Just Pretend | Parte 2 de Entre Nosotros | Sebastian Stan [EN EDICIÓN]

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Me desperté gracias al sonido de mi teléfono en señal de que había recibido un mensaje nuevo. Anoche le escribí a Seb acerca de si él creía que había sido buena idea lo del contrato, pero no respondió, así que esperaba que fuera el.

-MSM-

Sophie: ¿Crees que fue buena idea firmar ese contrato? – ese fue el mensaje que yo le había mandado anoche.

Seb: No lo sé, pero ya está hecho.

Seb: ¿Tienes algo que hacer hoy?

Sophie: Tengo una cita con mi asesora de bienes raíces para ver mi próxima casa.

Seb: ¿Quieres que te acompañe?

Sophie: ¡Me encantaría!

Seb: Genial, en diez minutos paso por ti.

Sophie: Bien, pero vamos a desayunar antes.

Seb: Claro, conozco un sitio de wafles genial.

-Fin MSM-

Me levanté de un salto de la cama y me di una corta ducha. Pasé la plancha por mi cabello para eliminar un poco el friz en él, me maquillé poco para que se viera natural y me puse un pantalón de vestir color beige claro junto con un top de color blanco y unas zapatillas del mismo color del top. Tomé una gorra color de mi armario y un bolso pequeño color crema también en donde guardé mi teléfono y mi brillo labial.

Justo cuando me estaba poniendo mi perfume, el intercomunicador del edificio sonó. Corrí a la sala y lo tomé, era Henry, el portero de turno; avisándome que Sebastian había llegado y estaba esperándome en el lobby. Tomé una sudadera color beige claro también, el bolso y salí del departamento hacia el ascensor para encontrarme con Seb en el lobby.

-Hey – dije para que se girara a verme ya que estaba de espaldas al ascensor.

-Sophie – se dio la vuelta y me sonrió - ¿Cómo amaneces?

-Genial – le sonreí.

-Ten – extendió uno de sus vasos de café hacia mi – Miranda me dijo que era tu favorito – mi sonrisa se ensanchó.

-Lo es – dije con emoción mientras asentía con la cabeza, luego le di un largo sorbo – ¿Nos vamos?

-Claro – asintió con la cabeza y me abrió la puerta para que pudiésemos salir del edificio, luego nos subimos a su auto y el comenzó a conducir.

-¿La Vegas? – lo miré extrañada luego de leer el letrero verde de la autopista.

-Conozco un lugar en la carretera que te encantará, estoy seguro – sonrió sin quitar su vista del camino.

-Bien, confiaré en ti ciegamente – dije y ambos nos reímos, luego le subí un poco a la música y comencé a cantar mientras llegábamos al lugar.

Nos detuvimos frente a una cabaña de madera, se veía muy cálida. No estaba repleto de gente, había dos o tres mesas ocupadas. Nos acomodamos en una mesa lejos de la ventana del lugar y al poco tiempo llegó la mesa con los menús. Dejé que Seb ordenara por mí, ya que él había venido aquí antes. La mesera volvió a tomar nuestras órdenes y se retiró cuando tenía todo en su libreta.

-¿Por qué quieres mudarte? – dijo Seb echándose un poco más relajado sobre la silla.

-Miranda me lo aconsejó – me fruncí de hombros – Cree que debo invertir y ahorrar para mi futuro, eso me ayudará en caso de que tenga altibajos en mi carrera.