Capítulo 13

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Habíamos empezado con el calentamiento para evitar posibles lesiones, luego empezamos haciendo unos pases de manos alta para poder ver que era lo que más le costaba.

Efectivamente lo que le costaba era usar ese golpe ya que después de dos pases requería a su confiable golpe de manos bajas. El se disculpaba mientras yo reía.

-Muy bien, vamos a seguir con un ejercicio básico -agarre otra pelota y nos encaminamos a una de las paredes - Vas a hacer auto pases con la pared, te vas a ir moviendo. Empezamos cerca con pases cortos y rápido, de a poco te vas a ir alejando para hacer los pases lejos y altos.

Luego de explicarle lo que debía hacer le hice una pequeña demostración. El se puso a hacer el ejercicio mientras yo me sentaba en el suelo observando que tal lo hacía, también para corregirle y explicarle lo que no le salía.

Cuando ya le había agarrado la mano, me puse a practicar remates contra la pared.

Cuando ambos estuvimos cansados y con hambre nos sentamos en medio de la cancha a comer.

-Viniste bastante preparada -hablo Noya mientras me veía sacar la comida que había preparado.

-Tampoco tanto -rei pasandole uno de los tantos sándwich que había preparado- además, hoy tenía ganas de comer esto.

-Están buenos -hablo con la boca llena.- Esta semana no nos vimos mucho.

-Tienes razón, aunque me contó un pajarito que andas atrasado en literatura.

-Oh Tanaka traicionero.

Solté una pequeña carcajada antes de hablar

-¿Te va muy mal?

-No, no es eso -solo un suspiro- Simplemente es una asignatura que me cuesta y con todo esto de que pronto va a ser el torneo me siento nervioso. -me miro con una sonrisa- así que me quedo en los recesos haciendo mis preguntas al profesor.

Una sonrisa se dibujo en mi rostro, realmente Noya es asombroso, siempre preocupándose y esforzándose. Me gustaría serle de ayuda pero vamos a cursos distintos.

-Realmente eres asombroso.

Su rostro automáticamente se puso rojo, solté una carcajada, disfrutaba verlo así. Muy pocas veces se dejaba ver apenado o avergonzado, últimamente lo veía muy seguido.

-Oh ya basta, solamente te gusta verme así.

-Si, lo disfruto bastante.

Puso mala cara, se acercó a mi agarrando mis mejillas. Solté un quejido.

-No, sueltame -me queje.

Me solto mientras reía, lo mire mal sacandole la lengua.

-Muy bien ¿Qué tal tu primer semana?

-Bastante bien, la pierna duele más de lo que me gustaría. -hice una mueca- La entrenadora dijo que pronto empezaremos a entrenar con otras escuelas también.

-Me alegro por ti -apoyo su mano sobre mi pierna, donde suele dolerme- Y espero que pronto tu pierna se acostumbre.

Asentí terminando de comer mi sandwich, por un momento hubo un largo silencio pero no era incómodo. Muy pocas veces suelen ser silencios incómodos, con Noya siempre me sentía tranquila y en paz.

-Escuche que Ukai quiere hacer un entrenamiento mixto -dijo finalmente, una sonrisa iluminó mi rostro, estaba emocionada por eso.

-Seguro porque me extrañan mucho -dije en burla.

-Nop, ya no te extrañamos -se burlo sacando su lengua- De hecho ¿Quién eres?

-¡Oye! -rei dándole un leve empujón -Muy bien -me levanté- Mucha charla señorito, a seguir con su entrenamiento.

Guarde las cosas que traje, Noya tiro los papeles antes de ponernos en marcha. Se puso nuevamente a hacer los ejercicios en la pared, luego de un rato cuando vi que ya controlaba más la pelota no pusimos frente a la red.

-¿Sabes como es esto? -Noya me miró sin saber muy bien dónde colocarse.

-Emm -ambos nos miramos- La verdad que no.

Fuimos en busca de nuestros celulares para buscar las reglas de voley, nos pusimos a leerlas, una vez ya la tuvimos claras volvimos a la cancha.

-Entonces debo saltar la línea -repaso Noya haciendo una mueca- Va a estar difícil.

-Vas a poder -lo anime- siempre puedes. Dime cuando estés listo.

El asintió, se puso a practicar el salto y la posición mientras yo hacía unas pequeñas en la red donde debería mandar la pelota. Cuando al parecer estuvo listo me hizo una seña para que empiece a hacer los pases.

-Recuerda que el pase es como una parábola.

-¿Estas implementado matemáticas en voley?

-¿Qué? Así se llama.

El solto una carcajada. Empecé a lanzarle la pelota, los primeros pases fuerona complicados ya que no lograba alcanzar la pelota y por un momento podía ver a Noya demasiado frustrado.

Intentamos diez veces y todas falló. No podíamos acomodar la altura de la pelota con su salto. Cuando ya no aguanto más, solto un grito y se puso a correr alrededor de la cancha.

Cuando estaba más calmado volvimos a intentar, unas diez veces más Noya se acostumbro a calcular el salto y alcanzar la pelota.

-¡Muy bien! -grite- Ya te estas acostumbrando.

-Pero todavía falta el armado -se quejo.

Me acerqué a el agarrandolo de los hombros sarandeandolo.

-Pero es un avance -lo mire- Alégrate, lo hiciste en un día, no te sobre esfuerces.

-Muy bien -sonrio- ¡lo logre! -dijo entusiasmado levantando los brazos- Gracias -repentinamente me abrazado, apoyando su cabeza en mi hombro soltando un suspiro.

-No hay porque, Noya -sonrei abrazándolo de vuelta.

Eso fue lo último que practicamos, cuando nos separamos nos dimos cuenta que ya estaba por oscurecer. Guardamos cada cosa en su lugar antes de irnos.

Pasamos por el local del entrenador Ukai para comprar un par de frituras ya que después de tanto entrenamiento teníamos hambre.

-Oh hola chicos -hablo Ukai- ¿Qué están haciendo?

-Estuvimos entrenando un poco -hablo Noya.

-Muy bien, ya saben no se sobre esfuercen -me miro- Cuida tu pierna -asenti con la cabeza - ¿Cómo te está yendo en el entrenamiento?

-Muy bien -dije entusiasmada.

Después de charlar un rato con el entrenador Ukai Noya me acompañó a casa mientras comíamos las frituras.

-Creo que deberíamos preguntarle a Suga si nos puede ayudar -el me miró confundido-. Creo que se te hará más fácil practicar el armado si se lo armas a alguien, yo no puedo ya que debo pasarte la pelota, este es más un ejercicio de a tres.

-De acuerdo, le preguntaré -asenti pensativa - Realmente piensas en todo.

[...]

Me pase todo el fin de semana con Noya. El lunes por la mañana no tenía ganas de levantarme, quería dormir un poco más pero mi mamá me amenazó con un vaso de agua si no llegaba a levantarme.

Mai paso por mi, todo el trayecto a la escuela estuvimos hablando del entrenamiento de Noya.

-Realmente te gusta pasar tiempo con el.

-¿Por qué lo dices?

-Mmm tal vez porque no mucha gente deja su fin de semana así.

-Pero me gusta pasar mi fin de semana jugando voley.

-Si, si. Lo que digas.

Todavía puedes volar (Nishinoya Yuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora