Capitulo 30

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—¿Está segura que no quiere poner la denuncia? —reiteró el oficial mientras repiqueaba su bolígrafo sobre su pierna.

No me siento lista para hacerlo, es mi padre, sé el daño que me hizo soy muy consciente pero muy en el fondo lo quiero y espero que algún día pueda cambiar. Me duele tenerle tantas esperanzas a su comportamiento y que no suceda nada... Espero que estando con Susan se replantee mejor las cosas. La mano de Thomas se posicionó sobre mi hombro, lo miré desconcertada.

—Maddie, deberías considerarlo, esto no puede quedarse así.

Sentí un escalofrío en cuánto dijo lo último, me pase ambas manos por la cara, y tomando todo el aire posible contesté, —Aún no me siento preparada. —me dirige hacía el oficial, —¿Podría ser en otro momento?

El hombre asintió sin antes hablar algo con mi hermano e irse, me siento tan culpable, soy una idiota, ¿Verdad? Debí denunciarlo, lo sé y lo peor fe todo es que aún con todo lo que me hizo sigo creyendo que cambiará, que por fin estará orgulloso de mí y no me recriminará toda la vida lo que le pasó a mi madre. La puerta se abrió de nuevo y Thomas apareció con una barra de yogurt y una lata de té frío, desvíe la mirada pero el se dio cuenta de que lo había notado.

—Toma.

—¿Lo envío Grant? —murmure viendo las cosas de reojo. Asintió, tomó la silla de la pared y se incorporó, —Devuelveselo.

—¿Qué? ¿Por qué estas así con él? —me obligó a que lo mirará, —Vamos, soy tu hermano, cuéntame.

Me aclaré la garganta, y volví mi cuerpo en su dirección, —¿Tú sabés en qué anda Grant? —fui directa, él arqueo una ceja, —y si, es tu amigo pero yo soy tú hermana y debes ser honesto conmigo.

Thomas se dio la vuelta en la silla, una y otra vez hasta que la tomé de los costados para que se detuviera, —Eres mi hermana, eso sí. Pero Grant es un tema aparte de sus asuntos privados.

—Soy... Soy su novia, merezco saberlo.

—Eras, terminaron, ¿no?—me recordó

Es cierto.

—¿Te parece justo que le haya terminado sólo por qué no tuvimos la confianza suficiente para decirnos por lo que estamos pasando? —mi voz salió en un hilo de voz ahogado, carraspee intentando ocultar esas ganas de llorar.—Thomas, tú sabés perfectamente por qué no quiero contarle lo que pasó.... Además, yo di el primer paso contándole sobre mi ansiedad y bueno...

Él tomó mis manos, —Maddie, ambos tenían miedo de perderse porque creen que lo que ocurrió en su pasado van a alejarlos el uno a otro por miedo a no saber cómo sobrellevar sus traumas, porque no quieren verse de otra manera, tienen miedo de que las actitudes del uno hacia el otro cambien  sólo porque descubrieron algo que los volvía vulnerables.

—¿Crees que tenemos miedo de mostrar nuestra propia vulnerabilidad? —tenía sentido la verdad.

Asintió llevándose un mechon de cabello tras la oreja, —Porque se empeñan en ocultarlo, tu propia vulnerabilidad te duele y temes que él la conozca, y que por ello te trate diferente, es normal Maddie, él también debe sentirse así.

Jugue con el borde de las sábanas, me mordí el labio a punto de llorar, —Yo.... Lo quiero mucho, Thomas. —solloce, él se inclinó para abrazarme y apoyé mi mejilla sobre su hombro, —y fui una idiota porque.... Porque intenté alejarlo de todas las maneras posibles por miedo de que me tratará diferente y luego me dejará.

—Aún puedes hablar con el.

—No, no quiero. Primero debo sanar esto que siento, sola, porque con él no podría... Me vería en la necesidad de contarle lo que pasa y no quiero hacerlo, no aún.

Por Cada Libro Una Película © #1 [Hilo Del Libro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora