Capítulo 10

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En la mañana fue Kiyoko quien me levanto, al parecer era la última ya que todas las chicas ya no estaban. Realmente tenía ganas de seguir durmiendo pero con toda la voluntad me levanté.

—Gracias…—susurre adormilado mientras agarraba mis cosas para prepararme— en 10 estoy.

—Esta bien —dijo ella con una leve sonrisa— No te preocupes, tarda lo que tengas que tardar.

Sonreí y asentí mientras ella salía de la habitación,  Kiyoko era realmente amable, iba a extrañar hablar con ella durante los entrenamientos; porque a pesar de ser callada y reservada frente a los chicos era muy abierta y tenía una forma de ver las cosas muy admirable.

Cuando termine de prepararme me dirigía a las canchas, ya no tenía tiempo para desayunar. Al llegar me encontré con todos reunidos hablando mientras Noya corría alrededor de las canchas siendo observado por un Daichi enojado y un Tanaka burlándose. Kiyoko apareció a mi lado entregándole un jugo con una barra de cereal.

—Gracias —le dije agarrando las cosas, realmente era muy atenta con todos.

Noya paso a nuestro lado trotando, me saludo con la mano antes de correr más rápido gracias al grito de Daichi.

—Noya, deja de entretenerte. Todavía te faltan 10 vueltas.

—¿No eran 5? —grito cansado.

—Añadi 5 por distraerte —anuncio Daichi.

—¡Vamos rompecorazones tu puedes! —le grito Tanaka riendo.

Al cabo de un rato Noya ya había terminado de hacer todas sus vueltas, se tiró al suelo, Tanaka le puso una botella de agua al lado. Ukai hizo sonar su silbato.

—Muy bien chicos, todos agarren una pelota y empiecen a calentar… —su vista cayó en Noya que estaba tirado en el suelo— Noya tu puedes descansar.

Noya levanto su pulgar mientras seguía en el suelo tomando aire, todos tomaron una pelota y fueron a la cancha. Me acerqué a Noya que parecía más tieso que otra cosa, me puse en cuclillas a su lado tocando tu brazo.

—¿Sigues vivo? —pregunte.

—Noup —respindio sacando la lengua haciéndose el muerto.

—Que lastima, tendre que darle esto a alguien más. Creo que a Tanaka le gustaría comer.

—No, espera —se sentó de golpe, me aparte a un lado antes de golpearnos— ¿Qué es?

Rei, Kiyoko me había dicho que Noya también se había levantado tarde y Daichi lo había mandado a correr así que fui a buscarle algo. Saque del bolsillo de mi campera un jueguito con un sándwich.

—¡Ta-ra! —rei.— Come, te hará mal jugar con el estómago vacío.

—Gracias.

Se sentó como indio antes de abrir el paquete del sandwich y darle una mordida, al parecer si tenía bastante hambre. Mire a los chicos que estaban haciendo pases, en especial a Daichi ¿Estaría realmente enojado?

—No está enojado —dijo Noya, lo mire con incredulidad ¿Acaso ahora lee la mente?— simplemente quiere que cumplamos las reglas y si deja pasar una tiene que dejarle pasar a todos.

—Ya veo.

—Y dentro de todo, Kiyoko es quien se encarga de ti —me miro y sonrió —. Ella es más tranquila.

Daichi llamo a Noya, el término de comer su sandwich rápido junto a su jugo, yo agarre los papeles. Fui a tirar las cosas para luego ir junto con Kiyoko, ella me pido que hiciera unas cosas y me puse en marcha.

Todavía puedes volar (Nishinoya Yuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora