𝑨𝒈𝒓𝒊𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 -𝑩𝒂𝒌𝒖𝒈𝒐 𝑲𝒂𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓

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Bakugo, gracias. - dike una vez fuera del local.

No digas nada. - contesto Bakugo. - No podía dejar que eso pasara.

De todos modos, tenemos las galletas. - dije extendiendo la bolsa. - Ya no estas enojado conmigo, ¿verdad?

Me fastidiarias si lo estuviera. - contesto el cenizo adelantandose en el camino. - Mañana iremos a trabajar, apurate.

A rastras volví a la casa porque para dormir Bakugo ya era tarde. Al fin y al cabo terminamos dormidos en menos de lo que pensabamos, la mañana llego rapido para mi, de hecho no soquiera me levante.

¡Fea! - escuche un grito para revolcarme en mi cama. - Si estas dormida te tumbare.- estuvo claro que lo hizo una vez me vio tumbada.

¡Ya estoy bien! - grite recuperandome del susto y corriendo hacia el baño. - ¡¿Qué hora es?!

Las seis con cincuenta. - respondió el cenizo haciendose a un lado. - Vas a llegar tarde.

Tengo 10 minutos para llegar a la estacion, llego en tres horas exactas. - conteste mientras me lavaba la cara. - No almorzaré, solo me cambio y salgo.

¿Cómo que no vas a comer? - reclamo el de ojos rubí. - Te hice el almuerzo, lo empaque y lo comeras en el tren.

¿En serio? - sonreí ante la respuesta. - Gracias, Kats, lo disfrutare.

Como sea. - murmuro para tomar su celular e ir a la salida. - Me iré de una vez.

¡Que te vaya bien! - grite ahora desde mi cuarto mientras peleaba con el pantalon.

Cuídate tonta. - dijo el chico de la misma forma para salir.

POV Bakugo

Llegue a tiempo. - murmure para pasar dentro de la agencia. - Vengo a ver a Best Jeanist. - comente hacia la recepcionista.

Bakugo. - llamo el mayor que pasaba a mi lado. - Sigueme.

Siento no haber llamado en cuanto llegue. - murmure hacia el mayor.

Misaki-san me aviso. - contesto. - Ella me puso al tanto de todo.

Entrometida. - rechiste al escuchar aquello.

Al llegar a la oficina los recuerdos invadieron mi mente, años que no me paraba aquí y aun seguía esa jodida silla de estilista

Sientate. - ordeno el mayor ofreciendome la silla.

Así estoy bien. - trate de negarme pero el insistio, mas bien me obligo.

Bakugo, vienes por el trabajo, ¿cierto? - cuestiono el mas alto mientras empezaba a acomodar mi cabello.

No puedo estar encerrado siempre en la casa. - conteste desesperado al ver que comenzaba a traer el gel.

Te puedo ofrecer una plaza, eres un héroe comprometedor. - siguió el rubio poniendo montañas de gel. - Pero solo con una condicion.

¿Qué condicion? - cuestione tratando de zafarme, muy tarde, ya me tenía amarrado a la silla.

Te la daré siempre y cuando recuerdes a _____. - sentencio el mayor pasando el peine en mi cabello. - No lo veas como una obligacion, haz lo por ti.

Trato de recordarla. - susurre bajando la mirada para que despues me estirara mi cabello al no terminar de peinarme. - Duele.

Te enseñare algo. - dijo para despues pasarme un espejo y ver mi peinado, parecía lamido por una vaca. - Cuando le propusiste matrimonio, viniste a pedirme consejos, cuando ella lo acepto me mandaste una fotografia. - dijo para sacar la imagen de su escritorio. - No pensé que alguien que no se peina pudiera encontrar a una buena chica.