Solo pasaron dos semanas. Demasiado tiempo para Harry. Parecía que los días pasaban lentamente, como una tortuga.
Louis había llamado para saber qué tal estaba el rizado y también dar la información del club al que asistirían. Ya estaba prácticamente todo listo. Harry había comprado un nuevo Jersey, de color café. Tenía preparada la ropa para ese día. Es decir, mañana, quedaba tan poco tiempo. Tenía ganas de festejar y de ver a los amigos de Louis de nuevo. Los conocía muy poco, pues él no salía a fiesta tanto como Louis. En parte, no estaba tan mal, así no sé distraía de sus estudios o no se perdía en las fiestas.
—Me voy mamá —Ella miraba con atención el televisor. Era una de sus películas favoritas plasmada en la pantalla.
—Si cariño, con cuidado, intenta no llegar demasiado tarde —Ni siquiera volteo a verlo, pero sabía que seguía ahí, parado, a un lado de la puerta.
—Mamá, ya es algo de noche, llegaré tarde —No había hablado del horario con ella. Esperaba que lo dejara ir y regresar hasta tarde.
—Está bien, pero no vengas cuando esté amaneciendo —Harry hizo una mueca de disgusto. Abrió la puerta de la casa y salió. No llevaba nada en mano. Hacía algo de frío afuera. Se sentía algo nervioso. Pues la fiesta sería ilegalmente, era menor de edad. Podrían ir presos, tenía fe en que todo saldrá bien.
Cuando llegó a la entrada del club parecía intacta, como si nadie se encontrará ahí dentro, no había sonido. No había gente caminando a los alrededores, era un bueno lugar para que nadie sospechara.
Sabía que la entrada no era por ahí, tenía que caminar por la parte trasera, dónde estaría uno de los guardias. Para que no sospecharan de que dejaría entrar a menores de edad. Harry encontró a la persona, lo dejo pasar cuando le dio su nombre. Camino unos pasos, por dentro estaba muy oscuro, se escuchaba un poco un tipo de música. Pero era de un volumen muy bajo. No alcazaba a ver a nadie, parecía ser el único ahí. Se quedó parado en el centro, como una especie de pista. Llevaba las manos en sus bolsillos. Su espalda un poco encorvada, con su mirada buscando a alguien, al menos a Louis. Pero no estaba, se preguntaba si se había equivocado de lugar, pero no tendría sentido.
—Llegaste —La voz chillona pero extravagante la supo identificar. Se giró con lentitud. Era una silueta oscura, por la poca luz que había no podía ver su rostro.
—Harry, soy yo —Se acercó más a él, hasta que vio ese rostro. Esa dulce sonrisa que tenía todo el tiempo. Sabía que era él.
—Lo sé —Sonrió un poco y se acercó a él.
—Ahí vienen los demás, invite a más chicos y algunos de los que estudiaban conmigo —Louis llevaba una cerveza en su mano derecha. Retrocedió sin quitar la mirada hacia Harry. Soltó el contacto visual y fue hacía la entrada. Comenzaron a entrar varias personas, parecían todos menores de edad. A excepción de 4 que al parecer eran los encargados de supervisar todo.
—¡Liam! —Harry vio al chico alto y con un cabello algo lacio, era el amigo de Louis.
—¡Hey, Harry! —Lo miro con una amplia sonrisa, dejando ver sus blancos dientes.
Había vuelto a ver a los amigos de Louis. Se saludaron y un tiempo después la música sonaba más alta. Era tan alta que las voces de las personas eran inaudibles, pero así se disfrutaba.
—Pruébalo —Louis extendió un vaso de vidrio con licor hacia Harry. El olor era extraño, muy fuerte.
—¿Sabe bien? —Miraba el licor con detenimiento, aún que las luces rojas y azules opacaba todo, podía ver el cristalino color de la sustancia que contenía el vaso.
—Claro que sí, es lo que llevo tomando un par de horas —Río con fuerzas, al parecer ya había bebido más que un vaso medio lleno de licor.
Harry dudo, no parecía ser una buena idea, si su madre lo veía llegar borracho u oliendo a licor, no sabe lo que le haría, quizá no lo dejaría volver a salir por un gran tiempo. Harry no pensó en nada, olió una vez más el licor, lo inclino tocando sus labios y lo trago de una. Hizo una mueca de disgusto, era muy fuerte.
—Es muy fuerte —Sacó la lengua por el sabor tan amargo que le dejo en su paladar.
—Te acostumbrarás —Louis retrocedió hacia atrás, casi a punto de caer —Ay, casi me caigo, vamos allá señaló —El ojiazul señaló con su mano derecha a dónde se encontraba Liam, Niall y Zayn. A los dos chicos los habían dejado solos, pero ahora Louis quería ir con ellos.
Caminaron hacia donde estaban. Acortaban un poco las palabras, habían bebido de más, y al parecer, no era la primera vez que lo hacían.
El ambiente era muy bueno. Las luces hacían juego, la música que ahora estaba de moda estaba puesta. Los amigos, invitados por Louis, disfrutaban de la fiesta. No había de que preocuparse, Harry bebió dos vasos más de licor, solo por qué su mejor amigo, lo obligó. Él quería disfrutar de su vida. Pronto cumpliría la mayoría de edad y tendría que buscar un trabajo.
—Esto si es divertido —Harry aún estaba con la cabeza en su lugar, Louis. De él no podría decirse lo mismo. Había fumado, Liam quería que el probará eso y al parecer, le gustó. Tenía un olor extraño, pero igual quería disfrutar del momento.
—Esta noche —Eructo —Es muy —Pensó un poco lo siguiente que diría —Muy divertida, y más por qué estoy con mis amigos —Louis río fuertemente, miraba a Liam, ya ni siquiera se sabía que miraba. Realmente estaba ebrio.
Niall se llevó a Harry para hablar, los dos ni estaban al 100 por ciento de sintonía. Aunque Harry quería seguir a lado de Louis, siguió los pasos de Niall.
Y así fue, un club, privado. Dónde había chicos menores de edad y algún par, que no lo eran. Había bebidas alcohólicas, algunas demasiado costosas y fuertes. Fumaban, se divertían. Era una buena noche que duraría un largo tiempo. Las luces que hacían más tétrico y diferente el ambiente eran fenomenales. Ni había de que preocuparse, después de eso todo volvería a la normalidad.
—Eres lo más hermoso...—.
Harry regreso a su casa al amanecer, sabía que su madre lo castigaría por eso. Pero había disfrutado de todo, dejo de ver a Louis un par de horas, pero después se lo encontró. Un poco extraño, quizá estaba demasiado ebrio. Harry olía un poco a alcohol. Entro a su casa, su madre estaba en el sofá, creyó que estaba despierta, esperándolo. Se acercó a ella y la vio plácidamente dormida. Sus ojos se veían relajados. La televisión estaba encendida. Quizá lo esperaba a él, pero llegó un poco tarde.
Harry subió las escaleras, fue a su habitación. Se dio una larga ducha mientras reflexionaba. Todo lo que había sucedido, probó el alcohol por primera vez y no uno cualquiera. Fue un licor caro. Le supo demasiado amargo, pero con el ambiente lo hizo sentir relajado, liberado y su mente parecía no sentir nada.
Ahora que lo piensa, toma medicamentos, se supone que no puede beber alcohol y lo acaba de hacer. Eso le preocupo un poco, pero como ya lo había hecho, no hay vuelta atrás, solo espera que no tenga algún inconveniente. Que no le cause algún tipo de daño.
Se recostó en su cama. Sus sábanas estaban frías, su cabeza dolía un poco. No había dormido nada, eran casi las cinco y media de la mañana. Moría del sueño, pero también le dolían sus párpados al cerrarlos. Apretaba sus ojos para poder quedarse despierto, pero no lo consiguió. Se quedó tendido, con una camisa blanca y su bóxer azules. Al final si logro dormir, aún que, su cabeza parecía seguir trabajando a mil por hora, mientras sentía una leve presión sobre ella. Quizá era por el alcohol que había bebido, o por qué era muy tarde. Por haber gastado todas sus energías y ahora solo estaba rendido. Aun así, su mente, le decía que algo estaba mal, pero no sabía que.
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Cuando mires las estrellas ~ [Larry Stylinson]
Fanfiction☁︎ "Nuestros corazones laten en la misma sintonía. El sentimiento entre nosotros es tan intenso que rompe cualquier muro. Y aún que nos separen, siempre estaremos juntos en cualquier lugar del mundo, del universo, de esta vida." ☁︎ ミ^Larry Stylinson...