Cuando mires las estrellas ~ [Larry Stylinson]

9 - Brillas como una estrella.

Esa mañana, estaba decidido a hablar con su madre. Contarle sobre vivir junto a su preciado Louis. Sobre la fiesta en el club, por la graduación del chico.

—Mamá, tengo algo importante que decir —Sus manos realmente estaban sudando demasiado, debía limpiarlas en su misma camisa naranja.

—Dime cariño —Anne se sentó a lado del muchacho, solo podía decir que se veía muy nervioso y distraído.

—Louis va a graduarse y me invito a una fiesta —Dijo lo más relajado. Antes de darle la otra noticia, hablo sobre lo otro.

—Qué bueno, ¿Vas a ir? —Preguntó de forma dudosa. Harry jamás había salido de fiesta, solo un par de veces a las fiestas aburridas de la familia.

—Si —Harry asintió con su cabeza. Ni siquiera sabía que decir con los nervios que cargaba.

—Me alegra hijo, me dices cuando vayas —Ella parecía estar feliz, aunque si hubiera sabido sobre que van a ir a un club ilegalmente, seguro estaría soltando fuego de su cabeza.

—Si Mamá —Se seguía sintiendo nervioso, ahora debía decirle la parte más importante. Una cosa que para el significaba mucho.

—Tengo algo más que decir —Su madre estaba a punto de hacer otra cosa. Quizá limpiar la cocina. Pero él lo interrumpió.

—Dime, cariño —Su madre siempre le hablaba bien. No sabe que pensará o hará ante lo que dirá en pocos momentos.

—Por favor, se sincera, intenta no lastimarme con tus palabras —Quería asegurarse de que su madre no lo lastimara cuando reaccionara a su noticia. Pues podría enojarse y negarle todo.

—¿Qué pasa Harry? Puedes decírmelo sin preocuparte —Claro que estaba preocupado, esto era demasiado para él, apenas y había analizado todo.

—Louis, ayer vino a decirme algo —Sus palabras salían con lentitud. Hablaba un poco más bajo de lo normal.

Su madre lo escuchaba con atención, mientras que él tenía la cabeza entre agachada. No podía mirarla a los ojos.

—El, primero quería saber que pensaba, pero claramente yo estaba de acuerdo —Antes de soltarle la noticia, intentaba calmar la situación.

—Louis, quiere que vivamos juntos —Los ojos de Anne se abrieron más, estaba sorprendida.

—Cuando cumpla la mayoría de edad, pedirá una custodia para cuidarme —Sonaba gracioso. Pero era toda la verdad.

—Espero que no te moleste lo que me propuso, yo quiero vivir con el —Susurro, pero su madre había escuchado claramente.

—Cariño —Harry alzó su mirada, esperaba cualquier cosa —Te he criado demasiado bien, estoy segura que estás preparado para vivir con alguien y solo —Sus ojos brillaban. No estaba enojada, estaba orgullosa.

—¿Me dejarás? —Sus labios temblaban, hablaba con delicadeza.

—Claro que sí, no te voy a negar estar con alguien, si quieres que Louis este a tu lado. Eso tendrás —Acaricio el cabello del rizado, sus rulos eran firmes y suaves.

—Aprovecha tenerlo a tu lado, seguro que él te quiere mucho —¿Acaso su madre suponía lo que sentía, o lo sabía? Quien sabe, pero estaba feliz de su reacción.

—Gracias mamá, prometo visitarte después de que me vaya —El rizado sonrió feliz, estaba agotado de mentir. Sus sentimientos estaban siendo reprimidos, en una especie de cápsula con una tapa a punto de salir disparada.

—Claro que si Harry, solo espero que estés bien y que los dos se cuiden —Ella no le había negado nada, estaba contenta con la decisión que había tomado su pequeño, no tan pequeño.

—Si mamá, vamos a estar bien —Harry sonrió felizmente. Su corazón había sido reparado gracias a su madre.

Y si, ese mismo día. Le contó a su madre sobre vivir con Louis, lo del club y una cosa más. Abrió su corazón hacia ella, quería ser sincero, expresar lo que sentía y por primera vez, contarle a alguien que no fuera Louis. Lo que sentía por él, por esa persona que siempre ha alegrado sus días. Que le ha provocado miles de sentimientos diferentes e inexplicables. Su madre no podría creerlo. Le había contado todo. Pero ella ya lo suponía desde hace un tiempo atrás. El demostraba mucho sin darse cuenta y ella solo lo analizaba. Esperaba que se lo contará sin la necesidad de preguntar y hacerlo sentir incómodo.

Harry sentía mucho temor por contarle todo eso a su madre, pero, aun así, ella lo trato bien. No lo juzgo. Lo único que le importaba era que su hijo se sintiera bien, cómodo y feliz. No le gustaba que estuviera triste o deprimido y más por sus sentimientos, que son más sensibles por el trastorno que lleva desde hace un tiempo. De hecho, lo ha llevado muy bien. No han vuelto esos cambios repentinos y bruscos en sus sentimientos, eso es un punto muy bueno.

El rizado se sentía extremadamente liberado, había contado una parte única de sus sentimientos. Ahora, debía hacerlo, pero hacia la persona que lo sentía. Que le provocaba todo eso, desde hacía mucho. Sería difícil y aún que ya lo intento, sigue sin poder tener la oportunidad exacta.

"Brillas como una estrella. Tu risa es como una melodía acústica. Tu cuerpo es como la figura de un Dios griego, de los antepasados. Tu forma de ser en la más perfecta de todas. Solo tú, eres todo eso y más".