Arde

treinta y cuatro

Ayer fui un día de locura total. Gane la primera carrera de la temporada, fue increíble. Volver a estar en lo más alto, fue una carrera intensa y luchada, Max no me lo puso nada fácil pero estuve peleando y al final lo conseguí. Pasé línea de meta en el primer puesto. Ganar la carrera de ayer, me da confianza, optimismo y, sobre todo opciones para ganar el título esta temporada.

Me encantaría esta temporada ser el nuevo campeón de la fórmula uno, que es difícil, si lo sé, pero no por ello imposible. Quiero intentarlo, quiero estar ahí y quiero ganarlo. Sería todo un sueño cumplido.

Cuando era pequeño y estaba en los karts siempre tuve claro mi objetivo impulsado por mi padre. Estar en la fórmula uno y ganar el título.

Antes de que mi padre falleciera me lo repitió.

- Hijo mío, te vere desde el cielo lograr el título.

No es solo mi sueño, también es el de mi padre, y el de mi amigo Anthoine. Si algún día lo consigo, tengo claro que ese título llevará sus nombres. Fueron las personas que más confiaron en mí, y los echo de menos cada día.

Después de la carrera, por la tarde-noche tuvimos una cena de equipo que debería de haber sido unas dos semanas antes pero al final no pudo ser. Pero bueno, eso también fue motivo para celebrar la victoria.

Hace tiempo que venía rondandole vueltas a una cosa, y era pedirle matrimonio a Zoe. Sé que suena loco, pero hay que vivir el día a día porque no sabemos donde podemos estar mañana.

Antes de venir aquí a Bahréin, paseando por Mónaco o mejor dicho haciendo deporte, vi en una joyería un anillo muy bonito, y pensé que era ideal para mi chica. En ese momento, pasé de largo y estuve pensando en que hacer.

Mientras volvía a casa llamé a mi hermano Arthur para ver que opinaba él, también llamé a mamá y a Carlos. Y todos me dijeron lo mismo: Charles hazlo.

Cuando llegue a casa, vi a Zoe sentada en una silla que hay en una habitación que la hemos puesto para el trabajo, para las cosas de nuestro trabajo. Allí estaba ella sentada en la silla, con una de mis camisetas, un pantalón de chándal, un moño medio hecho en el pelo, unas gafas de vista y un lápiz entre sus dedos mientras en su cara se reflejaba confusión y estaba pensativa.

Al verla lo tuve más claro aún, es la mujer con la que quiero pasar mi vida.

Como no me habia visto, salí de casa de nuevo y fui a por ese anillo.

El anillo es de plata, tiene un raíl engastado con brillantes que hace que la piedra principal brille con luz propia.

Compré el anillo el lunes, y el miércoles viajamos a Bahréin. Cuando llegamos aquí, lo hable con los chicos y todos estaban emocionados.

Antes de ir a la cena llamé por teléfono a Binotto, mientras que Zoe estaba en la ducha, y le conté lo que quería hacer. No me puso ningún pero, al revés estaba encantado con que le propusiera matrimonio en la cena.

Mientras me duchaba pensé en sí Zoe me decía que no y empecé a sentir muchos nervios, hasta llegué a replantearme pedírselo o no.
Pero, el que tenga miedo a morir que no nazca.

Después de comer, Matías habló por un micrófono, dio una pequeña presentación y una charla acerca de esta temporada, y después me llamó a mi para que subiera al pequeño escenario que habían montado.

Estaba nervioso, cagado de miedo. Pero tuve el valor de hacerlo.

Cuando ella se acerco a mi pude ver que tenía los ojos brillantes y algo llorosos, al igual que seguro que los tendría yo.

Y cuando me dijo que si, fue una gloria para mí.

Todos los presentes nos felicitaron empezando por Carlos, que fue de gran ayuda.

Creo que fue uno de los mejores días de mi vida.

Ahora estamos volviendo a Mónaco, hoy almorzamos con mi hermano y mi madre.

Ella está dormida echada sobre mí pecho, tiene sus manos apoyadas en mi pecho, con su anillo en el dedo. Su pelo revuelto, sus ojos entrecerrados. No sé cuantas veces lo habré dicho ya, pero es preciosa.

- Amor, despierta - susurro cuando veo que vamos a aterrizar ya.

Se levanta un poco desorientada, pero cuando su mirada se cruza con la mía sonríe para luego entrelazar nuestras manos. Le doy un beso en la mejilla mientras ella suelta una risita.

- Tengo ganas de ver a tu madre - me dice.

- Ella también tendrá ganas de verte.

Mi madre y mi chica se llevan genial, parecen madre e hija. Es más mi madre, la trata como si fuese su hija. Tienen muy buena conexión y sintonia, se lo cuentan todo.
Y yo rebozo de felicidad de ver como mis dos chicas se llevan tan bien.

Nos montamos en el coche y vamos para la casa de mi madre, mientras vamos escuchando música en español porque es la música favorita de Zoe, yo hay cosas que no entiendo pero si ella es feliz pues yo también.

Suena una canción, que ya me la voy sabiendo porque Zoe está prácticamente todo el día cantandola "tacones rojos" de Sebastián Yatra.

- Hay un rayo de luz que entró por mi ventana - canta, mientras mueve su cabeza al ritmo de la música.

- Y me ha devuelto las ganas, me quita el dolor - canto yo mientras ella ríe.

Llegamos a casa de mi madre y está afuera ya esperando. Zoe sale y se acerca a abrazarla.

- Hija mía cada día estas más guapa - le dice mi madre mientras ella ríe.

- Eso es que tu me miras con buenos ojos - dice.

- No , ¿verdad hijo? - me pregunta mi madre.

- Está espectacular.

- Para que me vais a poner colorada - dice, mi madre y yo reímos.

- Mamá, ¿ni me saludas ni nada?

- Ay celosito - dice mi madre abriendo sus brazos.

Pasamos dentro de la casa y ya están mis hermanos esperando en la mesa para comer.

- Que nos vamos de boda - grita mi hermano Arthur.
Zoe se ríe y mi madre sonríe. Me mira y le guiño un ojo.

Después de la felicidad por el anillo, nos sentamos a comer la lasaña.

Miro la mesa y soy feliz, estoy con mi esposa y mi familia.

No necesito nada más.

nuevo capitulo!
espero que os guste ❤️