Grito de desesperación.

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~Pasados los días después de que Hyuki se hizo la prueba de embarazo, la cual había salido positiva, Dilian empezó a tener problemas consigo mismo...~

-Dilian-

Durante las noches no podía dormir, las pesadillas se apoderaban de mí, todo lo que veía era el momento de la muerte de Hyuki y mía, mis días se volvieron más apagados, no podía sacarme de la cabeza esa imagen tan perturbadora, en la cual nos encontrábamos los dos chorreando sangre desde nuestros cuerpos. Noche tras noche, día tras día, cargaba con el sufrimiento de ver cómo era asesinada el amor de mi vida...

No recuerdo bien que era lo que había inducido a aquella persona a cometer tal acto, no recuerdo haber hecho algún enemigo o algo similar. Sin embargo, ya conocía una pista acerca de él.

Mientras ideaba un plan que pudiera salvar nuestras vidas, mi cabeza se hacía pedazos, caí en un estrés espantoso, el cual se apoderaba de mi cada que podía.

Pasaron algunos meses llenos de pesadillas, en los cuales no me topé en ninguna circunstancia a Leinad, el ser que decide cuando alguien desaparece, todo

parecía ser normal hasta que un día me levanté y entre lágrimas gritaba desesperadamente "¡LUCHARÉ POR TODO AQUI Y AHORA, NADA ME DETENDRÁ Y LOGRARÉ RECUPERAR MI VIDA PARA SER FELIZ!"

En ese momento al parecer fue un desafío para Leinad, ya que después de eso me llevó al mundo de los caminos.

El lugar lucía tenebroso, ya no era el mismo lugar blanco que visité aquella vez, ahora se miraba en tonos grises y negros, no podía creer que estaba ahí de cuenta nueva.

-Así que ¿crees ser capaz de poder salvar a aquellos que con tu propia mano su vida has arrebatado?, ¿crees poderte salvar de la perdición en la cual tú mismo te has metido?, no eres más que alguien patético que no puede soportar las consecuencias de sus propias acciones.- Me decía en tono burlón -¿Acaso necesitas otra pista para saber qué fue lo que te llevó a tu propia muerte?, ¿aún no logras comprenderlo?-

-Por favor, Sólo déjame en paz, quiero poder vivir plácidamente con mis familia, ¿qué tan complicado es eso?- Le decía mientras alzaba cada vez más la voz. -A ver, mocoso, a mí no me dices que hacer y qué no hacer.- me decía mientras tomaba mi cuello y comenzaba a levantarme, era demasiado fuerte, pero ¿qué podía esperar de un trabajador de un Dios? -No puedes ir desafiando a alguien que puede destruirse en sólo segundos.-

- Si así fuese, ¿por qué no acabas con mi sufrimiento de una buena vez?- Decía un tanto ahogado

Después de eso, me lanzó contra una de las paredes impactándome con gran fuerza.

-Porque me gusta ver como se destruye tu alma poco a poco, me encanta ver como tú mismo te acabas cada vez más, porque no puedes escapar de tu destino por más que quieras. Porque no eres más que alguien débil que no puede luchar por sí mismo y necesita culpar a los demás de las cosas que le suceden, no eres más que una simple basura.-

Después de estas palabras desperté con un dolor en la espalda.

Aquél hecho me dejó con algunas secuelas, nadie sabía acerca de esto y decidí comentarlo a alguien, aunque sabía que me podría tratar como un loco, tenía que decírselo a aquella mujer que perecería a un lado de mí. Ya cuando llegó Hyuki a mi casa proseguí por asegurarme de que se encontrara bien, ya después de eso me encargué de contarle absolutamente todo...

-¿Me estás diciendo que por alguna razón estamos destinados a morir juntos?- Mencionaba en tono de seriedad

-Lamentablemente, sí, es algo tonto, pero primero llegas a morir tú y después yo.- le decía intentado hacer que me creyera.

Comenzó a reír burlándose de aquello que le había dicho. - ¡Por dios!, es lo más loco que he escuchado en mi vida.-

-¿A caso te causa gracia?- Decía en un tono serio y frío.

- Es que es algo increíble, sinceramente parece una broma bien hecha.- Decía parando la risa.

-Tch, creo que ya es tarde, necesito que te vayas.- mi actitud comenzó a cambiar, parecía empezar a hacer efecto el trato de hace años.

-¡Ay, mi amor!, no te enojes.- Intentando abrazarme la empujaba.

-¡No estoy enojado!- La empujaba a la cama.

-¡Hey!, ¿Qué te pasa?, nunca me habías empujado así.- Su tono de voz era frágil y parecía quebrarse.

-Solamente no empieces a irritarme...- Me giraba dándole la espalda.

-¡Bah!, eres demasiado irritante cuando te pones así.- Mencionaba con desgana.

Después de que éste escuchó esto, se abalanzó hacia ella y la tomó del cuello con una de sus manos.

-¿Dices que soy irritante?, mira como lo dices, la que empezó a burlarse aquí eras tú.- Comenzaba a apretar con fuerza

-E...espera, me...me estás ahorcando...- Decía perdiendo respiración.

-¿Sabes que es lo peor de todo?, que ni siquiera intentaste pedir una disculpa.- Miraba su rostro con cierta ira.

-P...por fa...vor, su...suéltame...- Comenzaba a perder la respiración por completo

- Si eso quieres.- la arrojaba hacia un lado.

-~Ah~- Decía con algo de dolor. -¡Estás loco!- Empezaba a levantarse pero para su mala suerte ya estaba ahí con ella.

-¿Me dices loco?- Le lanzaba un golpe en el rostro. -¿Crees que por llevar un hijo mío en tu vientre me voy a detener?- Decía antes de darle varios golpes en el cuerpo. - Si esperas que con eso puedas cuidarte estás realmente mal.- Ya tirada en el suelo comenzó a patearla.

-¡YA BASTA!- Le decía en un grito lleno de dolor y desesperación. -¡DETENTE!, ¡ME LASTIMAS!- Justo comenzó a llorar.

Todo esto combinado con un fuerte golpe en la cabeza, hicieron que está se desmayara, ante tal acto, Dilian la cargó y la acostó en la cama, por si alguien llegaba decir que se había quedado dormida.

-Maldita sea, ahora tengo que cuidar que nadie vaya a verla en ese estado, también que no vaya a decir nada.- Se notaba tembloroso pero aún se mantenía frío. -Debo cuidar todo lo que hago para evitar meterme en problemas.-

Las cosas comenzaban a cambiar para él, todo parecía nublarse y tendría que mantener su cabeza cuerda para evitar caer nuevamente.

Dilian en su interior.

-¿Pero qué he hecho?, ¿estoy comenzando a ser como él?, no quiero cometer los mismos errores, yo no podría lastimar a Hyuki, ella es el amor de mi vida, ¿Soy un demonio ahora?, ¿Qué soy?-

El arrepentimiento llega, tarde o temprano pero lo hace, si no lo hace a tiempo, es probable que lo haga muy tarde, cuando no hay escapatoria, la violencia, agresividad y los ataques son algo realmente malo, no podemos hacerlo sin o con motivo alguno, es algo que realmente puede destruir...

En búsqueda de una verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora