Luna: ¡Mamá, Calle, ¡levántense!
Calle gimió contra la almohada cuando sintió que Luna gateaba sobre su espalda y empujaba contra sus hombros.
Luna: ¡Es Navidad! Vamos (Luna gritó, sacudiendo los hombros de Calle)
Calle: Está bien, estoy despierta (Calle murmuró mientras se empujaba sobre sus codos y se pasaba las manos por la cara)
Luna: Ramón ya está abajo cuidando los regalos.
Poche: Está bien, cariño, ¿por qué no bajas las escaleras y estaremos abajo en un segundo? (Luna asintió, rebotando en la espalda de Calle y corriendo escaleras abajo) No abras ninguno de los regalos hasta que estemos abajo.
Calle: Oh, Dios mío... que sueño (Calle gimió, apoyando su cabeza en el hombro de Poche)
Poche: Mm. Bienvenida a la Navidad con una niña pequeña (Poche gimió, presionando sus labios en la cabeza de Calle antes de sentarse) Dani puedes quedarte aquí arriba y dormir si quieres, bajar cuando hayas dormido lo suficiente.
Calle: No. No, voy a bajar con ustedes (Calle insistió, levantando la cabeza para mirar a Poche)
Poche: Está bien, vamos entonces (Poche besó a Calle rápidamente en los labios antes de salir de la cama y ponerse un par de sudaderas, alcanzando la sudadera con capucha de Calle)
Calle: Eso es mío (Calle sonrió cuando Poche se puso bien la sudadera con capucha por la cabeza)
Poche: Es Mio ahora (Poche se encogió de hombros, asintiendo hacia la puerta) Pon uno de los míos si quieres.
Calle asintió, agarrando la sudadera con capucha azul de la parte trasera de la puerta y siguió a Poche escaleras abajo.
Luna: Quiero abrir este primero (Luna anunció sosteniendo un gran regalo mientras entraban a la sala de estar)
Poche: Está bien, ábrelo (Poche asintió, sentándose en el sofá)
Calle: Voy a ir a hacer hotcakes (Calle susurró a Poche, besándola en la sien antes de dirigirse a la cocina)
Calle hizo los panqueques para ella, Poche y Luna antes de regresar a la sala de estar donde Luna ya había abierto más de la mitad de sus regalos.
Poche: Gracias.
Calle se sentó al lado de Poche, sonriendo mientras miraba a Luna abrir sus regalos, deteniéndose de vez en cuando para jugar con un juguete que le gustaba especialmente antes de volver a los que no estaban abiertos.
Luna: Mamá, ¿puedo jugar con esto? ¿Puedes armarlo? (Luna corrió hacia su mamá, sosteniendo la caja de un helicóptero de control remoto)
Poche: Por supuesto que puedo (Poche tomó la caja de Luna y comenzó a abrirla)
Calle: Feliz Navidad, changuita (Dijo Calle, agarrando a Luna y jalándola en un abrazo, besando juguetonamente su rostro repetidamente. Luna se rió, empujando el hombro de Daniela)
Luna: Detente Street.
Calle soltó a Luna, Daniela instantáneamente recogió el control y se sentó en el sofá.
Poche: Está bien Luna, salgamos al patio trasero para volar esto mientras en lo que calle descansa.
Poche se levantó del sofá y abrió el camino hacia afuera, encendiendo el helicóptero y colocándolo sobre la mesa. Pasaron unos minutos en lo que calle salió para ver que poche no había conseguido elevar el helicóptero.
Calle: Solo mueve ese pequeño joystick hacia arriba para volarlo y mueve ese para controlarlo.
Poche asintió, haciendo que el juguete despegara solo para aterrizar en la nieve unos segundos después. Después de algunos intentos más, Poche logró mantener tu juguete en el aire durante más de diez segundos antes de que tocara el suelo. El resto de la mañana consistió en Luna moviéndose de un juguete a otro. Calle y Poche yendo de ver televisión a vigilar ha luna.