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La paciencia de Eijiro se estaba acabando.

Ochako y Katsuki se habían ido por la mañana deseándole suerte con el viaje en el mismo auto con todas sus hijas, junto a casi 30° de sensación térmica.

Inicialmente habían comenzado bien, todos riendo y felices, de a poco comenzaron los problemas para el pelirrojo.

1. Se había terminado la comida dentro del auto.

2. Hacia calor.

3. Tenía a tres adolescentes y una niña, todas mujeres en un mismo auto.

4. No había ni una estación de servicio en los próximos diez kilómetros y se estaban quedando sin gasolina.

5. Pequeño detalle que Eijiro se enteró cuando estaban en pleno viaje, las tres adolescentes estaban menstruando.

-papá estás seguro que no hay otro lugar más cerca?-

-papi debo ir al baño-

-por qué carajo es Kia la que va adelante?-

-Sero-kun y Midoriya-kun te mandan saludos-

-paa cuánto falta? Ya llegamos?-

Y más preguntas que le hacían al mismo tiempo.

-hijas- inmediatamente todas se callaron y lo miraron atentamente -la próxima estación de servicio está a diez kilómetros, ya llegamos, con suerte la gasolina nos alcanzará- todas celebraron.

El pelirrojo quiso prender la radio para escuchar otra cosa que no sean las mil y un preguntas de sus hijas.

Pero, por qué con diecinueve y dieciocho años estaban tan cargosas Kia y Aiko? Simple, él único celular que no se había descargado era el del pelirrojo.

No lo mal interpreten, amaba a sus cuatro hijas con todo su corazón, pero le estaban dando jaqueca de tanto que lo aturdían.

-OIGAN ES BUTTER!- Eijiro tuvo que suspirar mientras tomaba más paciencia, las cuatro eran fanáticas de BTS.

Afortunadamente llegaron a la estación de servicio medianamente rápido, por lo que apenas estacionó el auto, se vacío como si fuera arte de magia. Solo había quedado Annei.

-papi- él la alzó y la colocó sobre sus hombros mientras cargaba gasolina.

-dime- la niña le comenzó a acariciar los mechones.

-por qué papá Kats y mamá no vinieron?- el hombre lo pensó por un momento.

-porqué mamá le pido a papá que la acompañe a trabajar en una nueva construcción que están haciendo- la pequeña se quedó en silencio por momentos.

-por qué yo no fui? Yo quiero ser como mamá de grande- el hombre estaba confundido.

-pensé que no querías ser una heroína- la bajó y la cargó en su abdomen.

-no quiero, no me gusta. Quiero ser una empresaria rica y famosa como mamá- el hombre sonrió.

-pues hay que decirle a mamá eso, así te va preparando. Sabías que tus abuelos le comenzaron a enseñar a tu madre varias cosas desde los diez años?- a la pequeña le brillaban los ojos.

-de verdad?!- el pelirrojo asintió.

-así es- la niña se notaba que detonaba felicidad.

Se comenzaron a escuchar gritos desde dentro del minimarket que había, de pronto vieron a Lin salir y hacerles señas para que se acercaron rápidamente, el mayor no dudo en correr hacia allí.

Le dió a Annei a Lin y fue a ver el porque de tanto escándalo.

Lo que sucedía es que le estaban gritando sus dos hijas mayores tres hombres de mediana edad, eran verdaderamente feos y uno hasta tenía grasa de algo  junto a sudor en su camisa blanca.

En el momento que uno de ellos le estaba por levantar la mano a Kia, Eijiro inmediatamente se puso en el medio deteniendo el brazo del sujeto.

-QUE CARAJO SUCEDE?- al parecer los hombres lo reconocieron como héroe.

-lo que sucede Red Riot es que estas dos perras no son bienvenidas aquí- eso bastó para que el pelirrojo estallará en enojo.

-la zorra negra esa debería estar en la puta calle con los de su especie y la castaña no sabe apreciar un simple cumplido- Eijiro estaba hechando humo, veía a los sujetos con notable irá.

-no es verdad, yo entré primero y estos asquerosos me tocaron el trasero. Kia quiso intervenir y le comenzaron a gritar que era un monstruo. Son solo unos racistas machistas.- Aiko aclaró la situación.

-tienes medio segundo antes de que les muela los huesos. No estoy en mis horas de héroe y son mis hijas.- el pelirrojo habló tan fríamente que hizo temblar a dos de ellos.

-y tú qué nos vas a hacer?! Tienes todas tus neuronas quemadas por la tintura y solo músculos de adorno- uno de los tres sujetos se acercó peligrosamente hacia Eijiro, quién le sacaba más de tres cabezas.

-de verdad quieres ver qué les puedo hacer por mis hijas?.- soltó el brazo del que todavía tenía agarrado y se acercó peligrosamente ante él, ignorando las quejas de sus hijas.

-salgamos a fuera para demostrar que tanto amas a las perras de tus hijas- el hombre salió de allí luego de eso.

Kirishima lo iba a seguir antes de que Kia lo agarrará de un brazo.

-Eijiro Kirishima.- él la miró, antes de ver cómo su brazo estaba sangrando levemente con una herida, ella le guiño el ojo -dejalo en paz, no vale la pena- el pelirrojo sonrió.

-solo por esta vez dejo pasar a ese. SI ALGUIEN MÁS VA A GENERAR MAS PROBLEMAS CON MIS HIJAS QUE LO DIGA AHORA- nadie dijo nada, más pronto que tarde los hombres que antes las habían insultado a las dos mayores se arrodillaban ante ellas.

-LO LAMENTAMOS!- las jóvenes se miraron antes de pasarles por al lado ignorandolos, Kirishima las siguió por detrás.

Lin y Annei todavía seguían en la puerta, habían presenciado todo. Cuando Eijiro cargo a la más chica, a ella se le ocurrió hablar.

-LE VOY A DECIR A MI PAPI KATS Y A MAMÁ PARA QUE VENGAN LOS TRES A PATEARLES EL JODIDO CULO ASQUEROSO QUE TIENEN SI SE VUELVEN A METER CON MIS HERMANAS- todos quedaron impresionados ante eso.

Kirishima intentaba no reírse y darle la razón.

-corazón no se grita ni debes decir malas palabras- la menor asintió sin responder.

Los cinco salieron de ahí, pagaron por la gasolina y partieron a seguir viaje, aunque ahora había un silencio sepulcral.

-hijss escuchen, no se que les dijeron ni que les hicieron más allá de lo que me contaron, pero ustedes son hermosas personas, valen mucho y no le deben nada a nadie. No se dejen acosar y enfrenten el problema, no se callen, griten y discutan. No son tontas, todas son muy inteligentes y saben hacerse valer como mujeres y personas.- a decir verdad el pelirrojo no sabía bien que decirles, pues aún estaba enojado.

De pronto por detrás de su asiento lo abrazaron y por su costado también.

-gracias papá- ambas se lo dijeron al mismo tiempo, él quiso llorar. Eran contadas las veces que le decían así.

-sisi, el feminismo, empoderamiento, todo lo que quieran. Ya pasó el mal rato, podemos escuchar BTS?- todas se rieron y colocaron las canciones, está vez hasta Eijiro las cantó hasta llegar a su destino.

One-shots Star ✯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora