Aventón

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Mark cerró la puerta del taxi después de pagarle al chofer y se acomodó su mochila sobre los hombros. Se detuvo unos segundos para mirar hacia arriba, hacia el balcón del quinto piso donde estaba el apartamento que había compartido con Jaemin durante años. Se sentía extraño que un lugar tan familiar, ahora le resultara ligeramente ajeno.

La mueca de hastío en su rostro daba a entender que Mark no tenía el mas mínimo deseo de subir, ni de hablar con Jaemin. Pero tenía que hacerlo. Era necesario e inevitable.

-M-Mark.

Escuchó su nombre a sus espaldas, en una voz que conocía demasiado bien.

-Jeno.- se dio la vuelta y lo enfrentó. Jeno lucía igual que siempre, con su cabello teñido de rubio, peinado descuidadamente, sus skinny jeans y su camiseta oversized. El mismo de siempre, sí, pero la forma en la que miraba a Mark ahora había cambiado por completo.

-Has vuelto...

Mark lo miró con obviedad. No quería ser un imbécil, pero en esos momentos la presencia de Jeno no le resultaba precisamente agradable.

-Eso parece.- contestó, irónico.

-Jaemin... Oí que... él me dijo que rompieron.- Jeno no lo miraba a los ojos, y se rascaba el cabello mientras hablaba.- Mark, yo... ¿crees que pueda hablarte un segundo?

-Solo di lo que tengas que decir.- Mark sonó impaciente. Definitivamente quería terminar todo cuanto antes.

-Lo siento.- fue lo único que dijo.- No me voy a justificar ni nada de eso. Solo lo siento.

-Está bien.- Mark se dirigió rumbo al interior del edificio.

-¿Qué vas a hacer?- Jeno volvió a llamar su atención.- Tú... ¿vas a volver aquí?

Mark suspiró, aunando paciencia.

-Jeno, solo voy a hablar con Jaemin para saber qué vamos a hacer con el apartamento. Déjame aclarar eso primero. Si quieres, después habla con Jaemin y te enteras de qué decidimos. ¿Sí?

-Solo lo decía porque Jaemin puede venir a vivir conmigo. No quisiera que... que hubiera problemas entre ustedes por el apartamento.

La ceja de Mark vibró. No le contestó nada y solo entró al edificio.

Jaemin se sorprendió visiblemente al verlo del otro lado de la puerta.

-No esperabas verme a mí ¿cierto?- una sonrisa amarga adornó su rostro. Jaemin lo dejó pasar.

-Solo me sorprendí. No... no pensé que fueras a regresar tan pronto.

-Pues aquí estoy.- Notó como Jaemin lo miraba de arriba a abajo mientras su rostro se tornaba sombrío.

-Luces como la mierda.- Jaemin se sentó en el sofá para continuar tomándose la cerveza que tenía abierta sobre la mesita.

-Gracias.- Mark tomó otra cerveza del refrigerador y se sentó frente a Jaemin en una butaca. A pesar de que ambos estaban siendo maduros al respecto, la situación era tan cómoda como encajarse alfileres en la planta de los pies.

Pasaron un par de minutos de lo que podría calificarse como uno de los silencios más incómodos de la vida de ambos. Jaemin terminó su cerveza y se levantó para buscar otra. Sacó el resto del pack del refrigerador y lo puso sobre la mesita, entre él y Mark.

-Dejemos de ser tan estúpidos y solo hablemos.- Jaemin cruzó los pies mientras abría la segunda lata. Mark continuaba bebiendo la primera, pero apreció el que Jaemin rompiera el hielo. Él no confiaba en poder hablar con calma después de casi haber perdido los estribos con Jeno. Sabía que había roto con Jaemin, y sabía que buena parte de lo que pasó era culpa suya, pero aún le corría sangre por las venas y no podía evitar enojarse un poco.

Highway •~• [Markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora