Mientras camino pensando en qué hacer ahora y cómo responder a todas las preguntas que me van a caer, me doy cuenta de lo idiota que he sido. Decir que era Ethan siendo que le hemos dejado aquí esta misma noche, tanto trabajo junto me satura tanto que acabo de darme cuenta de que ya se está haciendo de día.
Estoy muy cansada, nerviosa y con un cacao mental impresionante.
-¿Te llevo?
Me giro y veo a Ethan en una moto. con un uniforme de colegial gris, blanco y negro.
Estoy bastante desorientada ósea que me lleva mi rato procesar la información. ¿Qué hace aquí? ¿Cómo le han dejado salir? ¿Se habrá enterado de algo?
-¿Te pasa algo?-pregunta.- Estás cómo ida, cómo si ahora mismo tu alma y tu cuerpo no estuviesen juntas.
Creo que es una manera muy buena de definir cómo me siento ahora mismo.
-¿Qué haces aquí?-le suelto, pasando tolamente de lo que me ha dicho.
-Me han traído mi moto para que vaya a clase, así no parece que pase algo. ¿Y tú?
-Me llamaron anoche porque tenían problemas contigo, pero se han complicado las cosas y he salido ahora.
-¿Problemas conmigo? Me quede dormido en cuanto llegue y me dieron una habitación.
Ahora si que no entiendo nada. ¿Por qué nos llamaron entonces?
-¿No has oído nada ahí dentro?-pregunto.
-Que va. Me he despertado hace nada, ni siquiera he desayunado.
Entonces se me encienden las neuronas. Si Ethan ha salido, y no ha salido por la puerta principal, tiene que haber otra entrada. Puedo entrar por ahí e intentar llegar hasta Austin y Dylan.
-¿Por dónde has salido?- las palabras me brotan de la boca en apenas unos segundos.
-No sé, me han llevado con los ojos tapados hasta la calle, y cuándo me he quitado la venda ya no había nadie. ¿Te lo puedes creer?
La verdad es que sí. Cómo no, cómo iban a dejarle saber una entrada a la base... Esperanzas fuera.
-¿Qué pasa?-dice ahora más serio. Aparca la moto, se baja y se acerca a mí.- Estás demacrada, de verdad.
-Nada, tranquilo, vete a clase. Sólo necesito dormir un poco.-respondo y continuo mi camino, pero me para.
-No es verdad. Te pasa algo. Acepto que no me lo quieras contar pero, al menos, déjame intentar mejorarte el día.
-Ethan...
-Calla y súbete a mi moto. Nos vamos por ahí.
-Pero.. ¿y tus clases?
-¿En serio? ¿Tú me hablas de ir a clase?-dice con una pequeña sonrisa y señala la parte trasera de la moto con la cabeza.
Me siento fatal dejando a Austin y a Dylan aquí, pero necesito cambiar de aires un rato para poder pensar cómo sacarlos. Así que le sigo y me subo detrás de él en la moto. Se gira y me pasa su casco.
-¿Y tú?
-Da igual, póntelo.
-Pero..
-¿Te vas a estar quejando todo el rato?- me dice con esa sonrisa torcida sólo por un lado que tanta gracia me hace. Y, no sé cómo, pero consigue contagiármela. Me pongo el casco y arranca.- Agárrate.
-No me hace falta.
-Tú dirás.
Entonces pega un giro brusco por una bocacalle e, instintivamente, le rodeo con los brazos. No le veo, pero estoy segura de que está sonriendo otra vez.
Y, desde hace mucho tiempo, me siento bien y disfruto el momento. El viento en nuestra contra, la suavidad de su sudadera negra, la protección de su espalda, la ciudad a cámara rápida a nuestro alrededor como una foto en movimiento, el sonido de la moto adelantando a los coches; y en este mismo instante, aun siendo insignificante, entiendo lo que es la libertad.