Cuando mires las estrellas ~ [Larry Stylinson]

11 - Miremos juntos las estrellas.

"Solo dilo y ya, ¿Qué consecuencias podría traer? Su amor es mutuo, date cuenta".

Se despertó, inhalando y exhalado aire rápidamente. Era una pesadilla, alguien le gritaba a lo lejos esas palabras, que se repetían en su cabeza continuamente.

Sus ojos intentaban aclararse, los apretaba con fuerza. Su vista era nublada, parecía haber dormido tan solo unos minutos, hasta que vio como un rayo de luz se filtraba en su ventana. Aún que mantenía su mirada fija en las sábanas, volteo para ver qué tapaba los demás rayos del sol.

—Hasta que despiertas —El gesto de su madre era de enojo, tenía sus brazos cruzados.

—¿Qué hora es? —Omitió cualquier cosa que quisiera decirle. No quería pelear.

—Casi la una de la tarde —No dejaba de mirarlo con enojo, aunque estaba en todo su derecho, fue desobediente.

—Perdón, anoche llegué un poco tarde —rasco su nuca, nervioso.

—¿Tomaste alcohol? —Harry lo miro asustado, no sabía lo que le iba a decir. Si mentía, podría estar mal.

—Solo probé —Intentaba recordar lo que bebió, pero no podía.

—Lo hiciste —No fue una especie de pregunta, su madre sonaba angustiada.

—Si —El ojiverde intentaba aclarar su mente, parece que el alcohol seguía en su organismo.

—Harry —La voz de su madre era dominante —Te levantas ahora mismo de la cama y vienes a la cocina —Por un momento creyó que le diría de cosas. No sabía por qué lo había mandado allí, pero ahora debía hacerle caso.

Su madre salió aventando humo de la boca, no literalmente. Pero quizá estaba furiosa, decepcionada o solo, preocupada. Harry se levantó con lentitud, su cabeza aún dolía, sus ojos los sentía pesados y ardían. Lavo su cara con rapidez para después bajar las escaleras. Fua hacia la cocina, pudo percibir el caliente olor de un café recién hecho. Vio a su madre de espaldas, estaba mezclando algo.

—Tomarás este café para que se te baje cualquier cosa y después tomarás un té para que te quite el alcohol del cuerpo —Harry frunció el ceño, no quería tomar nada, ni siquiera sabe si funciona.

Anne le dejo una taza de café sobre la mesa, Harry lo analizo unos segundos. Se sentó en la silla y tomo la taza. Era un café muy amargo, aún más que el licor que había tomado anoche. Casi lo escupía, pero decidió pasárselo rápido para que su madre no se enojara con él.

Luego de pasarse el café y sentir su sabor aún en su paladar y labios. Su madre le dejo otra taza en la mesa. Harry lo miro dudando. Tomo la taza y olió. Era un olor pesado, no estaba seguro de tomar eso. Pero lo hizo, empinó la taza en la comisura de sus labios, bebió todo el té, era un sabor extraño. Lo analizo unos segundos para después sentir como su estómago se revolvió. Cómo si alguien estuviera mezclando con una cuchara. Se levantó rápido de la silla y corrió hacia el baño de la primera planta. Vómito, un color verde mezclado con café. Había desechado lo poco que había comido la tarde de ayer. Era más el líquido del licor, el café que recién había bebido y el té.

Anne lo miro desde la cocina, sonrió maliciosamente. El té era para hacerlo vomitar y eliminar el licor y cualquier otra sustancia que haya ingerido las últimas 24 horas.

Todo paso con rapidez. Harry había preparado algo especial para Louis, antes de su cumpleaños número 21. Por fin cumpliría la mayoría de edad y eso le hacía mucha ilusión, le compraría algo que había esperado por regalar, aparte de llevarlo a un sitio por un día especial que no pudo festejar antes.