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A la mañana siguiente unos rayos de sol empezaban a dar en la cara de Bakugo, cosa que le molesto. Abriendo sus ojos de mala gana empezaba a despertar, posiblemente se enojaría por el sol que interrumpió su sueño, pero había algo más, una chica a su lado, ¿Quién era y porque babeaba su almohada? Se adueño de su cama, eso lo termino de enojar.

¡¿Quién eres y por qué estás aquí?! – grito el cenizo golpeándome con la almohada.

¿Ah? – pregunte tratando de abrir mis ojos.

¡Salte! – grito de nuevo el oji rubí.

¿Bakugo por que me golpeas tonto? – trate de parar al chico, pero aun así siguió. - ¡No te hice nada!

¡No sé quien eres! – contesto el cenizo aun con la almohada en manos.

Soy de coppel, vine por lo que me debes. – bromeé para que el chico volviera a pegarme. - ¡No es cierto, ya! ¡______, así me llamo!

No conozco a nadie así. – respondió viéndome raro.

Ten. – conteste extendiéndole su cuaderno. – Aquí estoy, ¿ves?

Ya veo. – contesto el cenizo una vez viéndolo. – Aun así, te merecías eso, babeaste mi almohada.

No es cierto. – dije escondiendo la almohada. - ¿Qué hora es...? – alcance mi celular de la mesa de noche. - ¡Mierda, voy tarde!

¡Báñate primero! – grito Bakugo, pero ya había salido corriendo. - ¿De verdad es mi novia?

Poco a poco empecé a acercarme a Bakugo de nuevo, corriendo por las mañanas tratando de llegar temprano al trabajo, el gritándome que me bañara e incluso regañándome. Los pequeños olvidos sobre quien era desaparecían casi al instante, al explicarle. Justo ahora siendo mi primer descanso en dos semanas de puro trabajo nos encontrábamos mudándonos a nuestro hogar.

Si esta pesado déjalo, yo me encargo. – murmuro Bakugo al ver tantas cajas.

¿No te molesta? – pregunte mientras volvía a enderezarme.

Déjalo así. – contesto para que luego se escuchara el timbre.

Yo abro. – conteste para dirigirme a la puerta y encontrarme con Todoroki y Kirishima. - ¿Qué hacen aquí? – pregunte saludando a ambos.

Vinimos a ayudar. – contesto Kirishima para ir a saludar a Bakugo.

Kirishima insistió, trajimos comida china. – menciono el bicolor para pasar.

Llevan todo el día acomodando, ¿cierto? – pregunto Kirishima viendo por lo menos gran parte de las cosas en su lugar.

Aun falta más. – murmuro el cenizo.

¿Si tocas la mezcla de paletas la congelas? – pregunte hacia Shoto. – Es que no enfría el congelador.

Aun no esta conectado. – contesto el bicolor para conectarlo.

Puede ser. – murmure para luego sacar algo que tomar.

No cambian. – murmuro el peli rojo. - ¿Con que ayudamos?

Faltan las cosas de la cocina. – contesto Bakugo para mirar hacia allá.

¿Por qué trajiste esto? – pregunto el heterocromático al ver mis imanes en el refri.

¡Son necesarios! – excuse ocultándolos.

Tras comer la comida china que la pareja trajo, ahora nos encontrábamos acomodando las decoraciones.

𝑨𝒈𝒓𝒊𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 -𝑩𝒂𝒌𝒖𝒈𝒐 𝑲𝒂𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora