La hija del profesor ( la casa de papel )

Padre

Mientras mi esposo limpiaba mis heridas me veía con tristeza, note que los ojos se le llenaban de lágrimas yo toque su mejilla para calmarlo, comenzó a llorar y me abrazo.

- perdóname por todo, por lo que dije, por no haber podido protegerte - susurro con voz rota - no debí dejarte sola

- olvida eso, y lo  de Gandia no es tu culpa - susurré - estoy bien ¿Vale?

Nos miramos ambos con lágrimas, sentimos que podíamos perdernos. Beso mi frente con delicadeza. Abrace su cintura fuerte, como creí que no podría volver a hacerlo. El acaricio mi cabello.

- se que sientes que las esperanzas se han agotado - dijo Madrid - pero esto no se acaba hasta que se acabe mi amor. Te necesito tan valiente como siempre ¿De acuerdo? Cómo Nairobi siempre quería que estuviéramos todos

- si - respondí con voz débil - tienes razón, no me puedo rendir ahora, Nairobi no me habría dejado - rei recordandola -

- ni yo - respondió - tienes que seguir, tenemos. Nuestra hija nos está esperando ¿De acuerdo?

Estábamos a punto de besarnos cuando entro el argentino más odioso de el mundo.

- che puedo hablar con vos? - me pregunto Palermo -

- no tengo nada que hablar contigo traidor - respondí poniéndome de pie -

- no creí que - intento decir pero lo interrumpí -

- ¿Que? - respondí molesta - ¿Que no me acordaría? ¡Mira como tengo el cuerpo! ¡Todo por tu culpa!

- che perdona - se disculpo - se que me he portado como una mierda

- que bueno que lo reconozcas - respondí - ¿Sabes cuál es la diferencia entre Berlín y tú? Que el tal vez era un machista, narcisista pero no era un puto traidor como tú y si Nairobi está muerta es ¡Por tu puta culpa!

El me miró sorprendido, pero tenía razón y lo sabía. Ya no sentía nada de respeto por el. Puedo soportar de todo menos la traición.

- si me querés echar la culpa hazlo - respondió seco - pero lo que necesito ahora es a la banda unida codo a codo

- vete a la mierda - respondí -

Madrid me tomo del brazo y me saco de ahí. Debíamos preparar todo para la entrada de Lisboa al banco.

Nunca pensé odiar a Martín, pero sin duda había hecho lo peor que se le puede hacer a un equipo.

Flashback en el monasterio
La noche anterior alguien le había puesto una merluza a mi padre en su cama.

- quien ha sido el gracioso o la graciosa - pregunto molesto - que me ha metido una merluza en la cama?

Todos los que estábamos en la mesa nos quedamos callados yo rápidamente mire a Palermo y después a Denver todos sabemos que de la banda eran los más probables.

- vale muy bien - respondió ante el silencio - ¿sabéis lo que os digo? - dijo arrogandola a la mesa - ¡que dimito como cerebro de la banda! Que a mí me gusta muchísimo más estar de fiesta! Trae acá - dijo tomando una de las botellas, Denver le advirtió del contenido - ¡me importa tres cojones lo que sea!- dijo y se sirvió un caballito  -

- Lisboa me miró - ¿alguna vez se había puesto así? - pregunto susurrando -

- en mis 21 años de vida no - le respondí susurrando -

- y también me voy a fumar un cigarrito - exclamó y Bogota se lo prendió - sabéis por qué estais aquí? Porque nesecitais una válvula de escape por qué estar todo el día en tensión es muy duro verdad? Es muy difícil a qué si? Bueno pues está fiestecita que os habéis montado es un síntoma! Un síntoma de flaqueza! De que no vales todo el día para estar en tensión como vivo yo!!! Hay que estar todo el día alerta! Haciendo fuerza con los puños Bogotá! Tokio! Viena! Como un búho tieso!  Así hay que estar Denver! Por qué os la vais a liar! Cualquier hijo de puta os la va a liar!