En menos de un segundo, Jimin ya se encontraba delante de Jungkook para ayudarlo. Con las cejas arrugadas de preocupación, acunó el rostro magullado de Jungkook entre sus manos y pasó sus ojos por las heridas en su rostro que no eran agradables a la vista. Su ojo izquierdo estaba hinchado y su boca goteando sangre, sin embargo, lo más preocupante era el círculo oscuro, mojado y pegajoso, que se estaba formando en su camiseta color gris. Parecía una herida de cuchillo. Sus dedos ensangrentados presionaban la herida debajo de su costilla.
Jimin tuvo unas inmensas ganas de llorar.
Ver a Jungkook tan lastimado le dolió tanto como lo asustó.
—Qué fue lo que te hicieron —dijo temblando, su voz salió quebradiza.
Adolorido, Jungkook se encorvó a la altura de Jimin, casi recargando sus frentes como si por fin pudiera dar un respiro después del tope de adrenalina que lo ayudó a regresar a la vivienda en ese estado. Su cara estaba demasiado pálida y le devolvió una mirada apagada.
—Estoy bien, no te pongas histérico — masculló con un gruñido mal contenido al ver las lágrimas de Jimin, no obstante, su apariencia decía otra cosa.
Se recargó contra Jimin, quien lo rodeó de inmediato para mantenerlo de pie.
—¡¿Cómo vas a estar bien?! ¡Estás sangrando! — exclamó el castaño, alterado, manchándose la ropa con la sangre ajena —. No puede ser Dios mío, necesitas un botiquín de primeros auxilios. ¡Woojung! ¡Sarang! ¡Ayuda! — gritó por las escaleras esperando ser escuchado por alguien.
Todos estaban tan cansados y agobiados por lo que estaba ocurriendo con Wonho que debían estar en el quinto sueño. Desesperado, pasó el brazo pesado de Jungkook por encima de sus hombros para levantarlo con un esfuerzo extra y ayudarlo a subir escalón por escalón y llegar a su habitación en la segunda planta, a pesar de las negaciones de aquel que juraba estar bien.
—Fue superficial, el cabrón era lento y apenas alcanzó a rozarme —le dijo el pelinegro como si nada, ocultando muy bien la agonía que le provocaba dar un simple paso —. Sobreviviré, matarme no les será tan sencillo...
El castaño ignoró lo que estaba proclamando el pelinegro en voz baja, la adrenalina de la pelea estaba nublando sus sentidos y su dolor. En este momento no importaba otra cosa que no fueran sus heridas, Jimin luego se preocuparía por lo que ocurrió.
Dejó a Jungkook en la cama y rápidamente se alejó para buscar el botiquín de primeros auxilios en el compartimento alto del armario donde le había indicado Jeon. El contenido tenía los instrumentos necesarios para tratar heridas de primer grado. Regresó hasta donde Jungkook, el cual se encontraba sentado en la orilla de la cama con las piernas abiertas mientras ejercía presión en la herida de su costado para detener la hemorragia.
—Déjame ver qué tan mal está — señaló su tórax.
Con movimientos lentos, Jungkook se sacó la camiseta rasgada y manchada de sangre por la cabeza, dejando ver la herida con cuchillo debajo de su costilla. Jimin se estremeció al mirar la piel abierta color rojo vivo. Era superficial como había dicho y no abarcaba mucha distancia, sin embargo, necesitaría de algunas puntadas.
—N-necesitas sutura — avisó intentando no demostrar su tormento y preocupación por la herida. No era demasiado grave, pero debía doler mucho aunque Jungkook no lo exteriorizara —. Llamaré a los gemelos.
—No — Jungkook lo interrumpió con un resoplido ronco, acomodándose sobre su palma apoyada al colchón y engulló la mano del castaño para evitar que se fuera de la habitación —. Hazlo tú, Jimin.
—¿Qué? — aquel abrió sus gestos en grande.
—No quiero que me vean así luego de lo que ocurrió con Wonho. Será demasiado para ellos — dijo en voz baja —. Así que si quieres ayudar, haz la sutura.
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ᴛʜᴇ ᴇɴᴅ ᴏꜰ ᴛʜᴇ ʀᴏᴀᴅ 〤 ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ
HorrorVayas a donde vayas, en ningún lugar estarás a salvo. No existe el gobierno. No existen las reglas de ningún tipo. No existen los valores. No existe la moral. No existen las clases sociales. No existen las tradiciones. Lo único que si existe es el h...