3 - Si caes, caeré contigo.

69 8 21
                                    

Después del cumpleaños número 18 del rizado. Todo ha tomado un buen rumbo. Salía de vez en cuando con sus amigos al centro comercial, a alguna cafetería para divertirse. Pero también salía con Louis. Disfrutaba estar con él. Era fantástico estar con él.


Anne supervisa siempre a su hijo, que tomé adecuadamente sus medicamentos. Que se sintiera sano mentalmente y físicamente. Todo eso era súper importante, no podía dejarlo pasar, cuidaba a su hijo demasiado. Por qué lo ama y siempre lo amará.


Con un día soleado. Anne estaría fuera de casa, saldría con Gemma, la hermana de Harry. Quizá irían a comprar algo, a pasear o cualquier cosa. No era importante, ya qué, Louis llegaría. Para pasar el rato con Harry y que no se quedará solo en casa, aprovechará para estar con el haciendo algo. Aún que, son dos menores de edad solos en una casa. Pero eso durará solo unas horas. ¿Qué podría pasar? No creo que nada malo, no harán nada malo. Solo harán lo de siempre, hablar o quizás cantar.

—Harry, pórtate bien —Estaba segura que se comportaría, pero igual se lo decía.

—Si mamá —Harry estaba un poco extrañado por lo que dijo su madre, pero la entiende, ella solo quiere protegerlo.

—No hagas cosas raras —Gemma lo miro con la cara fruncida. Ella siempre ha sospechando cosas entre Harry y Louis, pero nadie sabe la verdad. Ni siquiera ellos mismo, nadie.


Anne miro a su hija con una mirada amenazante. Regreso su mirada hacia el ojiverde, con una sonrisa y este se la devolvió. Salieron de su casa para tomar el coche. Harry miraba desde la ventana todo lo que hacían. Por fin se habían ido. Pronto llegaría Louis y eso le emocionaba mucho. Estaba feliz de tener la oportunidad de estar con él, solos. En su casa.


Alguien tocaba a la puerta, Harry salió de sus pensamientos y se dirigió a ella.


Se encontró con esos ojos brillantes colores celestes. Un acaramelado cabello. La personita que llevaba un Jersey amarillo, pantalones azules. Se veían sonriente. Y él también lo estaba, aún que su rostro no expresará nada, por dentro estaba emocionado, feliz. Sentía pequeñas mariposas revoloteando en su estómago. Sentía su sangre pasar por sus arterias. Sentía comezón en sus manos por el nerviosismo. Sentía paz y tranquilidad por ver al chico que tanto quiere.


Dejo que entrara a su casa, sin antes. Darle un fuerte abrazo. Sintió el calor que provocaba el abrazo, era increíble. Amaba abrazarlo, no podía explicar lo que sentía, solo lo sentía.

—Tengo un juego para el día de hoy —Louis sonrió maliciosamente, camino hacia la sala —¿Tienes alguna canción para bailar? —Harry lo miraba confundido, ladeó un poco su cabeza, se veía muy gracioso.

—Tengo un CD, podría traerlo —Louis asintió con la cabeza. El chico se dispuso a ir a su habitación y buscar con ansias el dichoso CD. Tenía una colección de todos ellos. Aún que no amaba todo tipo de música su familia le regalaba algunos. Los escuchaba solo una vez para después guardarlos en una caja, la cual guardaba en su closet.


Busco un CD con música clásica. No sabía cuál era la que quería Louis, pero decidió tomar ese. Salió de su habitación y bajo las escaleras con rapidez. Se encontró a Louis, haciendo algo raro. Harry lo miro confundido. Estaba empujando el sofá más grande de la sala hacía un lado. Quizá para hacer espacio. Aún que no sabía exactamente de qué se trataba todo eso, el haría caso a lo que sea que él le dijera.

Cuando mires las estrellas ~ [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora