ᴛʜᴇ ᴇɴᴅ ᴏꜰ ᴛʜᴇ ʀᴏᴀᴅ 〤 ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ

✘ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ꜱɪᴇᴛᴇ ⚠️

⚠️ Capítulo largo con sadismo, violencia explícita y vocabulario soez/vulgar.

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Lunes 11 de Julio del 2022

Busan, Corea del Sur.
17: 23 p.m.

Cuatro meses después del primer contagio

...

El viento soplaba en dirección al oeste, llevando consigo papeles, polvo y hojas verdes de arboles por la temporada de verano. Una época que para el mundo antiguo hubiese sido muy esperada por todos, pues significaba vacaciones en familia, relajación y felicidad

Ya no era así.

Sentado en el techo de ese autoservicio se podían observar las edificaciones abandonadas en la lejanía, algunas de ellas en pésimas condiciones como consecuencia de la primera y definitiva oleada del virus.

Desde que inicio el hecatombe hace cuatro meses el medio ambiente estaba cambiando. El cielo se veía un poco más azulado que antes. Sin humanos, naturalmente todo se iría acomodando en su respectivo lugar al transcurrir los amaneceres, la naturaleza se iría recuperando lentamente de todo el daño que alguna vez le habían causado.

Sin embargo, indudablemente lo más increíble era el silencio que reinaba en la ciudad, no había automóviles circulando, fabricas en plena producción, personas hablando, siquiera animales domésticos, nada. Era un mundo en silencio... la mayor parte del tiempo.

El viento soplaba fuerte haciendo música, brindando un poco de paz y serenidad. Jungkook cerró sus ojos oscuros mientras el viento despeinaba su cabello negro, el cual ya estaba bastante largo.

Había olvidado lo que significaban esas simples y sencillas palabras, paz y serenidad. Para este punto, ya había olvidado demasiadas cosas, más buenas que malas, pues definitivamente lo malo siempre era más difícil de borrar. Solo cuatro meses y parecía que el mundo siempre había sido así.

—Jungkook, ¿qué haces ahí arriba? — le preguntó Wonho desde la calle desértica.

Jungkook siguió con la vista fijada en el horizonte. Le gustaba admirar los paisajes de matices anaranjados. Eran hermosos. Abrió la lata de Coca Cola que encontró en el mercado y la tomo casi de un solo trago, poniendo gesto gustoso. También había olvidado lo deliciosa que sabía una bebida energética. Durante los últimos meses habían sobrevivido a base de alimentos chatarra e inclusive caducados.

—Hey, no me ignores y baja tu trasero de ahí ahora mismo — le ordenó Wonho.

—No estés molestando ahora, Wonho. Estoy disfrutando de la vista, ¿acaso no ves? — Jungkook se acabo su bebida y la arrojó al vacío. Basura más, basura menos, ¿a quién carajo le importaba?

Solo deseaba un momento tranquilo como este.

—Pues déjalo para después, debemos irnos. ¡Oscurecerá pronto! — anunció.

Jungkook hizo una mueca fastidiosa al ver que efectivamente el sol estaba por ocultarse. Se levantó de mala gana y bajó por la oxidada escalera de metal que estaba en un costado de la tienda.