Capitulo 33

227 15 3
                                    


Madelaine West - 13 años.

Mi madre miraba las latas de frijoles para la comida que haríamos juntas esta noche, mientras yo estaba en la sección de dulces ojeando unos chocolates que quería comprar para hacer el pastel, ella me había enseñado cómo hacerlo y esta iba hacer la primera vez que lo haría para ella, papá no pudo acompañarnos esta noche a la cena ya que debía ocuparse de algunos asuntos importantes en el restaurante, con Tomás a quién ya estaba comenzando a enseñarle parte del negocio para que se hiciese cargo estando mas adulto.

Voltee a mis espaldas para ir a por mi madre e insistirle de nuevo en llevarlos, pero la perdí de vista y mis alertas se entremezclaron cuando vi gente pasar de un lado a otro obstaculizando mi visión, traté de empininarme hasta que pude respirar con normalidad llevándome una mano directamente al pecho.

Estaba mirando la leche, para el postre.

—Maddie, ¿En dónde estabas? Te perdí de vista un segundo y ya... —me sonroje y ella se acercó de cuclillas a mi, su cabello era rojo al igual que el mío teníamos las mismas pecas, pero siempre bromeaba en que yo tenía mas, —no me asustes asi otra vez.

—Esta bien mamá. Oye... ¿Podríamos llevar el chocolate?

—En casa hay, tú padre compró.

—Bueno... ¿Puedo llevar unos dulces?

Ella río acariciando mi cabello, —Sólo una bolsa.

—¿Una bolsa de cada sabor? —inste haciéndome la inocente.

—Maddie...—pronunció mi nombre en un tono de advertencia.

—Ya, ya entendí. Ya lo traigo.

Fui por una bolsa de dulces y con ello y algunas cosas higiénicas fuimos a pagar a la caja, hacía bastante frío asi que mamá envolvió una bufanda alrededor de mi cuello junto a unos guantes rosa, y un gorro de lana. Encendío la calefacción, y sonrei titiriteando.

—Me encanta venir a comprar contigo. —le dije con entusiasmo mientras manejaba dedicándome una sonrisa ladina.

—Claro, si te encanta comprar dulces, cariño.

—Bueno eso también.

—¿Cómo van las cosas en la escuela?

—Uhmm bien, pero no tanto en matemáticas. —respondí mordiendo un dulce blanco, —ahora estamos viendo algebra.

—No suenas muy emocionada.

—Las operaciones de letras y números no animan a nadie.

Suspiro, —Te enseñaré, luego de cenar.

—¿Tomás y papá no vendrán antes?

—No, tú papá está ocupado enseñándole no se qué a Thomas y... Bueno, en el restaurante hay mejor comida, dice él. —murmura pensativa.

—¿Que tienes mamá?

—Nada. ¿Que quieres comer primero?

—Uhmmm macarrones con queso.

—Entonces, serán macarrones. —asintió.

Llegamos a casa, nos quitamos todo los implementos para protegernos del frío. Eché a la basura la envoltura de los dulces, mi madre se dispuso a hacer todo lo de la pasta mientras que yo, fui directamente hacia la nevera para preparar el pastel, estaba muy emocionada, era el primero que hacía mis padres me enseñaron y me siento muy orgullosa y feliz de poder llevar a cabo sus instrucciones.

Por Cada Libro Una Película © #1 [Hilo Del Libro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora