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Antes de entrar a la clase mi Noona me llevó a los baños para poder quitar las manchas rojas de mi pantalón blanco y las migajas de mi suéter, yo quería verme bonito todo el día pero el accidente arruinó mis prendas.

Intentamos quitar las manchas lo más que pudimos pero no tuvimos mucho éxito, así que salimos y comenzamos a dirigirnos al salón. Yo estaba nervioso, sabía que no podía bailar pero mi mami había hablando con el coordinador del área de artes y estuvo de acuerdo que acompañara a mi Noona y fuera parte del grupo.

Cuando entramos todas las miradas se dirigieron a nosotros, los alumnos estaban sentados en el suelo y los profesores enfrente de ellos, encabezando la clase. Era un hombre y una mujer con un cuerpo digno de un bailarín profesional.

—¡Oh! ustedes deben ser los nuevos integrantes, pasen no tengan miedo no mordemos.

Yo sonreí con nerviosismo, dirigí mi mirada hacia los demás y pude ver como todos me observaban en silencio, entre ellos estaba Alejo y el chico que cayó encima mío. Yo me encogí en mi lugar por que me sentía muy expuesto ante las mirada de bailarines que probablemente eran muy talentosos.

—Ella es Momo y el es Joaquin son los nuevos integrantes del club, por favor hagan que se sientan en casa.

Dijo el apuesto profesor y todos se levantaron e hicieron una reverencia como muestra de respeto.

—¿Un inválido en un club de baile? Esto debe ser un chiste.

Escuché una voz femenina y pude ver que era un chica con el cabello arriba de los hombros y de color negro.

—¡Lisa!, te prohíbo que hagas esos tipos de comentarios al menos que quieras que te expulse del grupo. Dijo la maestra con voz fuerte.

—No quiero escuchar otro comentario de ese tipo chicos.

Advirtió el profesor intentando hacer contacto visual con todos.

Yo me sentí chiquito en la silla y mi aspecto no ayudaba mucho, mi pechito de llenó de sentimiento y me dio ganas de llorar un poco, pero no podía dejar que me vieran derrotado con unas simple palabras, así que levante mi cara como pude intentando demostrar valentía.

Mi Noona me dejó aun lado cerca de la bocina donde se podía ver todo el salón y se fue a colocar donde los demás, pero antes pude ver como le daba una mirada amenazante a la chica que dijo cosas feas de mi.

—Muy bien chicos ya que estamos todos, hoy hablaremos del tango. La maestra mostró una postura perfecta mientras explicaba

—Cómo buenos bailarines tienen que dominar cada uno de los estilos de baile, mientras más estilos sepan mas oportunidades tendrán. Todos asintieron.

—Este estilo de baile es muy sensual a la vista y tienen que tener una buena comunicación con su pareja.

—La maestra Gardenia y yo les mostraremos los pasos básicos del tango, escojan pareja chicos.

Dio órdenes y todos comenzaron a moverse en busca de una pareja.

—Momo, ¿te gustaría observar mientras estiras o quiere empezar?

—Estoy bien maestro, puedo hacerlo.

El asintió y se dirigió a la maestra.

—Muy bien chicos, primero tienen que mantener una postura derecha con los hombros hacia atras, mantener la cabeza en alto y la barbilla hacia adelante. Van a necesitar los músculos del torso para poder moverse.

Explicó haciendo una demostración.

—Ahora las piernas, tienen que flexionar ligeramente las rodillas para darle un rebote a sus pasos, no quiero que salten al que lo vea haciendo se va a la barra.

—Este baile consta de una personas que guía y otra que será guíada, yo soy el guía y la maestra la que responde a mis movimientos. Pará los hombres colocamos una mano derecha en la espalda de nuestra pareja con una distancia considerable, ¡importante chicos! tienen que tener contacto visual, sientan a su pareja.

Esta vez habló la maestra

—En el caso de las chicas vamos a colocar la mano izquierda en la espalda de su pareja, chicos si no se sienten cómodos recuerden que solo estamos bailando diviértanse. Y empezamos hacia atras con el pie derecho, izquierdo, derecho, hacia la izquierda, pies juntos y volvemos a empezar.

Los maestros empezaron a bailar con elegancia y ritmo, me sorprendí porque jamás había bailado tango y me llamó la atención.

—Tienen que seguir el ritmo de la música, no pierdan ningún paso.

—¿Cuál música?

Preguntó Ale extrañado.

Los dos profesores sonrieron y me miraron yo me sentí un poquito incómodo.

–Joaquín puedes reproducir la música cuando te diga por favor.

Yo asentí y me acerque a la grabadora, para mi suerte era grande y alta y no tenía que agacharme para ponerle play.

Yo entusiasmado vi como los maestros se colocaba en posición para comenzar a bailar, la maestra con un gesto me dio la señal y le puse play.

Cuando terminó todos aplaudieron mostrando admiración hacia los maestros. Ellos hicieron una reverencia en forma de agradecimiento.

—El baile que acaban de ver cada uno de ustedes lo aprendaran y dos serán seleccionados para subir al escenario y bailará enfrente de la escuela para darle la bienvenida a los nuevos y por el inicio de un nuevo años escolar.

—¿Cómo seremos elegidos?

Preguntó la chica de cabello negro y corto

—Como no tenemos mucho tiempo, tendrán que aprender la rutina para mañana y tendremos unas pequeñas audiciones.

Todos comenzaron a murmurar preocupados, creo que hasta para mi es imposible aprender una rutina en un día.

—Chicos, esto es para prepararlos, nunca saben si en algún momento tendrán que subir al escenario con solo horas o minutos de ensayo previo.

Explicó el profesor cruzando sus delgados pero tonificado brazos.

—A trabajar muchachos no los quiero ver holgazanear.

Creo que mi Noona tendrá una difícil primera semana.

Sillas de RuedasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora