Xiao llegó a su casa cansado tanto mental como físicamente, Kaeya había vuelto a insistir para inventar excusas por lo que aquel día había sido agotador.
Su madre lo saludó con una sonrisa que no le gustaba para nada, cada vez que sonreía mostrando los dientes indicaba que estaba tramando algo.
Confirmando sus sospechas, pudo verificar que la mayor estaba preparando comida como para cinco familias.
ー ¿Quién viene hoy a casa?ー Preguntó, mientras robaba un poco de la masa que estaba cocinando su madre.
ー ¡No comas!ー A pesar del regaño, cortó un pedazo de aquella mezcla para dárselo a su hijo.ー Vienen las señoras del té, así que vístete bonito y ordena tu habitación.
ー ¿Por qué tengo que ordenar? ¿Acaso las viejas van a venir a mi cama a tomar té?ー La dueña de la casa le lanzó una mirada, la cual fue suficiente para que su hijo se vaya corriendo a ordenar su cuarto. Esa mirada mataba y después venía el chancletazo, algo que prefería evitar.
Ordenó su habitación mientras ponía música creyendo que sería buena idea, pero todas las letras le hacían recordar a su relación con Venti.
La necesidad de tenerlo cerca aumentaba cada vez más, y era capaz de ir corriendo hasta su casa a tocarle timbre. Aunque claro, los padres de su ex pareja lo echarían a patadas.
Estaba aguantando las ganas de llorar ya que no se sentía merecedor de hacerlo, si al final todo era su culpa. Siempre terminaba arruinando lo que quería, por más que piense que estaba haciendo lo correcto.
Unas lágrimas se escaparon rodando por sus mejillas, secándolas rápidamente. Debía respirar, él no iba a llorar. Trató de pensar en su capítulo favorito de un dibujo animado como forma de distracción, logrando calmarse luego de un rato.
El timbre de casa lo sobresaltó de su tranquilidad, seguido de un grito por parte de la señora para que le abriera la puerta a sus invitados.
Colocándose sus pantuflas de Barney, se dirigió hacia la puerta de entrada. En su rostro podía notarse la pocas ganas que tenía de estar rodeado de señoras cincuentonas, no eran malas personas pero hablar de una novela turca...
simplemente no era su pasión.Al abrir la puerta su rostro quedó en una sorpresa total, sin entender que estaba sucediendo. Tanto Venti como la madre de éste se encontraban frente a él, ambos con una sonrisa en su rostro.
ー B-bu...ー Las palabras no salían de sus labios, por lo que tuvo que toser varias veces en un intento de tapar sus nervios. Su sonrojo comenzaba a ser notorio ya que ver a el chico ahí, igual de hermoso que siempre, era algo que no podía evitar apreciar.ー Buenas tardes... ¿Necesitan algo?
ー Qué descortés con tus invitados.ー Dijo su madre, sacando de lado a su hijo para invitar al dúo a la sala de estar. Xiao le daba miradas a la mayor, aún sin entender que estaba sucediendo, ¿Donde estaban las señoras adultas fans de Chayanne? La progenitora del chico le embocó varios codazos para que reaccione, sin darse cuenta se había quedado embobado mirando al chico.
ー Y-ya les traigo la merienda, ¿Desean tomar algo?ー En ese momento pensó varias formas de escapar de su casa en secreto, salir por la ventana no era una mala opción.
ー No te preocupes, yo iré con tu madre. Quédate con Venti.ー Y así fue como la señora había arruinado cualquier tipo de posibilidad de escapar, dejando a la ex pareja en silencio.
Cada uno estaba en un extremo de la mesa, sin ser capaz de hablar. Venti no podía dejar de verlo, mientras que Xiao quería evitar esa mirada. Si, había memorizado mil temas para sacarle... pero ahora estaba en blanco.
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gold rush ~ xiaoven ; genshin impact
FanfictionVenti era conocido en el instituto por enamorarse muy rápido, por lo que cada vez que tenía un nuevo crush todo el mundo sabía lo poco que duraría, ¿Pero qué pasaría si todo eso fuese sólo una máscara de Venti? ¿Qué estaría ocultando? Ni su mejor am...