Está historia está en proceso de edición, el proceso de edición comenzó formalmente el 14 de noviembre.
Te recomiendo darte una vuelta cada cierto tiempo, la historia no está abandonada ni va a ser eliminada, solo la voy a reescribir de una mejor ma...
Editado y publicado el día 28 de diciembre de 2023. Capítulo once:
Bien dicen que hasta el bueno puede ser malo, el aclamado no es precisamente luz y bondad, no en un mundo donde el caos, las decisiones duras y la sangre está.
El hijo de los fuertes aún es un rescoldo, las cenizas volarán por el viento en algún momento, sin embargo un viaje podría cambiar su dirección y perspectiva, para bien o para mal.
Entre tanto, las causas internas aumentan en la aldea de la prosperidad y los que no deberían saberlo se han enterado, uno de los infiltrados ha sido transformado en su informante.
El trío perfecto aún no está en las circunstancias adecuadas para unirse, no obstante, el destino los ha preparado de distintas formas para que su encuentro y posterior conexión sea inquebrantable.
Solo el tiempo lo dirá, la sangre y la oscuridad vendrán en el futuro.
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“Fuego, viento y cenizas”
—¿Cómo por qué tendría que pararme a las siete de la mañana?
—Hijo... —exclama Minato cansado—. Tu mismo dijiste que querías hacer algo más que solo leer y practicar el mismo ejercicio.
—Si, pero no me refería a madrugar.
—No es tan temprano, de todas formas... es una rutina física.
—¿Y todavía tengo que leer todos esos libros de modales, política, geografía, historia y ejercicios de matemáticas?
—Si.
—Ah, que problemático... —Naruto se sentó y respiro hondo varias veces.
«Por un momento, me pareció un Nara», piensa Minato.
—¿Qué incluye esa rutina física?
—Estiramientos, saltos laterales, ejercicios para fortalecer el equilibrio y la flexibilidad, y una carrera donde los metros recorridos irán aumentando hasta kilómetros.
—Muy bien, lo haré.
—Comienzas a partir de mañana, Tori y Koumori supervisarán el primer mes.
—Está bien...
Durante la lección de ese día.
—Oe, Fukurou...
—¿Si?
—Ya me canse —comenta—. Me duele la mano y el ojo.
—¿Es siquiera posible?
—No lo sé pero, me parece muy plausible. —Naruto se estiró y sintió la incredulidad de Fukurou.
«Ahora que lo pienso, he comenzado a reconocer e interpretar con rapidez las emociones y sentimientos, sin confundirme ni nada», piensa Naruto.
