15 - Tu eres la estrella que brilla en mi corazón.

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Louis había sufrido por días, quizá unas semanas. Estaba tirado en la cama todo el día, sin ganas de hacer algo. Y aunque Harry siempre intentaba animarlo, al final, no conseguía nada. Tampoco él estaba tan bien, sus medicamentos recetados los había dejado un tiempo, pero no fue para nada buena idea. Y claro, entendía a la perfección a Louis, primero había sufrido por la noticia, luego por qué la madre de su hijo murió y luego, su hijo. No podías llegar a creerte eso y que le haya pasado a un simple chico de 21 años, que apenas y había entendido la noticia de que sería padre. Para que después, su bebé no pudiera resistir más. Aunque en realidad, era un bebé muy débil. Había nacido antes de tiempo y aparte había tardado algo en nacer. Tenía un futuro predicho, aun así, era muy doloroso. Demasiado para Louis, ya ni siquiera sabía qué hacer. Pero tenía algo claro, él quería estar con Harry, el resto de su vida.



10 de junio 2012



La mañana de ese día, Louis tomo fuerzas para levantarse de la cama. Fue hacía la cocina y se encontró con Harry desayunando.

—Hola —Su voz aún era apagada, se vía débil y cansado. Harry lo miro algo sorprendido.

—Lou, estás fuera de la habitación —Le parecía extraño que el saliera solo.

—Si —Intentó poner su mejor sonrisa, quería que Harry viera que estaba mucho mejor y todo gracias a él.

—Dios mío Louis, me alegro de que estés mejor —Se levantó de la silla y fue directo hacia el ojiazul, lo abrazo con delicadeza para no lastimarlo, pues se notaba débil.

—Lo sé, intento ser fuerte por ti —Esas palabras solo provocaron que Harry se sintiera inmensamente orgulloso. Estaba contento de que sus intentos y esfuerzo por ver a su mejor amigo bien, no habían sido en vano.

—Estoy orgulloso de ti —Dijo a su espalda, aún con el abrazo —Estoy seguro de que todo mejorará —En verdad, deseaba que todo estuviera mejor, pero en su estómago había algo que le hacía pensar todo lo contrario.

—Te quiero, Harry —El ojiverde se sorprendió por lo que dijo, pero le agrado tanto que beso la mejilla del chico. Percibió el olor de su cabello, era el que ha estado cuidando desde que Louis no era capaz ni de bañarse solo. Literalmente, lo había visto desnudo, pero por una buena razón.

—Me siento mejor —Harry se despegó de él y lo miro muy atento —Todo ha sido gracias ti —Sonrió, en verdad era una sonrisa real, salió de su corazón. Por qué estaba contento, de sentirse mejor, de haber liberado el sentimiento de tristeza un poco. Aunque aún le dolía, solo intentaba olvidar todo, lentamente.

Se sentía mejor, mentalmente. Su tristeza había disminuido considerablemente, un poco de felicidad estaba llegando a su corazón.



Harry intentaba con todas sus fuerzas hacer que se sintiera mejor, cada día más. Aunque aún no era capaz de decirle la verdad, por cualquier cosa que pasara. Estaba redactando una carta para poder expresar todo de una mejor manera, con palabras buenas. Y diciendo todos sus sentimientos.

Quizá tendría fuerzas para hacerlo en persona, pero como ahora solo no podía, tenía la opción de hacerlo con una carta y lo aprovecharía.



Louis parecía estar feliz luego de eso. Liam y los demás chicos intentaban hacer que se sintiera mejor y no por qué tuvieran lastima sino, por qué les preocupaba su salud tanto física como mental. Por qué él había dejado de comer lo que debía, su cuerpo era más delgado de lo que ya yacía. Pero ahora, gracias a todos lo que lo han apoyado, se encuentra mucho mejor.

Harry siempre se preocupó por su salud, en todo momento. Aunque también se preocupaba por la suya y la de sus familiares, por qué su madre se había enfermado una temporada, ya estaba mucho mejor. Tomaba sus medicamentos recetados, Louis estaba al tanto de ello. Por qué Harry le había contado y aparte, quería seguir con su vida normal. Un poco triste aún, pero sabía que todo pronto pasaría. Ya que nadie lo deja de apoyar en ningún momento, siempre con ánimos y alientos.





Cuando mires las estrellas ~ [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora