Kim Sunoo es un chico dulce, lindo, amable e inocente a los ojos de quienes lo rodean... y ya está cansado de toda esa mierda.
Por fin ha encontrado un lugar en donde puede ser él mismo... y es en el chat de @eking_7916
Ser dos personas completamen...
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A Sunghoon le gustaba tomar caminatas tranquilas por las mañanas. El rocío tan frío que había regularmente a esa hora le encantaba, sobre todo esa sensación de dolor que experimentaba en sus pulmones al inhalarlo.
Era como un pequeño recordatorio que se hacía a sí mismo: "Sigues vivo..."
Sunghoon incluso, se levantaba antes para alcanzar a ver el sol salir por los edificios. Era algo que encontraba hasta cierto punto tranquilizante. Ver tantos colores en el cielo, se sentía como un regalo, y estar ahí a la hora correcta en el lugar correcto lo hacía sentir especial de alguna forma.
Después de unos 20 minutos, cuando por fin vio la entrada de la escuela, su reloj apenas marcaba las 6:40. Las clases no empezarían si no hasta las 7:30 y el resto de sus compañeros llegarían más tarde.
En cuanto puso su mochila en la mesa se recostó sobre ella y cerró los ojos. No había podido dormir bien. Nunca podía. De hecho, desde que él recordaba, le costaba conciliar el sueño por las noches. Era como sentirse aturdido, siempre con una sensación de miedo que le oprimía el pecho. No podía gritar, no podía moverse, simplemente no podía descansar. Aunque sus padres lo llevaron a muchos médicos, lo único que podían ofrecerle como solución eran pastillas. Y él las odiaba. Hacía casi dos meses que había dejado de tomarlas y no les había dicho. No aún. No quería preocuparlos. Ya tenían bastantes problemas como para ser una carga más.
Todo eso estaba pensando Sunghoon cuando un ruido lo sobresaltó de la nada.
-Perdón joven Park, no era mi intención asustarlo. Vuelva a descansar. -el conserje siguió acomodando una nueva banca, pero no podía ponerla por completo en su lugar. El piso estaba desnivelado y el anciano seguía intentándolo sin éxito.
Sunghoon se paró de su asiento, no podía ignorar al señor Choi.
-Permítame ayudarle. Por favor.
-Enserio, no tiene por qué hacerlo. Es mi trabajo y...
-Por favor, permítame -dijo Hoonie mientras apartaba con cuidado la mano del hombre.
No le tomó ni un minuto nivelar bien la banca. Podía ver en la postura del señor el cansancio que cargaba. Probablemente era la cabeza de una familia entera... Y cuando comprendió eso, vio que ayudarlo en algo tan simpe era básicamente nada.
-Muchas gracias, joven Park. Disculpe las molestias que genera este anciano- decía mientras sonreía y acomodaba su carrito de limpieza.
-No hay de que y... Jamás será una molestia señor Choi. Usted sabe que aquí todos lo respetamos y apreciamos mucho. Por cierto... ¿acaso se incorpora un nuevo alumno? ¿no ha pasado ya un mes desde que inició el semestre?
-Fueron órdenes del director Jeon. Creo que alguien se incorpora a la escuela hoy. Deberías recibirlo. ¿No es uno de tus trabajos como presidente del consejo?
