16

346 47 12
                                    

La promesa de Joaquin se cumplió, dejó de ir al club de baile y solo asistía Momo, varias veces le pregunté sobre el estado de Joaquin pero siempre me respondía "ya se le pasará".

Después de todo discutí con Lisa y también nos distanciamos, bueno mas bien yo le deje de hablar porque no quería tener nada que ver con ella.

Estaba en la cafetería tranquilamente comiendo mi almuerzo, por lo menos algo bueno en durante mi día, o almenos eso pensé cuando de repente Jackson vino y tiró comida encima mío.

—¡¿Qué te sucede!?

Todos los restos estaba en mi ropa y escuché a varias personas  murmullar.

—Eres una mierda Osorio, ¿Cómo te atreves a lastimar a Joaquin? El no merece nada de esto.

Me tenía agarrado de la sudadera y yo me estaba cabreando, sin embargo muy dentro de mi sabia que lo merecía.

—No es tu puto asunto.

En verdad no le temía a Wang ya que era de la misma estatura que yo y a pesar de que el entrena Hockey teníamos una masa muscular parecida.

—Se volvió mi asunto cuando vi llorar a Joaquin esta mañana.

Y antes que pudiera decir algo su puño se estrelló contra mi cara y me descoloqué un poco, sin embargo no logró derrumbarme.

Esta vez yo me fui sobre él proporcionándole un golpe en el estómago causando que los dos terminamos en el piso atacandonos ya que ninguno daba su brazo a torcer.

Llegó un momento en el que me tenía acorralado debajo suyo mientras soltaba golpes pero, fui ágil y lo tumbé quedando en posición opuestas, ahora yo estaba arriba de el pegandole en el rostro.

—¡Emilio basta!

El profesor Kim me agarró de la capucha levantó, automáticamente el se coloco en medio de nosotros con ambas manos a la altura del pecho poniendo distancia.

—¿¡Que sucede aquí!? ¿Acaso creen que esto es la calle?

Nos reprendió enojado.

Wang se levantó del suelo mientras se limitaba la sangre que le escurria del rostro.

—¡El me atacó primero yo solo me defendí!

—No me importa quien empezó, hablaré con el coordinador de sus carreras y los dos irán a detención.

¡Genial! Ahora tengo un problema más a mi lista junto con un ojo morado y un labio roto.

Estaba cabreado y salí del lugar como un toro, sabía que me veía muy mal pero no me importó.

—¿Por dios amigo que te sucedió?

Estaba doblando el pasillo cuando me encontré a Alejando y para mi suerte Lisa y Joaquin venía detrás de el.

—Nada, solo una pelea.

Le resté importancia e intenté irme ya que mi labio estaba sangrando pero Alejando no me dejó.

—Espero que tu no hayas causado la bronca.

Yo me negué pero estaba incómodo ya que podía sentir la mirada de Momo  y Joaquin.

—Te contaré mas tarde pero enserio tengo que ir a la enfermería me duele el puto ojo y no quiero manchar esta sudadera.

El por fin me dejó y yo desaparecí lo más rápido que pude.

—¿Viste como tenía su rostro?

Sí, lo había visto y me preocupé más de lo que me gustaría.

–El estará bien, de seguro el otro quedó peor.

—¿Pero que dices Alejando?

—Pues.. Emilio se ve tranquilo pero no era así cuando llegó.

—¿Qué dices?

Pregunté ya que tenía mucha curiosidad

—Bueno... El y yo somos compañeros desde hace un año, cuando lo conocí era alguien callado pero tenía problemas constantemente y se dio a notar por dejar en mal estado a sus contrincantes.

Explicó Alejo.

—El director estaba cansado de sus constantes peleas y lo terminó uniendo al grupo de baile, ya sabes la danza no es un deporte violento o que alimente el enojo. Pero el director dijo que si se volvía a pelear iba a tener consecuencias.

—¿Cómo cuáles?

Preguntó mi Noona.

—Emilio puede ser expulsado de las instalaciones definitivamente.

Estaba preocupado, definitivamente lo estaba y ni Noona lo notó.

—No pasará nada Minnie, no te preocupes.

—Jackson que sorpresa tenerte aquí y más por una pelear.

Después de curar mis heridas el director nos llamo a mi y a Jackson para tratar el asunto ocurrido

—Señor Osorio pensé que ya no lo vería aquí por un tiempo, que lástima... pensé que duraría mas sin meterse en problemas.

—Yo puedo explicarlo.

El director encarnó una ceja y se recargó en la silla donde estaba.

—Adelante.

—Jackson fue el que me golpe primero yo solo me defendí.

—Lo volvería hacer.

Dijo sin pudor moviendo su pierna derecha en señal de nerviosismo.

—¿Entonces aceptas haberlo hecho?

—Por su puesto no me haré la víctima.

—Está bien señor Jackson tendrá un mes de detención le daré instrucciones específicas al coordinador de tu carrera, te puedes retirar.

¿Esto iba enserio? ¿Solo detención? Estaba tan enojado que puse mi mano en puño e hice fuerza, no me importo que mis nudillos aún sangraran.

—Muy bien señor Osorio viendo su espediente a tenido bastantes peleas y aún asi vuelve hacer lo mismo ¿sabe lo que significa cierto?.

—Lo sé, me va a expulsar ¿algo más?

—No, que bueno que lo sabes llamaré a tu madre esta tarde para avisar que estas expulsado.

Yo me levanté con brusquedad y agarré mi mochila, no sabía que cara iba a poner con mi madre ya no quería preocuparla mas.

Eran a penas las 11 de la mañana y ya quería que esto se acabará. Rápidamente fui a mi casillero a sacar mis cosas.

Comencé quitando las imágenes que estaban pegadas y después los libros que eran bastantes pero cabían en mi mochila.

—¿Hermano que haces?

Llegó Alejando esta vez solo.

—Me expulsaron.

El abrió los ojos muy sorprendidos yo seguía concentrado guardando mis cosas.

—¿Ese desgraciado lo hizo? No puede hacerlo.

—Pues sí, lo hizo, me dijo que estaba expulsado y lo mas probable es que en este momento esté hablando con mi madre.

Termine de vaciar mi casillero, ya cerrado recargue mi frente en el intentando asimilar la situación.

—¿Qué haré Alejando?, mi madre ya no está en condiciones para lidiar con mis estupideces.

—Jackson tuvo la culpa tu no.

—¿Cómo sabes que fue el?

—Toda la universidad lo vio, dejame decirte que le diste una paliza

Yo reí levemente y aun que la situación estuviera jodida no me arrepentía de los golpes que le dí, sabia que me merecía los golpes pero no era asunto suyo.

Siempre he dicho si te castigan por golpear a alguien asegúrate de haberlo golpeado fuerte.

Sillas de RuedasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora