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Pasaron los días y los maestros decidieron que Lisa y Emilio interpretaran el baile, yo me sentía un poco estafado pero no era alguien relevante en el grupo así que no podía hacer nada. 

Estos últimos días estuve con Jackson ya que mi Noona y Ale estaban ocupados con el club de baile y no podía pasar los descansos conmigo pero me la pasaba coloreando en mi cuaderno mientras Jackson me hacía compañía. 

En este momento estaba en mi casillero guardando mis libros entre otras cosas, mientras los hacía de reojo pude ver unas piernas gruesas y tonificado pertenecientes a Emilio. 

—Hola. 

Me saludó y yo hice lo mismo. 

—¿Podemos hablar? 

Preguntó con las manos en sus bolsillos. 

—Creo 

El solo asintió, torpemente se quito la mochila de sus hombros y la abrió. 

—Yo la otra vez, es tonto pero he notado que sueles colorear y cuando venía vi esto en una librería. 

Buscó en su mochila y sacó un cuadernillo para colorear de mandalas y una caja de colores. 

—Si no te gusta, puedes regalarlo o tirarlo... 

Extendió las cosas hacia mi y yo no pude evitar aceptarlas, a decir verdad se me hacía un lindo gesto de su parte como para rechazarlo. 

—Es muy tierno de tu parte, muchas gracias. 

—De nada—se rascó el cuello—Lamento haberte dejado plantado, es que Lisa me cambio todos los planes. 

—No importa, no era la gran cosa así que no te preocupes. 

Yo sonreí y metí las cosas a mi mochila amarilla que hacía juego con mi lonchera. 

—¿Te gusta mucho el amarillo cierto?  Preguntó recargado en los casillero dándole un aspecto de chico malo. 

—Es mi color favorito, también tengo una mantita del mismo color. 

Expliqué algo apenado por que para mi edad podía ser algo infantil. 

—¿Abrazas tu mantita en las noches cuando tienes frío o miedo? 

—Se que es algo infantil pero la tengo desde bebe y es como mi refugio cuando estoy triste. 

El sonrió y pude notar sus dientes, parecía un conejo. 

—Es tierno, como tú —rió. 

—No soy tierno~ 

Hice un puchero en demostración de molestia. 

Vi como se sonrojó levemente. 

—Quien diría que alguien como tu se sonrojara tan fácil. 

—¿Alguien como yo? 

—Sí, un playboy bailarín, debes tener muchas chicas lindas a tus pies. 

El se puso aún más nervioso y lo note en sus movimientos ya que empezó a cruzar sus brazos y dirigió su mirada a otro lado. 

—Conozco a muchas chicas pero no soy un playboy, no se como coquetear con alguien y a decir verdad soy algo torpe cuando hablo. 

—¿Te gustan sólo las chicas o...? 

—Soy hetero no me gustan los chicos. 

Dijo simplemente, yo hice una "o" con mis labios. 

A decir verdad me lo esperaba, el chico con su aspecto gritaba Heterosexualidad, es atractivo y no se por que me sentí un poco decepcionado

Sillas de RuedasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora