Capítulo 1

12.8K 273 87
                                    

(Este fanfic no es mío, es una adaptación de la traducción de @Camrensweet2)

Amelia POV.

—Mierda. Necesito sexo.

Eran las 22 hrs. White Chicks acababa de pasar en la TV, y yo empezaba a hablar conmigo misma.

—Excelente Amelia. ¡Estás loca, estás hablando sola!

Hace seis semanas que no tenía sexo. En mis términos, ese era un tiempo largo. Sin embargo, esa prioridad que antes era constante en mi vida, actualmente estaba decayendo en la lista.

—Bueno, ya vi que puedo aguantar seis semanas sin sexo. Pero más que eso tampoco, no soy de hierro.

Me puse unos jeans, una blusa negra y mi chaqueta de cuero. Salí con mi Porsche Cayenne hacia el lugar al  que usualmente iba cuando las noches que me sentía caliente necesitaba sexo.

La calle estaba desierta y silenciosa como siempre. Un pequeño letrero rosa-neón muy discreto brillaba sobre una puerta bien adornada: "The Hills".

Entré al lugar sin tocar. Era familiar, ya había estado allí miles de veces. Un ambiente oscuro, decorado en madera, albergaba hombres de clase alta y mujeres lindas y bien vestidas. Gran parte de los clientes eran señores de las altas esferas sociales. La luz débil era agradable, dando al lugar un aire misterioso y caliente. Las canciones aleatorias, pero siempre sensuales, ayudaban en la ambientación del lugar.

El bar central acomodaba a dos chicas lindas que preparaban bebidas. Algunos hombres les coqueteaban mientras ellas hacían sus trabajos. En los rincones, muchos sofás y mesas estaban ocupados por parejas, unos más discretos, otros completamente sin pudor.

—¡Amelia! ¿Eres tú?

Me giré y vi un rostro conocido.

—Hola, Natalia.

—¿Dónde has estado? Pensé que nos habías abandonado.

—Estuve fuera por algún tiempo. Problemas de la empresa. —Mentí.

—Vas a tener que compensar los días que estuviste ausente entonces.

Con un guiño, Natalia me jaló al bar, ordenando a una chica morena que me sirviera una dosis de whisky.

—¡Hola, Amelia! —Tres chicas me saludaron. Me giré y vi tres bellezas. María, una morena hermosa; Selena, un poco baja y con rasgos latinos y Scarlet, una pelirroja escultural.

—Hola chicas ¿Cómo están?

—Bien, pero te extrañábamos. —Respondió la pelirroja, con cierta insinuación en la mirada.

—¿Estuviste frecuentando otros "ambientes"? —María preguntó.

—No, estaba viajando por trabajo. —Mentí de nuevo.

No quería decir de que mi desaparición se debía a mi total falta de ganas y que ahora necesitaba quitármelas.

—Bueno, necesitas relajarte entonces. —Selena habló, acercándose para hacerme un masaje en los hombros.

—Las tres están libres, Amelia. –Dijo Natalia, como si las chicas no estuvieran allí. Sonrió con malicia.

Fue cuando vi a una chica que, hasta entonces, nunca había visto. Una chica aparentemente normal. Cabello largo rubio, piel blanca, rasgos españoles, un poco más alta que Selena y parecía completamente desplazada.

—Natalia, ¿quién es ella?

Ella y las chicas se voltearon para mirar al fondo del salón.

—¡Ah, casi me había olvidado! No la conoces, llegó hace dos semanas. Se llama Luisa.

My sweet prostitute (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora