Alejo: Sabes, escuché que la vecina está Onfire. (Alejo dijo mientras él y Daniela entraban a su nueva casa. Calle no sabía cómo se las arregló para conseguir este lugar junto con alejo, todo lo que sabía era que no quería vivir sola y que Alejo no era lo suficientemente competente para vivir solo).
Calle: ¿Sí? (Calle murmuró completamente desinteresada en lo que estaba diciendo).
Alejo: Uh yep. Juancho y Valeria la conocen aparentemente. Y ella está en la misma clase de baile que Laura, así que, en palabras de Juancho, tiene un cuerpo explosivo y un trasero por el que morir.
Calle: Ojala (Murmuró Calle, estaba demasiado ocupada revisando los papeles para escucharlo en este momento).
Alejo: Ni siquiera me estás escuchando.
Calle: No, Alejo, no te estoy escuchando. Estoy tratando de asegurarme de que todo esté en orden.
Alejo: Lo está, Dani. De lo contrario, no nos habrían dejado mudarnos. Ahora vamos a relajarnos antes de que tengamos que empezar a desempacar.
Calle asintió, dejó el periódico sobre la mesa y siguió a Alejo hasta el patio trasero.
Alejo: Voy a ver en qué estado está el cobertizo. (Calle solo asintió, tomando asiento en los escalones).
¿?: Hola (Dijo una voz, haciendo que Calle frunciera el ceño y mirara a su izquierda, donde una niña estaba parada mirándola a través de la reja).
Niña: Oye...
Niña: Soy Luna Garzón y vivo aquí. (La niña señaló hacia la casa). ¿Cuál es tu nombre?
Calle: Soy Daniela Calle y vivo aquí. (Calle señaló hacia su casa, sonriéndole a la pequeña).
Luna asintió, sentándose en la terraza como Calle.
Luna: Mi mamá dijo que no debería hablar con extraños.
Calle: Tu mamá es una mujer sabia.
Luna: Pero no eres una extraña, ¿verdad?
Calle: No, soy tu nueva vecina, pero no hables con otros extraños.
Luna: ¿Qué hay de él? Luna señaló a Alejo que sostenía un frasco de vidrio para ver mejor lo que contenía.
Calle: Ese es Alejo, está bien si no quieres hablarle pero es muy divertido. (La niña asintió con la cabeza) ¿Cuántos años tienes?
Luna: Tengo cuatro y tres cuartos o cuatro y medio. (Calle se rio entre dientes.)
Calle: Wow, casi los grandes cinco, ¿eh?
Luna: Quiero un pony para mi cumpleaños.
Calle: Siempre quise una patineta cuando era niña.
Luna: Tal vez puedas conseguir uno para tu próximo cumpleaños. ¿Qué edad tienes?
Calle: Tengo veinticuatro.
Luna: Intentaré ahorrar para conseguirte una patineta. (Calle sonrió)
Calle: Eso es muy dulce de tu parte pero no te preocupes del regalo. ¿Quieres un collar de margaritas?
La niña asintió rápidamente, parándose en la parte inferior de la reja para mirar a Calle.
¿?: Lunita, fuera de la reja. (Gritó una voz desde adentro e Luna hizo lo que le dijo, arrodillándose junto a la reja).
Luna: Esa es mi mami, está preparando la cena.
Calle: Ooh, ¿algo sabroso? (Preguntó Calle, concentrándose en las flores frente a ella).
Luna: Nuggets de dinosaurio.
Calle: A Alejo le encantan los Nuggets de dinosaurio.
Luna: ¿Quiere entrar y conseguir un poco para alejo?
Calle: Eso es muy lindo de tu parte, pero vamos a cenar en McDonald's.
Luna: Oh, ¿puedo ir?
Calle: Quizás la próxima vez, cariño. Pero te traeré un globo, ¿cómo suena eso? (Luna asintió con la cabeza, sonriendo mientras Calle envolvía la cadena de margaritas alrededor de su muñeca) Ahora entra y come todos tus Nuggets, ¿de acuerdo?
Luna: Ok Daniela.
Calle: Llámame calle, Daniela suena muy formal.
Luna: Esta bien calle (Dijo Mostrando su sonrisa).
Calle: Bien, te daré el globo mañana. (Calle le dio a Luna un ligero golpe en la nariz haciendo que la niña se riera). Adiós.
Luna se despidió de Daniela mientras se ponía de pie y corría hacia la casa.
Calle: Alejo, ¿McDonald?
Alejo: Fabulosa idea. (Alejo estuvo de acuerdo, cerrando el cobertizo y sacudiendo su cabello). Estoy bastante seguro de que ese cobertizo tenía arañas. Un montón de ellas.
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Calle: Estoy perdiendo la mente. (Calle bufó, mirando el desorden de cajas).
Alejo: Deberíamos tomarnos un descanso, hemos estado desempacando toda la noche y esta mañana.
Calle: Buena idea, salgamos.
Alejo: Oh, parece que la pequeña vecinita está afuera. (Alejo asintió con la cabeza indicando la pequeña niña y se fue hacia el patio mientras tomaba la manguera para regar las plantas casi muertas).
Calle se volvió y prácticamente chilló cuando vio a la mujer sentada en la terraza leyendo un libro. Realmente no parecía lo suficientemente mayor para tener una hija de cuatro años, pero no había duda de que era la mamá de Luna, era como un clon en miniatura.
Alejo: Cierra la boca Calle, estás atrapando moscas.
Calle: Ella es...
Alejo: Wow, ¿Daniela Calle sin palabras? Nunca pensé que vería el día.
Calle saltó cuando la mujer la miró. Calle rápidamente se dio la vuelta y comenzó a seguir a Alejo, tratando de fingir que no estaba mirando.
Calle: ¿Déjame intentarlo? (Calle intentó quitarle la manguera a Alejo, pero el chico no la soltó).
Alejo: No Calle, quiero hacerlo.
Calle: Dámelo, Alejo.
Alejo: No, lo tuve primero.
Calle: ¿Qué tienes, seis años?
Alejo: ¡Calle, detente! (Alejo relinchó, su mano resbaló accidentalmente y encendió la manguera enviando un chorro de agua sobre Calle).
Calle: ¡Alejo! (Alejo se rio)
Alejo: La vecina está mirando. (Alejo vio los ojos de la mujer viajar por el cuerpo de Calle y detenerse en su trasero) Te está mirando el trasero (Susurro alejo)
Calle: Ah, y ella es una chica imbécil como me va mirar el trasero. Voy a entrar a casa. (Calle bufó)
Alejo: Pero...
Calle: Solo juega con tu maldita manguera.
Alejo se rio, decidió que era mejor no ir tras Calle y terminó de regar las plantas antes de ir tras ella.
Alejo: Ya no estás mojada.
Calle: Vete a la mierda.
Alejo: Quisquillosa que estas Daniela.
Calle: Voy a terminar de empacar las cosas en mi habitación.
Alejo: Está bien, no te metas en otra pelea con una manguera.
Calle: Te detesto en estos momentos Alejo. (Calle le grito mientras subía las escaleras, suspirando por la montaña de cajas. Será mejor que terminemos con esto).
