catorce.

4.9K 626 20
                                    

La tarde de ese sábado, que Chan planeaba pasar dormido sin mostrar alguna señal de vida, se fue acompañada de Changbin, Hyunjin y Felix

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La tarde de ese sábado, que Chan planeaba pasar dormido sin mostrar alguna señal de vida, se fue acompañada de Changbin, Hyunjin y Felix.

Se habían quedado a comer y además habían pasado la tarde haciendo que Felix se midiera toda la ropa que Changbin le había traído. Fue toda una pasarela. También hablaron, más Changbin y Hyunjin que Felix y Chan, acerca de que festejarían su cumpleaños, invitando a los amigos híbridos de Felix, y quizá le darían una sorpresa. Felix intervenía diciendo que no era necesario que hicieran algo grande, y Chan se divertía viendo cómo terminaba intimidado por el entusiasmo de Changbin y la firmeza de Hyunjin.

Cuando por fin se despidieron y se fueron, estarían por ser las cuatro de la tarde, y Chan aún podría tener su día de descanso después de todo, a pesar de que ahora tenía un híbrido viviendo con él.

Estaba juntando las bolsas con la ropa de Felix, y las maleta que antes había dejado en el suelo de la sala, para llevarlas a su habitación. El departamento no tenía otro cuarto, así que no había otra opción más que instalarlo con él.

―Chan ―Felix lo llamó, parándose junto al marco de la puerta, mirando al rubio acomodar sus cosas en una esquina de la habitación. Chan hizo un sonido de asentimiento, dándole a entender a Felix que lo escuchaba―. Muchas gracias por adoptarme.

Habló con voz suave, quería expresar su agradecimiento, sinceramente, y quería que Chan supiera que se sentía feliz de ahora ser suyo, a pesar de que quizá fuera feo para él. Eso lo estuvo pensando mucho en la tarde, mientras miraba a Chan platicar y reír con Changbin.

Lo observó mucho. Encontró graciosa la manera en la que encogía sus piernas cada vez que algo le daba mucha risa o mucha vergüenza, le gustó la forma en la que sus comisuras se mostraban cuando sonreía ampliamente, el sonido de su risa lo hizo sonreír aún cuando no había entendido el chiste del que reían todos... Era obvio, Chan le parecía demasiado bonito, era demasiado atractivo, él entonces no era un animal o quizá una raza lo suficientemente linda para él.

Chan se dio media vuelta para mirarlo una vez que terminó de poner en orden las bolsas. Rascó su nuca, sonriendo un poco.

―Sí, no hay de qué... ―dijo encogiéndose de hombros. Qué más podría decir.

―Para mi sí hay de qué, porque ocuparé tu tiempo y tu espacio, y bueno, es que, estoy muy feliz...

Chan asintió y caminó hasta su cama, para dejarse caer pesadamente entre las sábanas, soltando un suspiro. Ahora debía acostumbrarse a tener en su casa a alguien más. No le resultaría fácil, pero podría aprender nuevamente, porque Felix no le desagrada.

―Felix, ¿quién es Jeongin?... ―preguntó Chan recargando su nuca en sus brazos. Lo miró desde la cama―. Ven acá. ―Felix se acercó y se sentó junto a Chan, recargándose en la pared, preparándose para empezar a hablar de Jeongin.

―Jeongin es mi, bueno, era mi dueño... ―Chan asintió, armando las piezas―. Pero tuvo que mudarse por sus estudios y no podía llevarme con él, así que me dejó en casa, y Hyunjin cuidaba de mi.

―Pero, ¿no volverá?...

―Oh, sí lo hará, creo que sí... ―contestó Felix con voz dulce. Jeongin le había dicho que volvería, así que no había razón para pensar que no lo haría―. Jeongin me adoptó hace medio año. Yo estaba en adopción porque no soy de raza y no podían venderme... pero todos preferían a los perros, o a gatitos más bebés, así que duré mucho tiempo ahí...

Chan asintió, se reincorporó en la cama y se sentó a lado de Felix para poder prestarle más atención. Felix sintió su corazón acelerarse, pero mantuvo su mirada al frente y tomó aire para seguir hablando.

―La mayoría de los niños nunca se acercaban a verme, y estaba acostumbrado a ver cómo todos se iban con sus nuevas familias y yo me quedaba ahí. ―Felix trajo a su mente aquellos días, recordando con claridad la sensación que tenía cada vez que miraba entrar a alguien, y cómo esa ilusión se transformaba en un profundo vacío cuando ese alguien salía por la puerta con otro animal en brazos―. pero el día que Jeongin hyung llegó, todo fue diferente. Él se acercó a mi, y me acarició, me sonrió y dijo que era muy lindo.

Chan sonrió al escuchar el destello de emoción en la manera de hablar y de expresarse de Felix.

―Entonces decidió adoptarme. Lo quiero mucho, porque él fue el único que se me acercó, el único que gustó de mi, no tengo cómo agradecerle todo lo que ha hecho por mi. Y cuando descubrió que no era un gato normal, sino un híbrido, él me aceptó y no me echó, Jeongin hyung es mi persona favorita en todo el mundo.

Felix sonrió y miró a Chan.

―Ah, sí que es importante para ti entonces... ―Chan murmuró, sin saber qué otras palabras serían adecuadas. Felix asintió, con sus orejas erguidas. Miró que Chan le sonrió y bajó la mirada, al ser un poco malo en la palabras pensó que seguramente no sabía qué más decirle al respecto. Así que decidió hablar él.

―Pero... ―empezó, pensando un poco en qué palabras sonarían bien para el momento―. eso no quiere decir que yo no pueda quererte a ti, ahora eres mi dueño, y aunque tu pienses que soy feo o un gato malo, yo estoy feliz de estar contigo.

―Oye, sobre eso... no eres un gato feo ni tampoco malo... ―Chan habló, intentando ignorar el hecho de que las palabras de Felix le parecieron muy tiernas, porque nadie nunca le había dicho algo parecido.

Felix alzó sus orejas y buscó la mirada de Chan, pero éste sólo volteó la cabeza, como si su comentario no hubiese salido nunca de sus labios. Felix sonrió, comprendía que quizá estaba avergonzado y no quería hacerlo sentir incómodo.

Felix se levantó de la cama y corrió fuera de la habitación, Chan lo siguió con la mirada, confundido de su repentina huida. Después de un momento miró entrar corriendo por la puerta a Felix, como un lindo gato naranja. Sonrió. Felix subió a la cama y se recostó sobre las piernas de Chan. El mayor lo aceptó, acomodándolo.

―Perdón por llamarte así, Felix.

Su murmullo fue tan bajo que se confundió con el sonido del ronroneo de Felix, causado por las caricias que Chan estaba dándole.

Su murmullo fue tan bajo que se confundió con el sonido del ronroneo de Felix, causado por las caricias que Chan estaba dándole

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Holaaaa<3

Espero que les guste el capítulo

gato malo › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora