cuatro

3.5K 164 11
                                    

Los pequeños rayitos de sol empiezan a colarse en la habitación, dejándola a esta más iluminada y con mayor visión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Los pequeños rayitos de sol empiezan a colarse en la habitación, dejándola a esta más iluminada y con mayor visión.

Escucho como la puerta de mi habitación se abre y espero que sea un sueño, pero no lo es porque siento como me zarandean para intentar despertarme.

- ayy - es lo primero que digo para luego abrir mis ojos y encontrarme con mi mejor amigo Carlos sentado a un lado de la cama.

- Buenos días zoe - deja un beso sobre mi frente.

- buenos días Carlitos. - digo extirandome un poco. - ¿Qué haces aquí? - pregunto.

- Vengo a hablar contigo.

- Y bien ¿de qué? - cuestiono incorporandome en la cama, y sentándome al estilo indio.

- ¿Qué te traes con charles? - pregunta directamente.

Trago saliva y casi me atraganto.

- ¿Yo? - vaya estúpida pregunta zoe me digo.

- Si quieres va a ser mi prima de Cuenca.

- No me traigo nada con él. - contesto, mirándole fijamente.

- ¿Segura? he visto miraditas entre vosotros dos.

- No pasa nada, creo.

- ¿Crees? - pregunta.

- No lo sé. Es cierto que Charles es un chico guapísimo, pero no creo que vaya a pasar nada.

- ¿Por qué? - vuelve a preguntar y me está poniendo algo nerviosa de tantas preguntas.

- Pues porque es piloto de fórmula uno, es guapo y puede tener a la chica que quiera.

- Ay Zoe no empezamos con los problemas de inseguridad. Tú también eres una chica guapísima, y que por cierto tiene también a muchos chicos detrás. Además, sabes que si yo no estuviera con Isa quien sabe lo que podía haber pasado entre nosotros. - bromea guiñandome un ojo mientras no dejamos de reír.

- Pero no sé lo que él piensa de mí, esto es muy difícil.

- Solo tienes que ver como te come con la mirada. - añade y sale de la habitación.

Me echo para atrás y suelto un suspiro grande, ahora mismo estoy muy pero que muy confundida.

Me quedo sumergida en mis pensamientos hasta que escucho como llaman a la puerta de mi habitación.

- Zoe, ¿Estás despierta? - escucho la voz de Charles a través de la puerta.

- Si pasa.

Y ahí entra el chico que no para de pasar por mi cabeza.

- Buenos días - digo con una sonrisa.

- Buenos días preciosa. - dice esbozando una sonrisa.

Y ahí es cuando mi yo interior está saltando de alegría.

Arde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora