Capítulo 4

277 27 5
                                    


Jungkook

—Sí. —El miedo deslizándose a través de la cara de Jimin me confundió—. ¿Qué creías que dije?

—Tú... tú... —Los ojos de Jimin estaban abiertos de par en par—. ¿No eres humano?

Ladeé ligeramente mi cabeza, confundido por el miedo creciente en mi compañero. 

—No, soy una pantera.

—Santos pedacitos de conejo. —Jimin jadeó—. Realmente eres el gato más dominante.

Me reí.

—Sí.

— ¿Vas a comerme?

Mis ojos cayeron a la entrepierna de Jimin.

—Podría.

No esperaba el plato de huevos que vino volando en mi dirección, golpeándome en el pecho antes de caer al suelo. Bueno, la mayor parte de ello cayó al suelo. Algo de esto quedó atrapado en el pelo de mi pecho.

— ¡Jimin!

—Estoy demasiado flaco para que me comas, —Jimin gritó cuando comenzó a tirarme panqueques—. Tengo un mal sabor. Soy todo cartílago. Tendrás dolor de estómago.

«¿Qué mierda?»

—Corta eso, Jimin —le dije cuando cogió la sartén.

Jimin levantó la sartén como un bate de béisbol. 

—Dijiste que me ibas a comer. 

Puse los ojos en blanco. 

—Quería decir que iba a hacerte una mamada. 

La sartén bajó.

— ¿De verdad?

—Sí, de verdad, —le respondí mientras me acercaba cuidadosamente. Necesitaba deshacerme de esa sartén. No me mataría, pero todavía podría dejar un chichón. Por no mencionar un gigantesco dolor de cabeza—. ¿Por qué no me das eso?

— ¿Qué? —Un ceño fruncido marcó la cara de Jimin.

Dios mío, estaba totalmente serio.

Saqué la sartén de las manos de Jimin antes de que pudiera entenderlo. No me habría gustado ser golpeado con ella. Gracias a Dios que no era de hierro fundido.

—No hay que golpear.

Las cejas de Jimin se juntaron en el más adorable ceño.

— ¿Los shifter no comen humanos?

Sacudí la cabeza. Amaba el anonimato de mi tipo siempre, pero a veces era un dolor de cabeza. Los seres humanos sabían sobre los shifters. Un idiota con demasiado tiempo libre había escrito un artículo, que llevó a las imágenes, lo que llevó a todo el mundo shifter al ojo público. Sucedió hace unos cincuenta años, pero el mundo, tanto humano como cambiante, seguía tambaleándose por la exposición.

Muchos humanos no entendían la naturaleza del shifter, ni nuestra tendencia a desgarrar a los idiotas. Otros tenían miedo de lo que no entendían y querían que todos estuviéramos muertos. Xenófobos, como se les llamaba. Creían que los seres humanos eran la especie dominante en la Tierra, excepto que no lo eran.

Muchos shifters habían caído en la forma humana de vivir, comprando pequeñas casas lindas con vallas blancas y sacaban a pasear caniches y tenían demasiados niños. Otros se unieron a las comunas de shifters, donde no se les frunció el ceño por caminar por la calle en su forma animal, o había la posibilidad de que fueran linchados, o de convertirse en una alfombra.

Just Jimin | Kookmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora