había intentado hablar con Felix, tal y como Changbin le había aconsejado, pero se lo había encontrado profundamente dormido, envuelto completamente entre las cobijas, con su par de orejas sobresaliendo sobre la almohada.

Durmió gran parte de la tarde, puesto que Chan básicamente lo obligo a levantarse a que comiera algo porque no había comido nada en todo el día, Felix obedeció a regañadientes, pues seguía insistiendo que no tenía hambre y que solo quería descansar; Chan se preguntó de dónde había sacado tanto sueño, o porqué estaba tan cansado, aunque terminó durmiendo a su lado de igual forma.

Después de un bostezo, como si de un parpadeo se tratase, la noche los había alcanzado y propagado, pronto se hizo la hora de levantarse para empezar su lunes. Chan se extrañó de que Felix ni siquiera había salido de la cama el resto de la tarde, ni en la noche, y se preocupó un poco cuando intentó abrazarlo y el gatito se apartó.

-Felix... - Chan se recargó en la cama, inclinando su cuerpo sobre Felix, era demasiado tiempo estando en un solo lugar, ya era hora de que se preocupara de verdad. Estaba por irse a trabajar, pero no podía irse tranquilo pensando en que Felix pudiese estar enfermo -ya tengo que irme... - Chan habló sobre la oreja de Felix, rodeando su cuerpo con uno de sus brazos.

Felix movió un poco su oreja al sentir el aliento cálido de Chan, y sobre todo su aroma. Estaba despierto desde mucho antes que el mayor, pero aún así no quería levantarse, o abrir los ojos, siquiera mirarlo. Se mantuvo callado, sin contestar a lo que Chan le decía, se dedicó a apreciar la forma en la que Chan acarició sus orejas con la mano que no lo abrazaba, porque cualquier roce de parte de Chan lo hacía sentir bien.

-Cuando llegue, llamaré a Hyunjin para que te lleve al doctor, creo que estas enfermo, estoy preocupado... - Felix tuvo que abrir sus ojos, porque la angustia en la voz de Chan lo tomó desapercibido, y no podía ser fingida de ninguna forma.

-No estoy enfermo, hyung - Chan se alejó un poco para poder mirar a Felix cuando lo escuchó hablar, sonrió de escucharlo.

-Buenos días - saludó Chan, moviendo su mano sobre el cabello de Felix. Si no estaba enfermo entonces no sabía lo que tenía, pero si sabía que extrañaba a su Felix, al que lo abrazaba en la noche, al que le pedía abrazos y besos, al que lo hacía enojar y reír.

-Buenos días... - Felix sonrió un poco, porque a pesar de todo, seguía causándole emoción el tener tan cerca a Chan. Si bien había iniciado su día alterado, porque había tenido un mal sueño en el que Chan ya no quería estar con él, la sensación de bienestar seguía alcanzándolo cuando lo tenía así de cerca.

-Has estado mucho tiempo en cama, no es muy normal en ti, y no quieres comer... - Felix analizó el rostro de Chan frente a él, era cierto que el punto débil era el más fuerte.

-Estoy bien hyung, no quería preocuparte por nada - Felix sintió un apretón en su pecho, se enteró de que no podía estar mucho tiempo enojado o separado de Chan, se dio cuenta también de que no quería alejarse de él nunca, de que lo quería tanto que dolía imaginar que él no lo quisiera.

-No estoy seguro de eso, Felix... - Chan terminó de acercarse y dejó su rostro escondido en el cuello de Felix, profundizando su abrazo. Ya estaba acostumbrado a abrazarlo o a tenerlo cerca de sí, y las últimas horas lo único que Felix había hecho era evitarlo.

-Es que... - Felix decidió que no le importaba que alguien intentara quitarle a Chan, porque él no dejaría que eso pasara, aún si tuviese que hacer hasta lo imposible, nadie lo alejaría de Chan, a pesar de que sólo fuera un gato -es que te quiero mucho hyung... - Felix sacó sus brazos de la cobija y abrazó a Chan con fuerza, se llenó de la agradable sensación de su compañía. No, definitivamente no quería perderlo.

Chan sonrió conmovido, ciertamente necesitaba eso, además, Felix lo tenía abrazado con mucha fuerza, como si tuviese miedo de que se alejara.

-Oye... ¿estás llorando? - Chan tuvo que apartarse del menor cuando escuchó los sollozos en su hombro, lo miró sin borrar su sonrisa, ahora un poco burlesco. - ¿qué pasa contigo? pareces chica en su periodo - Chan se burló un poco, pasando sus pulgares por las mejillas de Felix, limpiando las lágrimas que habían resbalado.

-Es que, yo en serio te quiero mucho, hyung... - Felix sentía que con sus palabras no eran suficientes, que tenía que decirlo muchas veces para que todos se enteraran, que lo que sentía por Chan era más grande que él, tanto que no cabía en sí mismo.

-Pero no tienes que llorar por eso, gato tonto... - Chan rió un poco, tomando el rostro de Felix por los lados, viéndolo a los ojos. -también te quiero mucho - Chan dejó un pequeño beso en los labios de Felix.

- ¿Mucho? - Felix relamió sus labios, porque el pequeño pico no le dio suficiente de Chan. Sonrió, y tuvo que detener sus palabras, para soltar el verdadero sentido de su pregunta, que era en realidad como: "¿más que al chico con el que te besaste?"

-Sí, ¿por qué lo preguntas?

-Porque me gusta que me lo digas - y Felix estaba siendo sincero, escuchar a Chan decir que lo quería era como comer pastel de chocolate, simplemente lo hacía feliz.

-Entonces te amo.

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gato malo › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora