ꜱᴏᴜᴛᴀ ᴋᴀᴡᴀᴛᴀ x ᴏᴄ

Capítulo 6

Ran estaba sentado en un banco, detrás estábamos Rindou y yo. Entonces le tape los ojos.

—¿Quién soy?

—¿El amor de mi vida?

—Idiota. —quite las manos de sus ojos y me senté a su lado, Rindou se sentó a mi lado, haciendo que yo quedara en el medio.

—Te había extrañado. —dijo mientras posicionaba un beso en mi frente.

—Sí, y yo a ustedes, hemos estado un poco distantes estos últimos meses. Lo lamento.

—Bueno enana, y ¿cómo te a ido en el nuevo instituto? —habló Rindou uniéndose a la conversación.

—Pff la verdad nada mal, hice bastantes amigos gracias a mi hermano pero nadie me habla a parte de ellos porque me tienen miedo creo.

—Debe ser difícil, oh por cierto, tengo que preguntar, ¿qué hacías en ese callejón?

—Para resumir, escuché a ese chico hablar de querer matar a Draken, entonces yo le dije a mi hermano y no se lo tomó bien, me dijo muchas cosas feas y entonces me enfadé. —recordé lo que mi hermano me había dicho, eso me dolió mucho. — Y el tipo ese me estaba siguiendo hasta que llegaste tú.

—Draken siempre fue tan cabezota, solo deja que se le pase y luego vuelve a casa. —añadió Ran.

—Supongo que te vas a disculpar con él, ¿no? —preguntó Rindou.

—Pero ella no tiene la culpa. ¿Por qué debería disculparse?

—Ya, pero Mei es así, siempre se disculpa aunque no tenga la culpa.

—Nuestra Mei es demasiado buena.

—Esta vez no me disculpare yo. —dije interrumpiendolo. — Además ya me voy, tengo que ir a hablar con alguien.

—Así que, ¿tienes novio?

—Claro que no, es un amigo.

—No nos reemplazes. —dijo Ran mientras yo me levantaba del banco.

—¡Jamás lo haría!

Me despedí de ellos dándoles un beso en la mejilla y me dirigí a casa de los gemelos. Parecía que Souta era mi ruta de escape, pero tampoco quería abusar de ello.

Al llegar Nahoya nuevamente no estaba, así que me abrió Souta y nos fuimos a su habitación.

—¿Qué te dijo Draken? ¿Todo bien? —dijo mientras cerraba la puerta.

—Dijo que no me metiera en sus cosas entonces yo traté de decirle que no quería perderle a él también. —suspiré— y me dijo; Mei deja el puto trauma que utilizas siempre de "no te quiero perder a ti también" deja eso atrás, mamá nos abandono y Aiko se suicidó porque no pudiste hacer nada por el. Y pues eso.

Souta quedó en silencio por unos segundos, supongo que pensaba en qué decir para hacerme sentir mejor o simplemente le sorprendió.

—Tuvo que ser duro perderlo, ¿me podrías contar más acerca de él? Si quieres y te hace sentir mejor, claro.

—Se llamaba Aiko, cuando lo conocí el tenía ocho años, un año más que yo, mi vida era muy parecida a la de ahora prácticamente lo único que cambió fue que él murió. Todos en clase me tenían miedo por ser hermana de Draken, menos él, fue mi primer amigo y estuvimos juntos por años pero tenía muchos problemas en casa, sus padres le maltrataban. —trague saliva, era la primera vez que contaba tantos detalles de Aiko— Yo siempre lo supe, traté de que él no fuera tanto tiempo a su casa haciendo que pasara el tiempo en la mía pero... —no podía seguir hablando o iba a llorar así que me paré por unos segundos.