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Miércoles 12 de abril del 2023
Seúl, Corea del Sur.
13:20 p.m.Un año, un mes y un día después del primer contagio.
...
Jimin abrió sus ojos con pesadez y decaído, miró a los alrededores. No sabía en qué momento se quedó dormido. Todavía acostado en la cama de Seokjin, tenía la foto familiar entre sus manos y podía sentir la humedad de la almohada como consecuencia de sus lágrimas derramadas durante la noche.
Lo primero que observo fue al causante de su despertar, cantándole una melodía en la ventana. Conectaron miradas antes de que el íngrimo pajarillo saliera volando, posiblemente huyendo de su apariencia parecida a la de un auténtico muerto viviente.
Jimin parpadeó pesadamente, su visión estaba borrosa debido a la noche agitada y luego, se dio cuenta que la puerta del cuarto se encontraba entre-abierta, lo cual le hizo recomponerse rápidamente.
—¿Seokjin? — preguntó adormilado, viendo atentamente hacia la puerta y esperando a que una cabellera rubia hiciese su dramática aparición —. ¿Eres tú? ¿Has regresado?
No hubo nada.
—¿Jinie...?
El silencio que reinaba la vivienda de los hermanos Park permaneció como todos los días.
"Tal vez se ha ido al hospital" se dijo a sí mismo un poco mas tranquilo. "Si, lo había olvidado, va a regresar antes de la cena", "Ya no tardará en volver."
Jimin volvió a cerrar sus ojos hinchados, deseando dormir y no despertar hasta que su hermano volviera a su hogar, sin embargo, muy dentro de él sabía la cruel verdad, sabía que eso nunca sucedería, pues ya habían transcurrido 393 días repitiendo el mismo bucle maldito y al final del día seguía siendo únicamente él.
Parecía que fue ayer cuando las cosas estaban bien, cuando la vida era normal, pero una tacha más se agregaba en el calendario, comenzaba un día más, que bien podría ser el último de todos, un jodido día más en el cual se sentía mas muerto que los mismísimos engendros.
Siempre despertaba con esa ridícula esperanza de que todo fuese un mal sueño y su vida estuviese de regreso; su familia. Anhelaba salir de su habitación y encontrar a Seokjin desayunando en el comedor, extrañaba reír de cosas banales y después irse a su entrenamiento matutino mientras leía los mensajes de Chaeyoung y sus compañeros de equipo en su celular.
La pesadilla continuaba y no terminaría. A cada despertar el dolor, la tortura y el sentimiento de desvalecimiento era más grande, como una bola de nieve que iba rodando cuesta abajo. Con cada maldito día sus ganas de ponerse de pie iban disminuyendo. Estaba muerto en vida. Era un errante más deambulando entre las paredes de su casa.
¿Qué estaba esperando que ocurriera? ¿Cuál era el propósito de seguir viviendo? Mejor dicho, ¿por qué no había muerto todavía cuando todos los demás lo habían hecho? Eso era lo primero que Jimin se preguntaba todos los días a penas sus ojos se abrían.
Esto no era vivir, solamente era no morir.
Pero entonces, llegó oportunamente la respuesta a esa pregunta. Como todas las mañanas, su único amor por la vida saltó bruscamente a la cama, aterrizando con sus aproximadamente 50 kilogramos sobre él, repartiendo lamidas por todo su rostro hasta dejarlo completamente babeado.
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ᴛʜᴇ ᴇɴᴅ ᴏꜰ ᴛʜᴇ ʀᴏᴀᴅ 〤 ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ
TerrorVayas a donde vayas, en ningún lugar estarás a salvo. No existe el gobierno. No existen las reglas de ningún tipo. No existen los valores. No existe la moral. No existen las clases sociales. No existen las tradiciones. Lo único que si existe es el h...